Junts y PSC arrastran al Govern a flexibilizar las multas a los municipios por malgastar agua
Los tres partidos evitan la foto de unidad en la aprobación de una normativa que pospone la aplicación del régimen sancionador a después de las elecciones
El Parlament ha aprobado este jueves una proposición de ley promovida por Junts per Catalunya y que finalmente pone de acuerdo a los tres principales partidos catalanes sobre las medidas para actuar contra la sequía. Se ha evitado la foto de unidad aunque todas las partes se han mostrado satisfechas con un texto que escenifica cómo el Govern ha sido arrastrado por socialistas y neoconvergentes a ...
El Parlament ha aprobado este jueves una proposición de ley promovida por Junts per Catalunya y que finalmente pone de acuerdo a los tres principales partidos catalanes sobre las medidas para actuar contra la sequía. Se ha evitado la foto de unidad aunque todas las partes se han mostrado satisfechas con un texto que escenifica cómo el Govern ha sido arrastrado por socialistas y neoconvergentes a flexibilizar la temporalidad del régimen sancionador que había decretado en marzo. El reloj para las multas ahora comenzará a correr un mes después de que la Generalitat apruebe la orden para dar las subvenciones de mejoras en la red de suministro y otras obras a los ayuntamientos, algo que podría llegar incluso después del verano.
El PSC había criticado desde un principio que el régimen sancionador implicara que los municipios tuvieran que hacer frente a multas o incluso tener que imponerlas con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina. Los socialistas, que veían en la maniobra una vía de centrifugar responsabilidades por parte del Ejecutivo de Pere Aragonès, han insistido en el debate en lo que consideran la falta de acción del Govern. La idea, hace semanas, de Junts de una moratoria al 1 de julio tampoco había calado entre socialistas y republicanos. La fórmula de consenso ahora acordada es ligar el levantamiento de las multas a la voluntad de colaboración de los Ayuntamientos, con un calendario que dependa de que se aprueben las líneas de ayuda para hacer las obras que optimizan el uso de agua.
Se mantendrán las sanciones para los municipios que no notifiquen su consumo de agua a la Agencia Catalana del Agua, pero se flexibiliza las derivadas por consumos excesivos o no justificados. En periodos de excepcionalidad hídrica (495 de 947 municipios están en esa situación) cada municipio tiene un determinado cupo de agua y si lo sobrepasa se enfrenta a las multas. Si el incumplimiento se debe a fallos o faltas de infraestructura, el Ayuntamiento puede acogerse a las nuevas líneas de ayuda que ofrecerá la Generalitat y así evitar la sanción. ERC logra así que se mantenga la idea de corresponsabilidad del mundo local en la lucha contra la sequía.
PSC y Junts han aumentado el monto de las partidas extraordinarias inicialmente ofrecidas por el Govern para esas ayudas. También, entre los tres, han perfilado una lista que sumaría un total de 20 infraestructuras de impacto en toda Cataluña y que recibirán más recursos, como la ampliación de la desalinizadora de Tordera o la construcción de la estación de regeneración de agua del Besòs. Solo la ACA destinará 20 millones de euros adicionales para esas obras.
El texto también recoge una de las ideas en las que ya había acuerdo entre el Govern y los dos principales partidos de la oposición: que haya un mecanismo rápido de contratación para estas obras, similar al que estuvo vigente durante la pandemia. De esa medida también se podrán beneficiar, previo visto bueno de los municipios o entes supramuncipales, operadores como Agbar. El campo de acción de las medidas, además, va más allá del ámbito de las cuencas internas sino también que tiene en cuenta acuerdos con la Conca Hidrográfica del Ebro.
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