El Gobierno y ERC tratan de rehacer puentes para fijar la metodología de la mesa de diálogo
Aragonès confirma que se reunirán el jueves o viernes próximos, mientras La Moncloa y la Generalitat intentan encapsular el fiasco de la operación para ampliar el aeropuerto de El Prat
El fiasco de la operación de 1.700 millones de euros para ampliar el aeropuerto de El Prat, finalmente descartada por el Gobierno porque no contaba con el apoyo decidido de la Generalitat, en especial de ERC, ha sido un golpe duro para la relación entre el PSOE y los republicanos, aliados clave de la legislatura. Pero tanto La Moncloa como el equipo de Pere Aragonès, el president, están haciendo esfuerzos en las últimas horas ...
El fiasco de la operación de 1.700 millones de euros para ampliar el aeropuerto de El Prat, finalmente descartada por el Gobierno porque no contaba con el apoyo decidido de la Generalitat, en especial de ERC, ha sido un golpe duro para la relación entre el PSOE y los republicanos, aliados clave de la legislatura. Pero tanto La Moncloa como el equipo de Pere Aragonès, el president, están haciendo esfuerzos en las últimas horas para encapsular este problema y evitar que complique aún más la mesa de diálogo, que se reunirá con toda probabilidad la próxima semana, como estaba previsto. De hecho Aragonès confirmó públicamente lo que se venía diciendo en privado: que se manejan las fechas del jueves o viernes para realizarla. La gestión de esa cita ya era complicada antes de la retirada de la inversión de 1.700 millones de euros, y sigue siéndolo después. Pero tanto el Gobierno como ERC, sus máximos impulsores -Junts nunca ha visto clara la utilidad de esta mesa- están negociando casi a diario para cerrar al menos una metodología de trabajo en este primer encuentro en Barcelona, lo que serviría para que los ciudadanos vean que al menos hay un horizonte para que se pueda avanzar en uno de los asuntos más delicados de la legislatura. Ninguno de los dos lados confía en poder ir mucho más lejos en esta primera cita.
Al Gobierno le gustaría avanzar en la agenda del reencuentro, un documento de 44 puntos que incluyen transferencias, grandes infraestructuras -la más importante era precisamente la de El Prat, ahora suspendida, pero hay muchas más-, impuestos, mejora de la financiación autonómica y otras cuestiones de gestión y mejora del autogobierno. Pero la Generalitat está empeñada en que el centro de la discusión debe ser la autodeterminación, el referéndum pactado y la amnistía, cuestiones que el PSOE rechaza de plano y que si fueran las únicas condenarían a un fracaso casi inmediato de la mesa. En esas está la discusión previa, que posiblemente no se acabará de cerrar hasta después de la Diada, que se celebra este sábado, y que es un momento clave para el independentismo. El discurso de Aragonès en esta jornada de reivindicación, hecho público por la Generalitat, muestra las dificultades que encontrará el Gobierno en esta primera reunión de la mesa: “hemos conseguido que el Gobierno esté en una mesa de negociación donde el Govern defenderá la amnistía y el derecho de autodeterminación, con toda la fuerza que demostramos cada 11 de septiembre”, señala Aragonès, que sin embargo también reivindica la mesa, una cuestión absolutamente estratégica para ERC frente a Junts.
De esta discusión entre el Gobierno y la Generalitat surgirá la decisión de si finalmente va o no Pedro Sánchez a la cita, algo que exigen los independentistas y que La Moncloa no rechaza de plano, pero se guarda como una carta negociadora para garantizar que el encuentro es un foro de diálogo y negociación real, con algunos resultados iniciales como la metodología, y no un fracaso desde el primer minuto con un choque total alrededor de la autodeterminación. La fecha, la agenda y la presencia de Sánchez están pues en negociación pero las fuentes consultadas creen que se alcanzará un acuerdo de mínimos que puede lograrse en cualquier momento.
Aragonès ha dado por hecho este viernes que la mesa de diálogo con el Gobierno central se reunirá finalmente el próximo jueves o viernes en Barcelona y se ha mostrado confiado en que el presidente Pedro Sánchez asistirá a la misma. “Sería lo natural, es lo que toca”, ha dicho en una entrevista en Catalunya Ràdio. Con todo, ha dejado claro que para su partido, Esquerra Republicana, el parón en el proyecto de ampliación del aeropuerto de El Prat es un escollo importante para las futuras relaciones con el Gobierno. “Esta maniobra no es gratis ni inocua”.
En la entrevista, Aragonès ha dejado clara su falta de confianza en el Gobierno a raíz de la suspensión de la inversión, una decisión que relaciona con la división en el seno del propio Ejecutivo de Pedro Sánchez con sus socios de Unidas Podemos, abiertamente en contra de los planes de Aena. “La vicepresidenta del Gobierno estaba este jueves en La Ricarda para expresar la oposición a la ampliación del aeropuerto que propone su Gobierno. Intentan esconder su propia división”, ha remachado. Por el contrario, desde el Ejecutivo insisten en que ha sido el rechazo del propio Aragonès el que ha dado al traste con el proyecto. El pasado viernes, pocas horas después de que el representante de la Generalitat diera el visto bueno al proyecto en una reunión técnica, Aragonés lanzó un tuit muy duro en el que exigía que se cambiase el plan para no afectar al parque natural pegado al aeropuerto, algo que en Aena consideran inviable. El Gobierno responsabiliza así a las dudas de Aragonès y de ERC, que incluso se iba a manifestar contra la ampliación el día 19, del fracaso de un plan que se había pactado entre los dos Ejecutivos y se anunció con gran pompa el 2 de agosto.
En ese sentido, Aragonès ha asegurado que nadie del Gobierno le trasladó en los últimos días ningún malestar por determinados posicionamientos de dirigentes republicanos. Y ha reconocido que la confianza de la Generalitat con el Gobierno en lo tocante a la gestión de las infraestructuras ha quedado ”muy mermada”. Si esa desconfianza tiene impacto o no en la mesa de negociación política es en lo que no se ha pronunciado con claridad.
El president sigue defendiéndola pese al clima que se ha generado estos días, aunque da por sentado que será “muy difícil”. Una cosa es que se haya mermado la confianza y otra “menospreciar” la mesa: “Puede haber un escepticismo lógico porque el Estado ha tenido el comportamiento que ha tenido en los últimos años y esto está presente en parte de la opinión pública, pero hay que tener confianza en la fuerza y el potencial de la parte catalana”.
Al margen de la opinión pública, voces destacadas de Junts per Catalunya, sus socios de Govern, han manifestado reiteradamente su desconfianza en la mesa. “Junts nunca ha apostado, y es legítimo, por poder llegar a un acuerdo con el Gobierno”, ha dicho Aragonès. También ha negado que el independentismo “haya descarrilado” como defendió recientemente el expresident Quim Torra. “Aquí no ha descarrilado nada. Si alguien cree que hay una vía alternativa que la explique y la concrete”, ha reclamado a la vez que ha insistido en que hay que mirar hacia adelante y no quedarse “enfangados” con el día a día.
Aragonès sigue defendiendo que el simple hecho de que exista la mesa ya es una victoria y que en ella se demandará el derecho a la autodeterminación y la amnistía. Un encuentro en el que la parte catalana no quiere hablar de infraestructuras tras la paralización de la inversión del aeropuerto. En relación con El Prat, Aragonès ha reiterado que la gestión de esas infraestructuras tiene que hacerse desde Cataluña, con plenas competencias, no de forma centralizada y ha apelado a las entidades económicas catalanas a estar ”al lado de las instituciones de Cataluña “.
También se ha negado a intentar buscar alguna solución para revertir la suspensión de la inversión de 1.700 millones de Aena: ”Desde la Generalitat no entraremos en una dinámica de chantaje, donde hay un trágala para que aceptemos la propuesta única que plantea Aena. En 15 días no jugaremos con el futuro de una infraestructura y la afectación medioambiental”.