Cataluña frena su desescalada por la aceleración del virus
El repunte en la velocidad de transmisión del coronavirus aboca al Govern a paralizar la ampliación de aforo en la restauración, el comercio y las actividades culturales
El repunte de la transmisión de la covid-19 en Cataluña ha obligado a la Generalitat a frenar su plan de desescalada. Después de la primera semana con la restauración y las actividades culturales abiertas tras la segunda ola, la consejera de Salud, Alba Vergés, ha confirmado este jueves que la comunidad no pasará el próximo lunes a la fase 2 de su plan de reapertura, como estaba previsto. A poco más de 20 días de la Navidad, cuando se espera que aumenten las interacciones sociales y la movilidad debido a las fiestas, la curva epidémica ha volteado su tendencia descendente y la velocidad de exp...
El repunte de la transmisión de la covid-19 en Cataluña ha obligado a la Generalitat a frenar su plan de desescalada. Después de la primera semana con la restauración y las actividades culturales abiertas tras la segunda ola, la consejera de Salud, Alba Vergés, ha confirmado este jueves que la comunidad no pasará el próximo lunes a la fase 2 de su plan de reapertura, como estaba previsto. A poco más de 20 días de la Navidad, cuando se espera que aumenten las interacciones sociales y la movilidad debido a las fiestas, la curva epidémica ha volteado su tendencia descendente y la velocidad de expansión del virus (la Rt, que mide a cuántas personas contagia de media un positivo) empieza a crecer. Por tercer día consecutivo sube y se sitúa en 0,92, por encima del parámetro estipulado por el Govern para pasar a una nueva fase que implicaría ampliar los aforos de la restauración, el comercio y la cultura.
“Tenemos una tendencia al alza. Ha habido un cambio brusco en nuestros indicadores. La Rt se ha disparado. No ha habido tiempo de reducir la presión asistencial”, ha advertido Vergés. La decisión del Procicat, el órgano del Govern que coordina la respuesta a la pandemia, implica que Cataluña se mantendrá en la fase 1 de su desescalada otras dos semanas. “Proyectamos que seguiremos creciendo. Esperábamos un repunte, pero no a esta velocidad y rapidez”, ha admitido el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon.
Los datos epidemiológicos actualizados este jueves por el Departamento de Salud confirman que se ha roto la tendencia a la baja de la epidemia y que vuelven a rebrotar los casos tras la apertura parcial hace 10 días de bares, restaurantes, gimnasios, cines y teatros. De hecho, según los últimos datos del Departamento de Salud, que corresponden a la semana del 23 al 29 de noviembre, la primera semana con la restauración y los eventos culturales abiertos, se han registrado 8.467 nuevas infecciones. “Estábamos bajando a un ritmo de 6% de casos diarios. Pasamos de 30.000 casos semanales a 8.000. Pero esta reducción, el jueves pasado se frena. Seguimos bajando, pero bajamos a porcentajes menores del 3%”, ha señalado Argimon.
El riesgo de rebrote (EPG), que mide el crecimiento potencial de la pandemia, que bajaba en Cataluña desde el 23 de octubre, ha vuelto a subir por tercer día consecutivo y se ha situado en 217 puntos, siete más que ayer. Es decir, un riesgo todavía muy alto. “El descenso se frena el cuarto día tras la reapertura. Esta pandemia va relacionada con la interacción social y la movilidad y seguramente este es el trasfondo que hay detrás del aumento de la Rt”, ha admitido Argimon
El repunte de la velocidad de transmisión del virus y el cambio de tendencia en la curva epidémica ha coincidido, paradójicamente, con el anuncio del Govern de que flexibilizará el toque de queda (de las 22.00 a la 1.30) en los días festivos de Navidad y permitirá las reuniones sociales de hasta 10 personas, niños incluidos. El Ejecutivo catalán ha asegurado que seguirán adelante con este plan navideño —similar al acordado ayer por todas las autonomías en el Consejo Interterritorial de Salud— independientemente de la evolución curva epidémica.
La presión asistencial en los hospitales sigue siendo elevada. Hay 1.591 pacientes hospitalizados, 83 menos que ayer, pero todavía son cifras que ponen en jaque la actividad habitual de algunos hospitales. De ellos, todavía permanecen en cuidados intensivos 438 enfermos críticos. “Gestionar un rebrote sería complicadísimo con las UCI así”, ha asumido la consejera de Salud.