Cataluña destina ya más dinero a ayudas que a gasto sanitario anticovid
La Generalitat dedica en el primer trimestre 738 millones a paliar el impacto económico de la pandemia
La expansión del coronavirus en Cataluña ha entrado en una fase de estabilidad que parece dejar atrás los peores meses de la pandemia. Esa situación se ha trasladado a la ejecución presupuestaria de la Generalitat, en la que ha habido un trasvase de prioridades en el gasto para afrontar el coronavirus. La partida destinada a la actividad sanitaria ya no es la principal; le supera lo que el Departamento de Vicepresidencia y Economía y Fin...
La expansión del coronavirus en Cataluña ha entrado en una fase de estabilidad que parece dejar atrás los peores meses de la pandemia. Esa situación se ha trasladado a la ejecución presupuestaria de la Generalitat, en la que ha habido un trasvase de prioridades en el gasto para afrontar el coronavirus. La partida destinada a la actividad sanitaria ya no es la principal; le supera lo que el Departamento de Vicepresidencia y Economía y Finanzas denomina gasto indirecto o inducido, en el que este inicio de año pesan sobre todo las ayudas y las subvenciones. 322,8 millones de euros contra 738,6 millones, respectivamente.
Fuentes del Departamento de Economía dudan, no obstante, de que la situación de los tres primeros meses del año se vaya a mantener durante todo 2021. De hecho, explican, ese giro en la política de gasto se debe en parte a la aprobación del mayor paquete de ayudas aprobado por la Generalitat para empleados, trabajadores autónomos y empresas afectadas por la pandemia: 618 millones de euros salidos del Consell Executiu en enero pasado. Es una cuantía casi equivalente al resto de ayudas ofrecidas durante todo el año pasado, cuando las primeras medidas restrictivas para frenar la propagación del coronavirus apenas tuvieron acompañamiento económico del Govern.
El Ejecutivo, en funciones tras las elecciones de febrero, de momento no tiene previsión de inyectar más recursos públicos y está a la espera de que lleguen los 993 millones que el Estado debe transferir a Cataluña para ayudar a empresas en apuros por la crisis. Todavía es incierta la fecha de recepción de esos fondos.
En la partida de 738 millones de gasto indirecto acumulado entre enero y marzo hay otros apuntes contables. Por ejemplo, se incluyen 44,5 millones de euros que se han destinado a los operadores de transporte público, que han visto como la movilidad y los ingresos caían mientras se tenían que mantener los servicios. O los 35 millones que la Generalitat ha utilizado para contratar a personal extra para desdoblar grupos en las escuelas.
Según el último informe de ejecución mensual presupuestaria de la Generalitat, entre enero y marzo el Govern destinó 301,2 millones a gasto sanitario directo para luchar contra la covid y 21,5 millones más en dispendio sociosanitario. De esas partidas, casi una tercera parte está en personal sanitario ad hoc para la lucha contra la covid y casi otro tercio (97,8 millones) en conciertos con centros que están fuera del perímetro de consolidación presupuestaria de la Generalitat, hospitales en muchas ocasiones que bien son de empresas privadas o entidades sin ánimo de lucro, e incluso municipales.
El Govern ha dedicado sus esfuerzos en lo que va de año a reducir la tercera ola y limitar el auge de la cuarta, sobre todo por la presión en las UCI. El Departamento de Salud notificó cerca de 3.400 fallecidos con covid entre el 7 de enero y el 15 de marzo, cuando aplicó el confinamiento comarcal. La cifra es superior a la segunda ola, de octubre a diciembre, en la que se notificaron unas 3.000 víctimas.
Los hospitales, sin embargo, garantizaron la mayor parte de la actividad no covid porque la Generalitat estrenó a principios de año cinco hospitales satélite que relajaron la presión en las plantas, y las plantillas sanitarias ya no tenían prácticamente más margen de crecimiento porque los profesionales titulados ya estaban todos contratados. Precisamente una de las críticas más habituales de los gerentes de los hospitales ha sido que no podían incorporar a nuevos sanitarios para utilizar adecuadamente los nuevos espacios habilitados.
La vacunación y las restricciones son dos de los factores que han influido para reducir los índices epidemiológicos hasta el punto de que la temida cuarta ola ha quedado de momento en un repunte estabilizado. Pero el Govern sigue temiendo por la presión en las UCI, que se mantiene en 500 camas ocupadas por tercera semana consecutiva. A pesar de que los índices no se han descontrolado en las últimas seis semanas, la Generalitat ha mantenido las restricciones en los sectores económicos para confirmar el equilibrio de la pandemia.