El túnel de Glòries, en sentido de entrada a Barcelona, abrirá el domingo 3 de abril
La puesta en marcha al completo del soterramiento de la Gran Via tiene como reto la absorción del tráfico de acceso a la ciudad
La madrugada del 2 al 3 de abril. Cuatro meses después de la apertura del túnel de Glòries en sentido de salida de Barcelona (en noviembre de 2021), el Ayuntamiento ha anunciado que la galería de entrada a la ciudad se estrenará en 10 días. La puesta en marcha de las dos galería será el fin (bajo la plaza) de una de las obras más complejas y largas realizadas en Barcelona. Seis años, con ...
La madrugada del 2 al 3 de abril. Cuatro meses después de la apertura del túnel de Glòries en sentido de salida de Barcelona (en noviembre de 2021), el Ayuntamiento ha anunciado que la galería de entrada a la ciudad se estrenará en 10 días. La puesta en marcha de las dos galería será el fin (bajo la plaza) de una de las obras más complejas y largas realizadas en Barcelona. Seis años, con parón por sospechas de corrupción incluido. La plaza quedará liberada de tráfico privado y ya no habrá excusa para terminar un espacio enorme que lleva más de una década en obras y separando los barrios de la Sagrada Família, Clot-Camp de l’Arpa, Fort Pienc y Poblenou.
Esta vez el reto es mayor que cuando abrió el túnel en sentido hacia el río Besòs: los coches (35.000 de salida al día) tienen un semáforo en la Gran Via a la altura de la calle de Padilla y, tras sortear la plaza de les Glòries bajo tierra, salen directos a la autovía C-31, sin parar.
En el sentido de entrada en la ciudad (43.000 coches al día) ocurrirá lo contrario: los coches entrarán en la ciudad por la C-31 sin detenerse y el primer semáforo que encontrarán será el de la calle de Padilla. Sobre el papel, no debería haber retenciones, porque desde la salida de la Gran Vía en sentido de entrada en la calle de Bac de Roda, la vía solo tiene dos carriles para tráfico privado y un carril bus: la misma composición que dentro de los túneles.
La mayor complejidad será, pues, que los conductores se acostumbren a los cambios, para lo que el consistorio comenzará a avisar de los cambios en los próximos días. Los coches ya no podrán subir por la calle de Independencia, porque cruzarán la plaza bajo tierra. Entre las calles de Bilbao (antes de entrar al túnel) y Padilla (en la salida) los coches no podrán circular por la Gran Via en superficie y solo se permitirá el tráfico de vecinos, transporte público y vehículos de emergencia, que deberán desplazarse por los laterales.
Con la nueva configuración, los vehículos que entren a la ciudad por el túnel, al salir podrán tomar la calle de Padilla (si circulan por el carril derecho) o la calle de Marina (por el central). En línea recta solo podrán circular los buses. Antes de entrar en el túnel habrá una última salida hacia la superficie de Gran Via, pero solo para buses y taxis.
Los coches que estaban acostumbrados a tomar la calle de Independencia para ir hacia el centro deberán tomar Bac de Roda para ir a buscar Guipúscoa-Aragó o Mallorca; o meterse en el túnel y esperar a Padilla. Tampoco se podrá bajar por Llacuna.
Abierto el túnel, en superficie en Glòries queda mucho trabajo por hacer. El espacio ocupa 14 hectáreas, de las que 10 acabarán siendo parque. Están en marcha ya las obras para conectar las dos redes del tranvía (con una gran estación delante del Museo del Diseño), y también las de la gran manzana de vivienda pública, que lleva años de retraso. Los vecinos reclaman el resto de equipamientos pendientes.