Un acuerdo excepcional
Abordar la superación del conflicto es un ejercicio de altura política, que dibuja las bases de un país plural, con diferentes realidades nacionales
Si hace seis años nos dicen que en Cataluña, fuerzas políticas independentistas y no independentistas investirían un gobierno en España nos hubiéramos reído por no llorar. Lo ocurrido en los últimos tiempos ha sido excepcional: El acuerdo de investidura lo certifica.
La crisis del procés y de la represión del 1-O provocó la intervención de la autonomía de Cataluña, la cárcel de miembros del Gobierno catalán y de líderes socia...
Si hace seis años nos dicen que en Cataluña, fuerzas políticas independentistas y no independentistas investirían un gobierno en España nos hubiéramos reído por no llorar. Lo ocurrido en los últimos tiempos ha sido excepcional: El acuerdo de investidura lo certifica.
La crisis del procés y de la represión del 1-O provocó la intervención de la autonomía de Cataluña, la cárcel de miembros del Gobierno catalán y de líderes sociales, y la petición de extradición por sedición del presidente de la Generalitat y otros líderes políticos. Aquella crisis política estuvo acompañada de fuertes movilizaciones sociales en la calle para defender una u otra posición. Fue la crisis más profunda de la democracia.
Todo ello tuvo efectos negativos económicos y sociales. Por eso, abordar la superación del conflicto es un ejercicio de altura política, que dibuja las bases de un país plural, con diferentes realidades nacionales, mediante una agenda progresista que debe abordar cambios estructurales de una Constitución que, después de 45 años, requiere una importante reforma que articule un nuevo contrato social y político para el siglo XXI.
El movimiento sindical ha denunciado la confrontación apelando al diálogo y movilizándose frente a la desproporción judicial. El diálogo social de estos últimos años ha sido clave para mejorar la vida de la gente y apuntalar gobiernos de mayorías plurales en Cataluña y en España, que debían reflotar consensos y gestionar la pandemia. Ahora tenemos el reto de consolidar este escenario dando la batalla cultural frente a una derecha enloquecida, mientras el populismo y las diferentes expresiones de la extrema derecha ganan poder institucional en toda Europa.
Este acuerdo muestra que hay otro camino. España es un referente para superar la amenaza del fascismo. En junio del 2024 se renuevan las instituciones europeas, y es prioritario parar el avance de la extrema derecha en las urnas, en las calles y en las empresas. Debemos hacerlo con una agenda sociopolítica para dar respuestas a la precariedad laboral, a los salarios bajos, a los precios de la vivienda, a la inflación desbocada, a los recortes de los servicios públicos. Necesitamos una agenda social, feminista y ecologista que dé respuestas a las expectativas de los jóvenes, a las necesidades de la gente mayor y a los retos de la emergencia y la transición energética y digital.
Ante los que gritan que España se rompe mientras bloquean el poder judicial, deslegitiman al ejecutivo y menosprecian al legislativo; frente a éstos que apelan a la igualdad después de amnistiar defraudadores fiscales, discriminar a personas migrantes y LGTBI+, o negar las violencias machistas, debemos responder con la tolerancia y la solidaridad de una España trabajadora. Una España que reparte el trabajo y la riqueza, que se reconoce en su diversidad y es acogedora, feminista, ecologista y de izquierdas. Un acuerdo de investidura para una España plural y con una fuerte agenda social es la verdadera garantía de su cohesión.
Javier Pacheco, secretario general de CC OO de Catalunya.
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