Barcelona despliega la recogida de basura puerta a puerta
Sant Andreu implanta el sistema que busca mejorar los índices de reciclaje y reducir los residuos
Vecinos entregados al reciclaje y la reducción de residuos. Otros que todavía no reciclan la basura; o que sí pero auguran problemas. Recién llegados al barrio que no se han enterado. Y mayores con problemas de movilidad que necesitarán ayuda. Una parte del núcleo antiguo del ...
Vecinos entregados al reciclaje y la reducción de residuos. Otros que todavía no reciclan la basura; o que sí pero auguran problemas. Recién llegados al barrio que no se han enterado. Y mayores con problemas de movilidad que necesitarán ayuda. Una parte del núcleo antiguo del distrito de Sant Andreu de Barcelona comenzó este lunes la recogida puerta a puerta de basura.
Un sistema que consiste en que los vecinos bajan a la calle (de 20 a 22 horas) las distintas fracciones (resto, orgánico, papel y plástico) en días establecidos. Para ello se han retirado los contenedores (salvo los del vidrio) y se han repartido bolsas para cada tipo de basura y pequeños cubos a todos los vecinos. Este lunes, una jornada atípica porque era lunes pero último día de un puente, tocaba basura orgánica y papel.
El puerta a puerta busca mejorar los índices de separación de las distintas fracciones de basura y reducir los residuos. En Barcelona hasta ahora solo se había implantado en el casco antiguo de Sarrià. La alcaldesa Ada Colau se ha propuesto extender el sistema a toda la ciudad en 2025. El objetivo en este 2021 es llegar a Sant Andreu, Sant Antoni (Eixample) y Horta. El concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia, defiende la rapidez en la implantación para evitar que los vecinos de un barrio que tiene puerta a puerta se desplacen con las bolsas de basura al de al lado, donde todavía hay contenedores.
De hecho, ocurría ya en la primera jornada, tras la retirada de 238 contenedores de la madrugada anterior. La calle de Rubén Darío es una de las fronteras, y a media mañana, Dani (24 años) bajó de casa con una bolsa de basura mezclada y cruzó la calle para tirarla. “Me encanta la naturaleza y la pesca, y soy de los que cuando va al monte recojo basura si hay. Pero cuestiono si no sería mejor reciclar en destino, en las plantas de reciclaje. No sé si merece la pena tanta inversión”, dudaba. Pero aseguraba que comenzará a separar.
A pocos metros, la pareja formada por Santiago y Pilar, jóvenes, explicaba que acaba de mudarse al barrio. “No estamos ni empadronados, no sabíamos que son estos buzones metálicos que han puesto en la calle”. Son para la basura de edificios de más de 42 viviendas, para evitar acumular cubos en la calle, y solo pueden abrirlos sus vecinos.
De la posible acumulación se quejaba Rosa, de mediana edad: su edificio es de 23 vecinos y auguraba follón. “Para cuando los recojamos por la mañana, vete a saber si se ha meado un perro en el bujol. Este sistema parece pensado para gente que no tiene nada más que hacer”.
Para implantar el puerta a puerta el consistorio ha repartido cubos para el orgánico y bolsas para cada fracción. Todo con chips que permitirán identificar a los vecinos, alertarles (sin multas) si lo hacen mal. Y en el futuro, bonificar la tasa de residuos a los que más reciclen.
30.000 vecinos y excepciones por si no les encaja el horario
El sistema de recogida de basura puerta contempla excepciones para cuando los 30.000 vecinos afectados en esta primera fase no se puedan adaptar a los horarios previstos para dejar la basura en la calle: porque no están en casa, porque se marchan de la ciudad, porque tienen movilidad reducida...
El sistema afectará a 11.600 viviendas. La fracción orgánica se recogerá tres días a la semana, el plástico dos días, y el papel y la fracción resto, un día a la semana.
Para poder tirar la basura fuera del horario o día que toca habrá una camioneta recorriendo el barrio de lunes a sábado. Tendrá 10 paradas y su operativa está pensada, por ejemplo, para familias que tiran pañales y no pueden guardarlos toda la semana en casa hasta el día que toca tirar la fracción resto (pañales, compresas o residuos sanitarios). En el caso de las personas con problemas de movilidad o que viven solas, pueden pedir al Ayuntamiento que les recoja la basura en casa.
En Cataluña ya hay 200 municipios que tienen el sistema implantado. El mayor es Berga (16.000) habitantes. El método responde a la directiva de la Unión Europea que fija que en 2030 debe reciclarse el 60% de la basura. En Sarrià, el índice de recogida selectiva ha pasado del 19% en 2018 al 55% en la actualidad.