Los exabruptos de Rufián abren el debate sobre su sustitución como cabeza de cartel de ERC en el Congreso

Oriol Junqueras apuesta por el diputado como cabeza de lista en Santa Coloma de Gramenet

El diputado de ERC, Gabriel Rufián (derecha), y el de Ciudadanos, Guillermo Díaz (izquierda), este jueves en el Congreso.Foto: MARISCAL (EFE) | Vídeo: EFE

Gabriel Rufián lo tiene más difícil ahora que hace un par de días para repetir como líder de Esquerra Republicana en el Congreso. El partido da por cerrada la polémica que desataron unas declaraciones suyas, el pasado miércoles, calificando a Carles Puigdemont de “tarado” (de manera implícita), pero el malestar sigue. Por un lado, porque las voces contra el diputado no se circunscriben solamente a Junts: dentro de las filas republicanas ya se apunta...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Gabriel Rufián lo tiene más difícil ahora que hace un par de días para repetir como líder de Esquerra Republicana en el Congreso. El partido da por cerrada la polémica que desataron unas declaraciones suyas, el pasado miércoles, calificando a Carles Puigdemont de “tarado” (de manera implícita), pero el malestar sigue. Por un lado, porque las voces contra el diputado no se circunscriben solamente a Junts: dentro de las filas republicanas ya se apunta al desgaste del estilo de comunicar de Rufián. Por el otro, porque adelanta un debate interno sobre la estrategia y las candidaturas en las próximas elecciones, en la que Oriol Junqueras quiere que su hombre en Madrid aterrice en la pugna por la alcaldía del feudo socialista de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona).

Junts inscribe el exabrupto de Rufián como parte de una estrategia planificada para atacar al expresident huido en Bélgica. A la hemeroteca se remiten: en los cuatro últimos meses, el portavoz en el Congreso ha cargado en tres ocasiones contra Puigdemont en declaraciones oficiales. En marzo, se refirió a los contactos del ahora eurodiputado con enviados rusos, criticando a “los señoritos que hacen de James Bond”. Hace dos semanas, en el Congreso, le espetó al diputado de Unidas Podemos Jaume Asens

que dejara de “ir tanto a Waterloo”, en referencia a la residencia de Puigdemont.

Pero hay dos grandes diferencias en las tres situaciones. En primer lugar, solo en la última salida de tono de Rufián se le ha desautorizado fulminantemente desde los puestos más destacados de la dirección, como el coordinador nacional, Pere Aragonès, y la secretaria general de ERC, Marta Rovira. El president incluso ha llamado a Puigdemont y otros líderes de Junts para desmarcase. Y segundo, algunas caras visibles de la órbita de Esquerra, un partido donde airear crisis internas se paga muy caro, han alzado la voz. Por ejemplo, la exdiputada independiente Núria Picas o el actual secretario del Parlament, Ruben Wagensberg, que en Twitter calificó de “indecente y repugnante” que se ataque a “a quien sufre la represión”.

Fuentes de la dirección de ERC creen que han salvado los muebles gracias al desmarque rápido de las palabras de Rufián. Hasta ahora, Junts ha centrado su oposición a su socio en el Govern echándole en cara su apoyo en Madrid al Gobierno y la inutilidad, según ellos, de la mesa de diálogo. Esas mismas voces aceptan que el nuevo patinazo del portavoz ahora les ha dado munición adicional y no dudan de que los ataques a la estrategia de ERC en el Congreso ya tendrán un rostro. Rufián ha triunfado como cabeza de cartel en las cuatro citas con las urnas desde 2015.

En último incidente ha dejado claro que, pese al tirón electoral de Rufián, el portavoz republicano genera rechazo incluso en sus propias filas. Su complicadísimo papel combinando el papel de hombre pactista y azote del Gobierno queda muy lejos del diputado novato que decía que su tiempo en el Congreso sería muy corto porque en breve Cataluña sería independiente. De ahí que, dentro del secesionismo más duro, siempre se ponga en duda su verdadera apuesta por la república. El fichaje de Rufián fue una apuesta personal de Junqueras para conquistar un voto castellanoparlante más escéptico frente al independentismo.

La polémica ha alentado un debate que, sin embargo, en ERC ven muy lejos: la candidatura a las próximas elecciones generales. Nadie sabe su fecha y mucho menos se sabe cómo llegará la relación entre la formación independentista y el Gobierno a esa cita. Aunque Rufián ha manifestado en varias ocasiones su deseo de seguir en Madrid, su valedor tiene un destino diferente para él. Su plan de quebrar el dominio socialista en el área metropolitana de Barcelona para que crezca la base a favor de la independencia pasa por aumentar el peso en feudos socialistas como Santa Coloma. Allí el PSC obtuvo el 51% de los votos frente al 10% de ERC. Un cabeza de lista mediático permitiría al menos mejorar el resultado y darle más visibilidad a la oposición.

El portavoz republicano manifestó el pasado 20 de mayo, en una entrevista a La 2, que solo contemplaba la posibilidad de pasar a la política municipal porque se lo pedía Junqueras. Sus argumentos de que prefería Madrid sentaron mal en algunas espadas de ERC, pues ven a un responsable político que antepone sus intereses a los de la formación. Aunque el dedazo del exvicepresident es provincial, tiene que ser la agrupación de Santa Coloma la que decida quién será el candidato. Para las pasadas elecciones, el nombre se presentó oficialmente en febrero de 2019. Y nada le garantice que, si se presenta de candidato de nuevo en Madrid, logre el apoyo de sus copartidarios.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Sobre la firma

Más información

Archivado En