Jane Birkin, Ostermeier, Castellucci, Milton y Safo, en el festival Grec 2022

El festival, que abrirá con la danza del Nederlands, ofrecerá 86 espectáculos del 29 de junio al 27 de julio

Una imagen del espectáculo del Nederlands Dans Theater(NDT) que podrá verse en el marco del festival Grec de Barcelona.EL PAÍS

El próximo festival Grec de Barcelona, el de “la celebración” y “la alegría” tras la pandemia, según ha dicho al presentarlo este mediodía la alcaldesa Ada Colau, se desarrollará del 29 de junio al 27 de julio, lo inaugurará, con danza, el Nederlands Dans Theatre y ofrecerá 86 espectáculos para los que pondrá a la venta 164.489 entradas. Entre los nombres importantes de la programación internacional, que vuelve con fuerza, figuran los de la cantante Jane B...

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El próximo festival Grec de Barcelona, el de “la celebración” y “la alegría” tras la pandemia, según ha dicho al presentarlo este mediodía la alcaldesa Ada Colau, se desarrollará del 29 de junio al 27 de julio, lo inaugurará, con danza, el Nederlands Dans Theatre y ofrecerá 86 espectáculos para los que pondrá a la venta 164.489 entradas. Entre los nombres importantes de la programación internacional, que vuelve con fuerza, figuran los de la cantante Jane Birkin y los directores internacionales Thomas Ostermeier (Un enemigo del pueblo, de Ibsen), Romeo Castellucci (que presentará su aplaudido montaje Bros que pudo verse en la pasada edición del festival Temporada Alta), o Christos Papadopoulus (Larsen C) -no confundir con Papaioannou, el director griego del año pasado-. También estarán The Wooster Group, que el festival presenta como “la compañía más importante de EE UU” (representará The B-Side ‘Negro folklore from Texas State Prisons’ A record album interpretation, una reflexión sobre el racismo en formato gospel), el noruego Alan Lucien con Øyen amb Story, story, die (danza teatro) y Phia Ménard con La Triologie des Contes Immoraux, una pieza monumental de tres horas de reflexión sobre Europa. Ya sin restricciones sanitarias, todos los escenarios recuperarán su aforo máximo, 2.100 localidades en el caso del anfiteatro Grec. El festival tiene un presupuesto esta edición de 3,5 millones de euros.

En la inauguración, en el anfiteatro, el Nederlands, una de las compañías de danza más prestigiosas de Europa, presentará tres piezas de tres generaciones de coreógrafos: Marina Mascarell con How to cope with a sunset when the horizon has been dismantled; Sharon Eyal y Gai Behar con Bedroom Folk, y la creación de William Forsythe One Flat Thing, reproduced.

En la programación, también, El Conde de Torrefiel, en una coproducción insólita con el Festival de Aviñón, el Wiener Festwochen de Viena y el Kunstenfestivaldesarts de Bruselas; y el director iraní Amir Reza Koohestani, que viaja por primera vez a Barcelona, directo desde Aviñón y con una producción de la Comédie de Ginebra basada en la novela Tránsito de Anna Seghers. En el anfiteatro se presentará asimismo el 28 i mig de La Perla que hace poco se ha podido ver en el Teatre de la Colline de París. Y el festival permitirá volver a ver la Ofèlia de Àlex Rigola.

Dos producciones importantes se verán en museos: las de la creadora de Cabo Verde Marlene Monteiro Freitas, en el Macba, y Mohamed El Khatib, en el MNAC, un espectáculo con vigilantes de museos del que Cesc Casadesús, director del Grec, ha dicho que es la mejor obra de teatro que ha visto este año. Casadesús, que se ha felicitado lógicamente por poder abrir al final el festival con danza, ha destacado la gran presencia de teatro este año en el anfiteatro,

En el terreno musical, Sisa será protagonista de una noche, Roger Mas de otra y Els Pets actuarán por primera vez en el anfiteatro con su nuevo álbum 1963. Habrá también una velada doble de fado con Cuca Roseta y el cantante Camané con Mario Laginha.

Tratando de paliar los efectos de la crisis provocada en el sistema escénico por la Covid, el Grec programa reposiciones de espectáculos que se han visto poco estos tiempos en Cataluña. Es el caso de la mencionada Bros, o de Opening Night, el montaje con el que La Veronal ganó el premio Ciutat de Barcelona y cinco premios de la crítica. También se recuperarán el espectáculo que el Groupe Acrobatique de Tánger tuvo que suspender el pasado festival y Género Imposible, de Sívia Pérez Cruz.

En el cartel figuran una serie de “conexiones insólitas” surgidas de la línea del festival de promover complicidades creativas. Es el caso del espectáculo que ofrecerá el bailarín y coreógrafo de flamenco Israel Galván con la Escolania de Montserrat, el del portugués Salvador Sobral y el pianista Marco Mezquida, el del coreógrafo Pere Faura y el Orfeó Català o el de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) con el artista visual Alba G. Corral. La OBC no actuaba en el Teatre Grec desde 1991. Otro proyecto especial es Immersive Next to normal, el estreno coproducido por el festival del musical de Brian Yorkeyyi Tom Kitt, que ya tiene prevista una gira mundial y en el cual colaboran el dueto local de creadores de arte digital Desilence. Los amantes de los musicales podrán disfrutar también de un homenaje al recientemente desaparecido Stephen Sondheim, en el anfiteatro.

Entre la amplia representación de la creación local, destaca la apuesta del festival por coproducir con teatros públicos y privados obras de dramaturgos catalanes como Jordi Prat i Coll (Teatre Lliure), Marta Buchaca (Teatre Goya), Jordi Casanovas (La Villaroel) y Llàtzer Garcia (Beckett). Con las salas de proximidad se coproduce espectáculos de Sílvia Navarro (Flyhard) y Marc Rossich (Atrium-Akademia). En danza, hay producciones de obras de Lali Ayguadé, Nazareth Panadero (que fuera bailarina fetiche de Pina Bausch) o Albert Quesada; en circo, la Cia Vöel o Psirc, y en teatro familiar La Baldufa, Sr. Serrano, Aracaladanza o Thomas Noone.

El Grec ha querido potenciar la presencia de propuestas del resto de España, con compañías de Galicia, Mallorca, Andalucía y sobre todo Madrid. Destacan los espectáculos con relectura de los clásicos como la de El burlador de Sevilla que hace la Compañía Nacional de Teatro Clásico bajo la dirección de Xavier Albertí;y la esperada coproducción del Grec, el Romea y el Centro Dramático Nacional de El paraíso perdido, la inmensa obra de Milton, con dirección de Andrés Lima y con Pere Arquillué de protagonista. Como complemento se podrá ver un Paradise lost inglés en formato one man show con un actor que hace tanto de Dios como de Lucifer y de arcángel.

Figuran asimismo un El diablo cojuelo con los payasos de Rhum, la revisión del Tartufo de Molière con Pepe Viyuela y dirección de Ernesto Caballero (conmemorando los 400 años del nacimiento de Molière), y la coproducción con el Festival de Mérida de los poemas de Safo interpretados por Marta Pazos, con la compositora Christina Rosenvinge y dramaturgia de María Folguera. Otro clásico es un Hamlet que llega de Perú y cuyos intérpretes son jóvenes con síndrome de Down. Se verá en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) y Casadesús valoró especialmente el espectáculo.

En esta edición, el Grec contará entre un total de 55 espacios, uno recientemente adquirido por la ciudad: el Molino. La popular sala acogerá un ciclo de dos semanas que intentará reflejar la diversidad de las artes escénicas, la música y la performance y también rescatará la memora de un Paralelo que fue la principal referencia barcelonesa del music-hall y el cabaret. Molinex, comisariado per Vicenç Fibla y el festival Eufònic, propone una puesta al día “canalla y queer” del Molino.

Colau ha destacado el hecho de que la mitad de los directores de esta edición son mujeres, algo en lo que el festival ha sido “muy proactivo”. También el que se ha trabajado para reducir su “pisada contaminante” y rebajar las emisiones de CO2. Es, ha juzgado la alcaldesa, un Grec “fuerte y valiente”, con mirada internacional, y que ofrece una tarifa plana de 15 euros a los menores de 30 años.

El teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí, ha recordado que el Grec fue de los pocos festivales del mundo que mantuvo esforzadamente su actividad durante la pandemia y ha elogiado que ahora ayude al “retorno del amor entre los barceloneses y el teatro”.

Tras cinco ediciones “viajeras” dedicadas a lanzar una mirada artística sobre distintos puntos geográficos y culturas (Mediterráneo, Asia, Nueva York, América Latina y África), el festival vuelve a casa, ha señalado Casadesús, para investigar qué pasa en un momento de profunda perturbación en Europa y reflexionar sobre nuestra propia historia y civilización. Pasada la pandemia, el Grec quiere contribuir a recuperar la confianza del público en los teatros y actuar como impulsor de la nueva temporada teatral. El festival propone también lanzar una mirada a los clásicos para imaginar cómo podría ser el futuro de las artes escénicas, pero teniendo presente el pasado reciente.

Haciendo un guiño a la historia del festival y remachando las ganas de fiesta, el Grec recupera, con diseño moderno, el icónico fauno que era su símbolo gráfico hasta 2004.

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