“Quiero la PCR porque me voy de viaje”
Aumentan las pruebas de detección del coronavirus en los laboratorios a causa de los desplazamientos veraniegos
“¿A dónde va? Depende del país, el margen para la validez de la prueba PCR es de 72 horas o de 48 horas”. La pregunta se la hacen desde el otro lado del cristal de la recepción de unos laboratorios de Barcelona a una mujer que se presenta con un volante de un médico de cabecera con la petición del test para detectar la presencia del virus de la covid-19. No se encuentra mal, no tiene síntomas sospechosos de haberse infectado, no sabe si ha podido estar en contacto con algún positivo o con un portador asintomático. La razón de su...
“¿A dónde va? Depende del país, el margen para la validez de la prueba PCR es de 72 horas o de 48 horas”. La pregunta se la hacen desde el otro lado del cristal de la recepción de unos laboratorios de Barcelona a una mujer que se presenta con un volante de un médico de cabecera con la petición del test para detectar la presencia del virus de la covid-19. No se encuentra mal, no tiene síntomas sospechosos de haberse infectado, no sabe si ha podido estar en contacto con algún positivo o con un portador asintomático. La razón de su petición es que va a emprender un viaje y el país al que va le exige un certificado conforme ha dado negativo a la prueba PCR.
Una mujer planteó como regalo de bodas una PCR a todos los invitados
Un requisito que se ha ido extendiendo a medida que España —y en concreto Cataluña, entre algunas comunidades españolas— ha ido teniendo rebrotes de coronavirus. Grecia y Austria la exigen, y Bélgica y Alemania, en algunos casos. No siempre es por un viaje al extranjero: en otras ocasiones se pide por una suerte de prevención, especialmente si se va a convivir o estar en contacto con personas mayores.
A las diez de la mañana, la cola en la calle de Provença, en los laboratorios Echevarne, de Barcelona, es de no menos de 30 personas. Bastantes son para PCR. “En la recepción no preguntamos el motivo específico porque se hace con prescripción médica”, explica Nati Plana, gerente de los laboratorios que añade que la inmensa mayoría de los PCR que realizan dan resultado negativo. En las últimas semanas, los viajes al extranjero o de vacaciones y el descarte de las empresas en la que se ha producido un positivo son las causas más frecuentes. Con excepciones, como la de una mujer que les planteó hacer un PCR a todos los invitados a una boda como regalo al novio, para garantizar que en el convite no hubiera ningún positivo, explica la gerente, que aclara que no hicieron el “PCR regalo de boda”.
No pocas de las consultas que se hacen a los internistas en las últimas semanas plantean el deseo de someterse a la PCR. “Cada vez es más frecuente, sobre todo por personas que conviven con jóvenes que pueden ser asintomáticos y que temen contagiar a familiares con enfermedades de riesgo o a los más mayores en las vacaciones. Hace unos días prescribí la práctica de un PCR a una mujer que se iba a cuidar a sus padres a un pueblo de Guadalajara y quería estar más tranquila. Es algo que cada vez se pide más, también, por la alarma que están provocando los rebrotes. Y los médicos lo prescribimos con más normalidad porque ahora hay más capacidad para hacer los test”, explica Javier Herranz, internista de la privada.
Las aseguradoras privadas no suelen cubrir el coste de la PCR —que oscila entre los 120 y 140 euros— a no ser que se incluya en la práctica de más análisis o pruebas.
Los epidemiólogos se oponen a realizar las pruebas “por si acaso”
Ese PCR “por si acaso” o “preventivo” no tiene ningún sentido y obedece, más bien, a una sociedad que está hipermedicalizada. Es la opinión de Joan Ramón Villalbí, epidemiólogo y miembro de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), que cree que las peticiones de PCR que no obedecen a la sospecha de la enfermedad o por el riesgo claro de contagio forma parte del “consumo” sanitario y por la tradición de que el sector privado “asuma lo que no quiere hacer el público”. Subraya que la prueba no es exacta al 100% y que por eso su valor es “dudoso” a efectos de prevención. Opina que su realización solo está justificada si hay síntomas, contactos positivos “o en casos de transmisión comunitaria” como los cribajes masivos que se han hecho en Terrassa, Sabadell o Santa Coloma de Gramenet”.
Otra cuestión es que la PCR es algo así como una foto fija: “También es posible estar contagiado pero con una baja carga viral y que no se detecte y que se manifieste al cabo de unos días. O que el contagio se produzca en el ínterin del resultado [suele ser de 48 horas], argumenta Jesús Molina, epidemiólogo y portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene. “La PCR no es ningún pasaporte para las vacaciones, lo importante es seguir con las medidas de distancia, mascarilla e higiene”, insiste.