Un vertido tóxico en el río Segre en Lleida deja a 25 pueblos sin agua potable

La Generalitat investiga la actividad de un polígono industrial para localizar el foco de la fuga

Un vertido de hidrocarburos en Lleida deja a 25 poblaciones sin agua de boca.ACA (Europa Press)

Un vertido de hidrocarburos en el río Segre a su paso por Lleida mantiene a 25 pueblos sin suministro de agua potable, desde el domingo. Se trata, básicamente, de municipios del Segrià y de la comarca de las Garrigues, y la incidencia afecta a unas 12.000 personas. Hasta nuevo aviso, se les ha recomendado no beber agua del grifo ni tampoco usarla para cocinar. La fuga se detectó este domingo por la mañana y técnicos de los Agentes Rurales y de l...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Un vertido de hidrocarburos en el río Segre a su paso por Lleida mantiene a 25 pueblos sin suministro de agua potable, desde el domingo. Se trata, básicamente, de municipios del Segrià y de la comarca de las Garrigues, y la incidencia afecta a unas 12.000 personas. Hasta nuevo aviso, se les ha recomendado no beber agua del grifo ni tampoco usarla para cocinar. La fuga se detectó este domingo por la mañana y técnicos de los Agentes Rurales y de la Agencia Catalana del Agua (ACA), el órgano de la Generalitat de gestión de aguas, han abierto una investigación para localizar el origen del derrame. Las diligencias se centran en el polígono industrial Segre, en las afueras de Lleida.

Más información

El delegado de la Generalitat en Ponent, el exconsejero de Acción Exterior Bernat Solé, ha informado este lunes por la mañana que la situación está “controlada”, pero los municipios afectados siguen sin suministro de agua y las restricciones podrían alargarse otros tres días más. La alerta por la contaminación del agua se dio durante la mañana del domingo, al detectarse la presencia de una lámina aceitosa sobre el río, a su paso por la zona del parque de la Mitjana de Lleida.

El derrame tuvo que ser bestial, fluyó durante horas y se escaparon muchos metros cúbicos”, afirma Sisco Esquerda, presidente de la mancomunidad de aguas de las Garrigues. Pese a ello, vaticina que el agua contaminada no llegó a colarse en ninguna vivienda porque se avisó rápido a los ayuntamientos para que bloquearan las captaciones. Se tomó la decisión de desviar el caudal del agua por el canal de Seròs, para concentrar el vertido en un solo punto y evitar que se esparciera por el río Segre. Los hidrocarburos terminaron concentrándose en el pantano de Utxesa, a unos 20 kilómetros de la cabecera del canal.

El ACA ha instalado barreras para contener los aceites y trata de recuperar el vertido mediante bombas y un camión cisterna. “En los próximos días veremos los resultados de las analíticas”, manifiesta Esquerda. La mancomunidad de aguas indica que hay municipios como Torres de Segre que tienen la posibilidad de proveerse de captaciones alternativas, pero todos aquellos que dependen de la aportación del canal de Seròs, una área de 40 kilómetros que abarca hasta el pueblo de Senan, en la Conca de Barberà, se han quedado sin agua potable hasta que no se verifique que tuberías y depósitos están limpios de tóxicos.

Más información

Archivado En