Un condenado por agredir a un sintecho en Barcelona deberá seguir un curso sobre diversidad

El hombre humilló y agredió a una persona que dormía en un cajero de la ciudad

Una persona sin hogar duerme en la plaza del Pedró, en el casco antiguo de Barcelona.Albert Garcia (EL PAÍS)

Una juez ha condenado a seis meses de cárcel a un hombre que humilló y agredió a un sintecho que dormía en un cajero de Barcelona. El hombre podrá eludir el cumplimiento de la pena si no reincide y si participa en dos programas formativos; uno de ellos, sobre “aceptación de la diversidad”. Esta medida, solicitada por el fiscal, es cada vez más habitual en casos de aporofobia (miedo al pobre) y en otros delitos contra la ...

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Una juez ha condenado a seis meses de cárcel a un hombre que humilló y agredió a un sintecho que dormía en un cajero de Barcelona. El hombre podrá eludir el cumplimiento de la pena si no reincide y si participa en dos programas formativos; uno de ellos, sobre “aceptación de la diversidad”. Esta medida, solicitada por el fiscal, es cada vez más habitual en casos de aporofobia (miedo al pobre) y en otros delitos contra la integridad moral.

La sentencia es fruto de un acuerdo entre la defensa y la Fiscalía, de modo que es firme. A cambio de aceptar los hechos, el hombre -que pidió perdón a la víctima en el juicio- ha logrado una rebaja de la pena. Tendrá que pagar una multa de 150 euros y no podrá acercarse a menos de un kilómetro ni comunicarse con el sintecho.

Los hechos ocurrieron la noche del 22 de diciembre de 2017. El condenado entró en el habitáculo de una entidad bancaria de la Gran Vía y, para “herir el amor propio y menoscabar la dignidad” de dos personas que estaban durmiendo junto al cajero, les insultó: “Sois unos rastreros”, “no tenéis derecho a vivir”, “sois basura”, declara probado la sentencia.

“Vete del cajero o te parto la cara”, llegó a amenazar a una de las personas sin hogar, a la que pisó en un pie al salir. La víctima se levantó para recriminarle su comportamiento en la calle y fue allí donde el causado le propinó varios empujones y un fuerte puñetazo en la mejilla. La escena fue contemplada por diversos transeúntes, que le afearon la acción y alertaron a los Mossos d’Esquadra. Pero el hombre se volvió también contra ellos: “Esta gente no debe estar aquí”.

La sentencia recuerda que el sintecho se encontraba en una situación “muy vulnerable” a cualquier agresión y que el episodio del 22 de diciembre ahondó en su “ánimo deprimido”.

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