El estreno de la estación de Sant Andreu oxigena el sistema de Rodalies en el norte de Barcelona
La puesta en marcha, con un día de retraso, de la nueva parada y el desvío de las líneas de Granollers y Girona hacia la Sagrera evitarán el colapso ante incidencias y, a la larga, deberían permitir acortar horarios
El lunes está previsto que se estrene, con un día de retraso debido a imprevistos en la ejecución de los trabajos de electrificación, la nueva estación Renfe de Sant Andreu de Barcelona, a pocos metros de la actual, que hasta su cierre hace una semana fue la más antigua de España. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, tiene previsto inaugurar la nueva estación. Por Sant Andreu entran a la capital catalana las líneas R2-Nord y R11 (Granollers y Girona) y cuyos 70.000 usuarios ...
El lunes está previsto que se estrene, con un día de retraso debido a imprevistos en la ejecución de los trabajos de electrificación, la nueva estación Renfe de Sant Andreu de Barcelona, a pocos metros de la actual, que hasta su cierre hace una semana fue la más antigua de España. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, tiene previsto inaugurar la nueva estación. Por Sant Andreu entran a la capital catalana las líneas R2-Nord y R11 (Granollers y Girona) y cuyos 70.000 usuarios han soportado tres meses de cambios en el servicio.
La puesta en marcha va mucho más allá del flamante edificio y prepara para el futuro el acceso ferroviario del norte de Barcelona. “Es una obra muy potente ferroviariamente, más allá de la nueva estación”, señala Pere Macias, responsable del Plan de Rodalies en Cataluña. La obra también supone que las líneas de Girona y Granollers pasen por la futura estación de La Sagrera (desde el Nus de la Trinitat hasta el túnel de El Clot), donde todavía no pararán. La idea es inaugurar la Sagrera entera, cuando también sea estación de alta velocidad, un hito que no tiene fecha. En mayo pasado, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, afirmó en 2025 los trenes de alta velocidad pasarán por la estación, sin parar.
Macias concreta que las cuatro vías de la nueva estación “aumentarán la resiliencia del sistema”, porque ante cualquier incidencia habrá margen para gestionarla (apartar un tren, por ejemplo). “Una estación tan céntrica con cuatro vías vale su peso en oro”, remacha y recuerda que las “cuatro más cuatro vías de Sants” han evitado muchos colapsos. En segundo lugar, agrega que la estación “permitirá iniciar posibles futuros servicios”, y cita la línea que la Generalitat prevé hacia el aeropuerto. En tercer lugar, comenta la trascendencia de aumentar vías en las entradas a la ciudad: “Cuando esté finalizado el soterramiento de Montcada todo el trazado desde Mollet tendrá tres vías, lo que permitirá que un regional de Girona adelante a un Rodalies y mejorará los horarios”. Por último, la obra de Sant Andreu ha coincidido con el desvío de vías hasta pasar por la futura estación de la Sagrera, como ocurrió hace justo dos años con la línea del Maresme. Lo que, además, permite comenzar a preparar los accesos del AVE a la futura estación, que en el caso de la alta velocidad estará en una planta elevada.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana destacaba en un reciente comunicado que el fin de las obras permitirá “ganar espacio para usos urbanos y cívicos y se contribuirá a la descarbonización de la ciudad y la dinamización socioeconómica del norte de Barcelona”. El Ministerio señala que el estreno “forma parte de la mayor intervención en infraestructuras que se realiza actualmente en Cataluña y una de las más ambiciosas y complejas de los últimos años en España”. Solo este año la inversión ejecutada en Sagrera-Sant Andreu superará los 100 millones de euros.
En la última semana (en la que las líneas se interrumpían para los viajeros en Montcada i Reixac, el remate de tres meses poniendo a prueba su paciencia) se han realizado los trabajos para enlazar las vías a la altura del Nus de la Trinitat con los de Sant Andreu y la futura estación de la Sagrera. Han sido los 700 últimos metros de un total de 4,3 kilómetros de trazado adaptado a la línea de ancho convencional. De éstos, 2,8 kilómetros discurren soterrados. Los trabajos también han comportado la instalación de señalización, balizas, puntos kilométricos o instalaciones de seguridad eléctrica. En los últimos días, también se han realizado pruebas de carga (con voluntarios que han hecho de pasajeros reales) y se está formando a los maquinistas. Estos profesionales ferroviarios deben realizar formaciones específicas para cada tramo nuevo en el que conducen trenes. Mientras, en la antigua estación de Sant Andreu Comtal tanto la vía como la catenaria que quedan en desuso serán desmontadas en los próximos meses. El edificio será convertido en un equipamiento.
Desde la asociación Promoción del Transporte Público, su portavoz, Daniel Pi Noya, celebra " que la obra se haya hecho: forma parte de la macroobra de la Sagrera, que acumula demasiado retraso”. El ingeniero afirma que “es preciso dar toda la prioridad a las mejoras pendientes en la red que opera Renfe” entiende que el estreno “es importante porque permitirá dar mayor capacidad a toda la circulación hacie el norte y, por lo tanto, dar también más capacidad a los túneles de Barcelona, especialmente el de paseo de Gràcia”. “Si se utiliza menos la desviación hacia la estación de França para que puedan continuar los trenes que vienen de Sants hacia paseo de Gràcia y Clot, ganaremos capacidad y regularidad”, apunta y añade: “El hecho de ganar tramos con tercera vía significa más fiabilidad porque, en caso de incidencia, tienes una donde apartar trenes”.
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