Las nuevas heladerías de Barcelona

La fiebre continúa disparada y empresas grandes y pequeñas responden a la demanda de helados con el reclamo omnipresente del cartel de artesanal

Heladería Pichi en Barcelona

La fiebre por los helados continúa disparada y el reclamo de artesanal se ha convertido en omnipresente en las nuevas heladerías de Barcelona, que ocupan arterias principales como la Gran Via, esquinas turísticas del Born o rincones escondidos del Poble-sec. Hoy os queremos hablar de cinco heladerías que han abierto en los últimos meses en la ciudad y engruesan la lista de destinos de las tardes de verano. Con tanta competencia, la inventiva también ha subido escalones, y ahora se llevan las recetas catalanas, con helados de ...

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La fiebre por los helados continúa disparada y el reclamo de artesanal se ha convertido en omnipresente en las nuevas heladerías de Barcelona, que ocupan arterias principales como la Gran Via, esquinas turísticas del Born o rincones escondidos del Poble-sec. Hoy os queremos hablar de cinco heladerías que han abierto en los últimos meses en la ciudad y engruesan la lista de destinos de las tardes de verano. Con tanta competencia, la inventiva también ha subido escalones, y ahora se llevan las recetas catalanas, con helados de pet de monja o ratafía; la recuperación de locales emblemáticos, como el Pichi de Poble-sec; puestas en escenas espectaculares como una heladería donde soñar con ser astronauta, u otra que convierte los recuerdos en helados.

Pichi

El Poble-sec necesitaba una heladería. Pero no una cualquiera. Tenía que ser artesana y en un lugar emblemático. Y Manel Garcia Arias adivinó esta demanda, después de unos cuantos años de intentar reabrir el Pichi como lo que había sido en manos de su tío, un bar de barrio. Como no le salió bien, esperó que amainara la pandemia y lo volvió a intentar con la pastelera Aitana Donisa, que quería probar el mundo de los helados. Los dos han montado esta heladería de barrio, que tiene todos los ingredientes para extender tentáculos y enganchar a vecinos de toda Barcelona. Interiorismo muy cuidado con unos vitrales que recuerdan la historia del local, marcada por todo lo que ocurría en el Palau dels Esports, situado delante; y helados artesanos que se elaboran cada día en el obrador, con sabores clásicos y algunos más originales, como el de sobao pasiego o el de mel i mató, que se conservan en cajones metálicos refrigerados, protegidos de los cambios de temperatura y de la luz. Sólo hace cuatro semanas que abrieron, pero ya han tenido que reforzar el equipo. Aitana asegura que no se esperaban esta acogida y tiene muchas ganas de ir probando cosas nuevas. Pero primero hay que consolidar el arranque. Además de los cucuruchos y tarrinas podéis pedir el helado dentro de un brioche, una especialidad siciliana que se ha puesto muy moda. Calle Lleida, 41, Barcelona.

Heladería Pichi, en Barcelona

Baboia

Tenía que ser una persona de fuera quién nos descubriera la baboia. Resulta que era un juego de apuestas que tenía mucho éxito en las ferias de siglos pasados. Hay documentos que dicen que en el XVII ya se jugaba. Cuando Laurence Mickalonis, francesa que hace veinte años que vive en Cataluña, lo conoció pensó que sería un buen nombre para la heladería de especialidad catalana que tenía en la cabeza. Y una ruleta como la de la baboia, con todos los sabores de helados que tienen, es lo primero que encuentras cuando cruzas la puerta de esta nueva heladería del Born. Si quieres puedes hacer girar la suerte para ver qué sabor te toca: pet de monja, mel i mató, crema catalana, ratafía, catànies, turrón de Agramunt... Muchos de ellos son un homenaje a los dulces catalanes, algunos fijos y otros que irán cambiando en función de la época, como el de melón con jamón que tienen este es de julio. Los helados se elaboran en Canet de Mar, y es el heladero de reconocida experiencia Jordi Roig quién está detrás de este nuevo concepto, que quiere llamar la atención tanto de locales como de turistas. El sueño de Laure era abrir una heladería y se le encendió la bombilla con este concepto, que quiere ir más allá de los helados para explicar las tradiciones catalanas. A través de un código QR, los clientes pueden conocer la historia de cada sabor. Calle Canvis Vells, 2, Barcelona.

Heladería Baboia, en Barcelona

Mamá Heladera

Irene Iborra lleva los helados y la horchata en la sangre. Es hija de la popular heladería El Tío Che del Poblenou, pero su curiosidad y entusiasmo la llevaron a abrir hace un año una heladería muy diferente. Un día se preguntó qué sabor podían tener los recuerdos y decidió contestar a dicha pregunta con helados. Así nació su heladería de recuerdos, sobre todo ligados a la infancia. Tienen cinco helados básicos, que han creado a partir de recuerdos familiares y de gente del barrio, como el helado ‘La yaya te envía el cerezo a merendar’, de cerezas y con aroma de lavanda que recuerda al pueblo, el verano, la infancia... cuenta Irene. También hay un recuerdo del primer restaurante chino que abrió en el barrio del Poblenou, que lo han bautizado como ‘Coco de Liang’; o el de chocolate, un sabor muy recurrente para muchos al recordar nuestra infancia. Para mostrar la intensidad de este recuerdo, usa un chocolate del 85% de cacao de Tumaco, de origen colombiano, de la casa Luker. El otro clásico que siempre hace es el ‘Mantecado del yayo Alfonso’, un sabor que ya hacía su abuelo en el Tío Che pero que se perdió con la generación de su padre y ella lo ha recuperado con la ayuda de los vecinos más mayores del barrio. “Hice muchas pruebas para encontrar el sabor que los vecinos recordaban”, explica. Y así va convirtiendo recuerdos en helados. Encima del mostrador, hay un buzón donde podéis dejar el formulario con algún momento especial que tengáis grabado en la memoria. Si se llega a convertir en helado, Irene os avisará. Rambla del Poblenou, 44, Barcelona.

Tarrina de Mamá Heladera, en Barcelona

Badiani

De origen florentino, Badiani llegó a Barcelona la primavera pasada. Justo dos días antes de Sant Jordi, abrió en la calle Rosselló, entre Rambla Cataluña y paseo de Gràcia, en el epicentro de la celebración del día del libro y la rosa. Por eso, uno de los primeros helados que presentó fue el de Sant Jordi, elaborado a base de nata y huevos con salsas de chocolate y caramelo que incorporan flores de oblea por encima. No es la única declaración de amor a la ciudad, también podéis probar el sabor Barcelona, de chocolate blanco con cúrcuma y frambuesas. Pero su singularidad es el sabor ‘Buontalenti’, un helado de crema creado en 1960 que se hace a base de leche, azúcar y huevos, que le valió el premio al mejor sabor en el Gelato Festival en 2015. Se trata de un helado muy cremoso que tiene otras versiones, donde esta crema base se combina con chocolate o pistachos. Nacida en 1932 y capitaneada por Paolo Pomposi, Badiani quiere expandirse para convertirse en la cadena más grande de helado artesanal. Después de abrir nueve heladerías en Reino Unido y entrar en la distribución para la restauración, ahora se propone ganar terreno en España. Y ha empezado por Barcelona, con un local muy céntrico, que tiene unos bancos para sentarse y una puerta con cristales por donde se puede observar el laboratorio donde diariamente se hace el helado. Calle Rosselló, 232, Barcelona.

Heladería Badiani en Barcelona

Lucciano’s

Otra cadena que ha llegado a Barcelona con un gran despliegue, especialmente por el local, es Lucciano’s. Fundada en Mar del Plata, Buenos Aires, hace poco más de diez años, su expansión va como un cohete. El mismo que ambienta el local de Rambla Cataluña, en la esquina con Gran Via, convertido en una estación espacial donde un astronauta da la bienvenida. Se caracterizan por locales temáticos que completan la experiencia de comerse un helado, que se elabora en el obrador que esconde la planta subterránea. Cómo si fueran una tripulación, hasta ocho dependientes, con mono de color azul eléctrico, atienden detrás del mostrador un sábado por la tarde y, aún así, hay que hacer cola para conseguir su atención. La marca, fundada por Daniel y Christian Otero, padre e hijo, ha iniciado la expansión por Europa con el eslogan que hacen un helado artesanal superior, elaborado con buena materia prima y chocolates belgas. Además de los conos y las tarrinas, tienen un despliegue espectacular de polos de diferentes sabores y formas. Gran Via, 601, Barcelona.

Heladería Lucciano's en Barcelona

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