Municipios de Girona promueven hablar solo en catalán durante 21 días para evitar la “mala costumbre” de pasarse al castellano

La campaña está fomentada por el Consorcio Para la Normalización Lingüística, participado por la Generalitat y otros entes públicos

Vecinos de Girona observan una crecida del río Onyar a su paso por la ciudad.agustí ensesa

El Consorcio Para la Normalización Lingüística (CPNL) de Girona está promocionando entre los municipios de la provincia la campaña 21 días, una iniciativa que consiste en hablar de entrada en catalán con todo el mundo, siempre y en todas partes, durante ese periodo, para intentar cambiar lo que consideran como una “mala costumbre” de pasarse al castellano. Este es, según los responsables de la campaña, “uno de los hábitos más frecuentes e...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Consorcio Para la Normalización Lingüística (CPNL) de Girona está promocionando entre los municipios de la provincia la campaña 21 días, una iniciativa que consiste en hablar de entrada en catalán con todo el mundo, siempre y en todas partes, durante ese periodo, para intentar cambiar lo que consideran como una “mala costumbre” de pasarse al castellano. Este es, según los responsables de la campaña, “uno de los hábitos más frecuentes en Cataluña, el de los catalanohablantes que cambian automáticamente de lengua cuando alguien les habla en castellano o, sencillamente, cuando se dirigen a alguien que por sus rasgos físicos no reconocen como un autóctono”. El objetivo es hacer reflexionar sobre este uso que se hace de la lengua, una conducta que consideran “letal” para la supervivencia del catalán. Argumentan que esto “no quiere decir que no se debe cambiar nunca de lengua”: la propuesta es hacerlo “cuando se vea que alguien no la entiende”.

El organismo participado por la Generalitat y otros entes públicos de Cataluña sostiene que, según los expertos, “21 días es el tiempo necesario para modificar una costumbre”. Por eso proponen hacer con el catalán “un gesto pequeño y repetido, el necesario, durante tres semanas a fin de que el cerebro lo adopte y lo haga suyo con toda normalidad”. En la documentación de la campaña comparan esta acción con cualquier otro hábito cotidiano que se quiera dejar atrás “como el fumar o morderse las uñas”.

Según las estadísticas, 8 de cada 10 catalanohablantes cambian de lengua, es decir, abandonan el catalán cuando alguien les habla en castellano. Esta conducta, sostienen, es “letal” para la supervivencia del catalán porque hace que desaparezca de todos los espacios y dificulta que quienes todavía no lo hablan puedan aprenderlo y practicarlo. Por eso, afirman, “hay que darle la vuelta a este hábito”. Consideran que el hecho de hablar catalán con todo el mundo significa “ayudar a quienes lo aprenden, es hacer la lengua útil y necesaria, es darle una oportunidad de seguir existiendo. Y sobre todo porque las lenguas mueren si no se hablan”. En esta línea, mantienen que “si se esconde el catalán se hace prescindible”, y la consecuencia de ello se puede ver “en las mismas calles y establecimientos de muchos municipios de las comarcas gerundenses, donde cada vez se oye menos catalán”.

Los responsables de esta iniciativa sostienen que hay que tener presente que en los últimos años han llegado muchas personas de fuera, una gran mayoría asisten a cursos de catalán, pero “es imprescindible que encuentren espacios para practicar lo aprendido fuera del aula, en la calle, en las tiendas, en todas partes; es necesario que les demos la oportunidad de utilizar la lengua”, aseguran, porque así tendrán “más alicientes para utilizarla y conocerla más a fondo”.

La campaña empezó en noviembre de 2022 en Santa Coloma de Farners, y ha seguido este año con un recorrido por varios municipios de Girona como Breda, Llagostera y Salt, donde se presenta el jueves. Seguirá, por el momento, en Arbúcies, Blanes, Lloret de Mar, Roses, Figueres y la Bisbal d’Empordà. Tiene una duración de entre tres semanas y un mes y, la intención es que todo el mundo participe para cambiar “esta mala costumbre”. Una vez terminada la campaña, “solo habrá que mantener la misma actitud, con la diferencia de que entonces ya no supondrá ningún esfuerzo”, aseguran. El Consorcio ha estado en contacto con algunos municipios de Barcelona que se han interesado por exportar esta campaña gestada en Girona.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Más información

Archivado En