Mirarse el ombligo
Que la vida de la gente vaya mejor o no, eso, para Junts per Catalunya, es secundario. O mejor dicho, vistas las palabras de Miriam Nogueras, irrelevante
La semana pasada, Miriam Nogueras, diputada y portavoz de Junts per Catalunya en el Congreso de los Diputados, fue entrevistada en TVE. La política, a propósito de la moción de censura de Vox, aseguraba: “Para nosotros lo mismo da unos que otros. O sea, cualquier presidente del Estado español, sea del PSOE, sea del PP, sea de Vox tiene muchas cosas en común y es que todos son unos patriotas españoles que ponen la bandera y la unida...
La semana pasada, Miriam Nogueras, diputada y portavoz de Junts per Catalunya en el Congreso de los Diputados, fue entrevistada en TVE. La política, a propósito de la moción de censura de Vox, aseguraba: “Para nosotros lo mismo da unos que otros. O sea, cualquier presidente del Estado español, sea del PSOE, sea del PP, sea de Vox tiene muchas cosas en común y es que todos son unos patriotas españoles que ponen la bandera y la unidad del Estado español por delante de los derechos fundamentales. Nos da igual. Nosotros no queremos votar a un presidente español”. Avergüenza bastante, os confieso, confirmar la falta de criterio político de esta señora —y, entiendo, que de su grupo— y cómo es capaz de banalizar de este modo, no ya la moción de censura, si no la obligación real de un diputado, que pasa por procurar el bienestar de los ciudadanos que lo votan.
No voy a recordarle a la señora Nogueras lo que votó su partido en la moción de censura a Rajoy que presentó Pedro Sánchez en 2018 para no provocarle el típico sonrojo de aquel que dice una cosa y hace la contraria. Ni tampoco le recordaré que parece evidente que sí que hace caso, en cambio, a todo aquello que sale del Parlamento Europeo. Pero sí le haré un par de preguntas: ¿De verdad le da igual ir de la mano de un gobierno que apuesta por una reforma laboral u otra, por ayudar a los trabajadores o a los bancos en caso de crisis, por procurar ayudas sociales a los más desfavorecidos o no, o por defender una sanidad y una educación públicas o financiar a la privada? ¿De verdad cree que será lo mismo un gobierno de un signo o de otro en cuestiones de vivienda o memoria histórica? ¿En serio cree que tener un gobierno de un signo político o del otro no le afectará de ninguna manera al ciudadano de Cataluña?
Yo no voy a utilizar esta columna para defender un gobierno u otro, pero, por resumir, le diré que no, no son lo mismo. Algo que parece de Perogrullo. Aunque es verdad que a muchos nos gustaría que hubiera más mejoras sociales, y habrá que seguir peleándose por ellas, o que estuvieran más alejados en temas económicos, está claro que en derechos y libertades las opciones existentes son el día y la noche. Y quizás es por eso, porque lo sabe, porque conoce las diferencias, por lo que en realidad quiere decir que prefiere que llegue Vox.
Nada nuevo. Yo, me, mi, conmigo. Por eso no les costó alinearse junto al PP y Vox y poner el grito en el cielo cuando Pedro Sánchez aprobó los indultos o votaron en contra de la reforma laboral. Está claro que desde la Generalitat de Catalunya hace tiempo que Junts solo tiene en su horizonte aquello de “cuánto peor, mejor”. En definitiva, que la tensión social vuelva a niveles del 2017 forma parte, sin duda, de su hoja de ruta. Que la vida de la gente vaya mejor o no, eso, para ellos, es secundario. O mejor dicho, vistas sus palabras, irrelevante.
Carmen Domingo es escritora. Su último libro es #Cancelado. El nuevo macartismo (Círculo de Tiza)
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