La Generalitat ganaría 4.000 millones con un leve retoque federal del Estado

Un estudio coordinado por Antoni Castells cifra los efectos financieros para Cataluña para ocho escenarios que incluyen una virtual secesión

Jordi Giró y Antoni Castells, durante la presentación del estudio en la Generalitat. / DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA

Un leve retoque en la estructura del Estado, con un modelo básico de federalismo, comportaría para las finanzas de la Generalitat de Cataluña un aumento de casi 4.000 millones de euros para financiarse. Es uno de los cálculos del informe Consecuencias económicas y financieras de los diferentes escenarios de la relación Cataluña-España, elaborado por una decena de expertos coordinados por el exconsejero socialista de Economía y Catedrático de ...

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Un leve retoque en la estructura del Estado, con un modelo básico de federalismo, comportaría para las finanzas de la Generalitat de Cataluña un aumento de casi 4.000 millones de euros para financiarse. Es uno de los cálculos del informe Consecuencias económicas y financieras de los diferentes escenarios de la relación Cataluña-España, elaborado por una decena de expertos coordinados por el exconsejero socialista de Economía y Catedrático de Hacienda Pública Antoni Castells y publicado por el Institut d’Estudis per l’Autogovern.

El estudio analiza ocho escenarios diferentes, que van desde mantener el actual sistema hasta establecer modelos federales de diferente nivel, alcanzar un modelo foral como Navarra o el País Vasco o, el más extremo de todos, una supuesta independencia de Cataluña. Esa virtual secesión dotaría a la Administración de hasta 47.339 millones de euros, un 117,5% más de recursos de los que dispone actualmente, mientras que un modelo similar al vasco elevaría esa capacidad de financiación hasta el 91,6%.

El informe, sin embargo, matiza la situación. Mientras los escenarios federales, el consiguiente a un posible acuerdo bilateral con el Estado y el foral mantendrían intactas las necesidades de gasto; en el caso de secesión, la Generalitat debería asumir todo el gasto que hoy hace el Estado en Cataluña, además de los denominados costes de transición, de los que el estudio avisa aunque sin cuantificarlos.

En el caso del escenario del modelo federal más débil, que aportaría cerca de 4.000 millones más a las arcas de la Generalitat, el estudio considera que podría conseguirse con leves modificaciones. La reforma del Senado, señala, “sería una de las medidas más emblemáticas”, y las modificaciones pondrían el acento sobre todo en aspectos de armonización y coordinación entre los gobiernos autonómicos y el Gobierno central. De hecho, este lunes, durante la presentación del estudio, Castells ha calificado esa modificación como “cosmética respecto al modelo actual”.

Los efectos de la disposición de más recursos también tendrían efectos sobre el producto interior bruto (PIB). Señala el estudio que la aplicación de un modelo foral dispararía el primer año la economía catalana un 9,03%, porcentaje que se estabilizaría en torno al 13,7% tras un lustro en esa situación.

Pese a que el estudio no concreta los costes de transición que supondría la supuesta independencia, los autores advierten del riesgo de quedarse fuera de la Unión Europea. El estudio asegura que Cataluña podría ser viable en caso de independencia, pero avisa: “El problema no es la viabilidad económica sino la viabilidad política y las consecuencias económicas de las dificultades políticas”. Una es una posible reducción de las compras de productos catalanes desde el resto de España, adonde van a parar casi la mitad de las ventas realizadas fuera de Cataluña. La otra es una salida automática de la Unión Europea, que también restaría atractivo a las exportaciones a los Veintisiete.

El consejero de Economía, Jaume Giró, que ha clausurado la presentación del estudio, ha alabado la neutralidad del informe y ha destacado la “amarga sensación” de que las propuestas llegadas desde Cataluña no vean la luz. El estudio se empezó a fraguar hace cinco años, cuando el equipo de diez economistas que han participado (entre los cuales se encuentran Guillem López Casasnovas, Maite Vilalta y Núria Bosch) presentó una propuesta al Institut d’Estudis de l’Autogovern. El exconsejero ha señalado que desde entonces el contexto ha cambiado, pero “el tema esencial sigue vigente”.

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