Poblenou inicia su propio referéndum para frenar el proyecto del barrio 22@
Más de 750 personas participan en la primera jornada de una votación que reclama más vivienda y menos oficinas y hoteles en la zona
Blanca Torres camina por delante del Casino del Poblenou y se para de sopetón al ver un cartel informativo: “Basta de hoteles y oficinas”. Torres, de 67 años, no se lo piensa. “Espera, Iván, que tenemos que votar. Ya está bien de hoteles en el barrio”, le dice.
La mujer es una de las 757 personas que participaron ayer por la mañana en la primera jornada del referéndum vecinal organizado por Nus, el sindicato del barrio del Pobleno...
Blanca Torres camina por delante del Casino del Poblenou y se para de sopetón al ver un cartel informativo: “Basta de hoteles y oficinas”. Torres, de 67 años, no se lo piensa. “Espera, Iván, que tenemos que votar. Ya está bien de hoteles en el barrio”, le dice.
La mujer es una de las 757 personas que participaron ayer por la mañana en la primera jornada del referéndum vecinal organizado por Nus, el sindicato del barrio del Poblenou, con el apoyo de otras 33 entidades sociales para decidir el futuro del barrio 22@ del Poblenou. Torres toma una papeleta y vota en contra del avance del actual proyecto. “Llevo viviendo 45 años en el barrio y ya ha cambiado mucho”, explica, “los vecinos no nos conocemos, las tiendas de toda la vida se han perdido y ahora quieren construir muchas oficinas”, justifica. La votación se cerrará hoy.
El ayuntamiento de Barcelona puso en marcha en 2017 un proceso de participación ciudadana para concretar el futuro del barrio, y el año pasado pactó incrementar los 5.200 pisos previstos hace dos décadas, cuando se inició el proyecto de transformación del barrio, hasta los 9.500. La asociación Observatori dels Barris del Poblenou, sin embargo, denuncia que de momento únicamente se han construido 1.600. El plan de Colau también incluye habilitar suelo para construir un millón de metros cuadrados de techo de actividad económica, que debería dar empleo a unos 60.000 trabajadores. El Observatori denuncia que “el 22@ no se pensó como un barrio donde viviría gente, sino exclusivamente como un sitio donde ir a trabajar”.
El referéndum se celebra en nueve puntos del barrio. Pueden votar los vecinos mayores de 16 años y las personas con una vinculación “acreditable” con la zona. “Es un proyecto de barrio, pero también de ciudad y tiene una afectación colectiva”, justifica Pol, uno de los voluntarios que recoge la documentación en un punto de votación.
La pregunta planteada a los vecinos llevó ayer a cierta confusión. La cuestión que aparece en las papeletas está planteada a la inversa y es especialmente larga: “¿Estás de acuerdo en detener el actual plan del 22 @ y su inminente modificación, que ponen por delante la construcción de oficinas y hoteles, y que se haga una nueva modificación que priorice: la preservación de la vivienda y patrimonio existente, la construcción de vivienda protegida, el impulso de la industria y producción local y la creación de zonas verdes y equipamientos?”.
”Sin gente en la calle”
Victòria Escuer, una de las informadoras de la organización, repreguntaba la opinión a algún votante que escogía la casilla del no. “Votar en negativo significa estar a favor del plan. Para reformularlo, se debe votar sí”, recordaba. La pregunta fue debatida al detalle por las entidades antes de hacerse pública, según explica un miembro de la organización. “Antes no era tan larga y era un poco más sencilla. Ahora tiene más matices porque parecía que se quería parar el plan sí o sí, y no es eso, sino replantearlo”.
Parte de los vecinos admiten el miedo a la deshumanización del barrio. Escuer asegura que las quejas vienen de lejos. “Nadie quería la Supermanzana”, asegura. “No hay bares ni talleres ni espacios comunes donde se pueda hacer vida de barrio. Cuando los niños vacían los parques, no hay nadie en la calle, y da miedo pasar por allí”. Escuer plantea que el avance del plan para el 22@ convierta el barrio en una zona fantasma. “La gente irá a trabajar, pero a partir de las siete de la tarde, cuando vuelvan a casa, las calles quedarán vacías”.
El Observatori denuncia la “especulación” de los solares vacíos. “La recalificación del suelo industrial en oficinas u hoteles multiplica el valor del suelo. Y numerosos propietarios han mantenido los solares vacíos viendo como el valor de la superficie subía”, ilustran en un documento informativo. Según sus cálculos, el 30% de las zonas afectadas por el 22@ son solares vacíos que acumulan 10 años de media sin uso.