Pere Aragonès acude hoy a una investidura fallida por el desacuerdo con Junts
El líder republicano tendrá que someterse a una segunda votación para ser presidente de la Generalitat
La ejecutiva de Junts per Catalunya ha frustrado este jueves la investidura inminente de Pere Aragonès como president al anunciar que sus 32 diputados se abstendrán en el debate de hoy viernes. El republicano solo contará con 42 escaños sobre 135: los 33 de ERC y los nueve de la CUP, cuyas bases aprobaron dar el sí a Aragonès. Junts tensa la cuerda al no investir en el primer intento al líder de su socio de Govern y fuerza así un seg...
La ejecutiva de Junts per Catalunya ha frustrado este jueves la investidura inminente de Pere Aragonès como president al anunciar que sus 32 diputados se abstendrán en el debate de hoy viernes. El republicano solo contará con 42 escaños sobre 135: los 33 de ERC y los nueve de la CUP, cuyas bases aprobaron dar el sí a Aragonès. Junts tensa la cuerda al no investir en el primer intento al líder de su socio de Govern y fuerza así un segundo debate, previsiblemente el próximo martes, para el que no hay posición fijada. Las negociaciones siguen pero la decisión agría más la relación entre ambos.
La decisión estaba casi cantada. No sorprendió en ERC que Junts optara por la abstención. Tras dos horas de intensa reunión telemática, el partido de Carles Puigdemont anunció el sentido de su voto y dejó la investidura en el aire. Desde el lunes ya había enviado mensajes: quieren que el president sea Aragonès, no forzarán unas nuevas elecciones pero el pacto no está maduro. ERC acogió con perplejidad el criterio de Junts al entender que ha cumplido su parte del pacto al votar a favor de Laura Borràs (Junts) como presidenta del Parlament.
En una escueta nota, Junts afirmó que de las negociaciones no se había alcanzado un acuerdo de legislatura que garantizara un Govern estable que permita salir de la crisis social por la covid-19 y poner en marcha el mandato del 14-F en el que el independentismo logró el 52% de los votos.
Hace dos semanas, Junts llevó al extremo la negociación sobre la Mesa de la Cámara y este jueves repitió el papel. Nunca se puede dar nada por hecho en la montaña rusa del Parlament pero esta vez no parece que en las horas previas llegue un cambio de guion. ERC, que celebró una ejecutiva, se resignó a una segunda vuelta del debate. Entonces solo bastará la mayoría simple. ERC, Junts y la CUP suman 74 diputados.
Los republicanos se llevaron este jueves una de cal y otra de arena. Las bases de la CUP celebraron el miércoles sus asambleas y aprobaron por una holgada mayoría el preacuerdo con ERC. Un 59,31% de los afiliados se decantó por el sí (564 votos); un 38,59% por el no (367); y un 2,10% votó en blanco (20). El resultado permitía a republicanos y anticapitalistas presionar a Junts para mover ficha y evitar la idea de división en la mayoría independentista.
“No es un acuerdo de gobierno. Es de mínimos para empezar este nuevo ciclo político y la legislatura”, dijo la diputada Eulàlia Reguant (CUP). El texto incluye, por ejemplo, un aumento en el gasto de la atención primaria, la revisión del modelo de seguridad pública y un nuevo referéndum, sin especificar. La anticapitalista avisó de que no se trata de “un cheque en blanco”. El acuerdo será revisado por si ERC cae “en dinámicas partidistas”. De hecho, incluye una moción de confianza de Aragonès a medio mandato.
Los papeles parecieron este jueves cambiados: La CUP, el partido antisistema, pidió sin éxito a Junts, heredero en buena parte de Convergència, “responsabilidad” y que se sumara al acuerdo para facilitar la investidura. Sus negociaciones con ERC siguen y han esbozado un plan de gobierno conjunto pero el partido de Puigdemont cree que aún hay margen para avanzar en política social como en la hoja de ruta independentista. En el centro del huracán está el llamado Consell de la República, que lidera Puigdemont. “Pese a las limitaciones, las incomprensiones y los ataques, hemos hecho buen trabajo”, defendió este jueves el expresidente, que cargó veladamente contra ERC. Su secretaria general, Marta Rovira, aseguró desde Ginebra, adonde huyó de la justicia, que la idea es “construir un liderazgo colectivo de un movimiento diverso”.
El voto de Lluís Puig
La Mesa del Parlamento catalán ha aceptado el voto delegado de Lluís Puig, fugado de la justicia en Bruselas desde noviembre de 2017. El PSC y Ciudadanos presentaron este jueves sendas peticiones de reconsideración al entender que el reglamento solo contempla esa medida por bajas de maternidad, paternidad o enfermedad. Antes de celebrarse el pleno de hoy, la Mesa se reunirá y debatirá las solicitudes pero la mayoría independentista las tumbará. El voto de Puig no es determinante al contar el secesionismo con una mayoría holgada de 74 diputados.