La escuela privada pierde 28 millones al mes por la pandemia
La reducción de ingresos por impagos, bonificaciones y servicios no prestados hace mella en las cuentas del sector
Las escuelas privadas pierden mensualmente 28 millones de euros a raíz del cierre de los centros educativos por la pandemia, según un recuento hecho por EL PAÍS con las patronales de las escuelas privadas, la concertada y las escuelas infantiles. El sector asegura que está sufriendo problemas de liquidez debido al aumento de los impagados, a la reducción de los importes en las cuotas y a los recibos no emitidos de servicios que se han dejado de prestar.
El Departamento de Educación, como el resto de las áreas, está recopilando datos para cifrar a cuánto asciende el impacto del coronavir...
Las escuelas privadas pierden mensualmente 28 millones de euros a raíz del cierre de los centros educativos por la pandemia, según un recuento hecho por EL PAÍS con las patronales de las escuelas privadas, la concertada y las escuelas infantiles. El sector asegura que está sufriendo problemas de liquidez debido al aumento de los impagados, a la reducción de los importes en las cuotas y a los recibos no emitidos de servicios que se han dejado de prestar.
El Departamento de Educación, como el resto de las áreas, está recopilando datos para cifrar a cuánto asciende el impacto del coronavirus en los diferentes sectores. El de la concertada eleva el golpe a casi 17 millones de euros; la privada, a 8 millones; y las escuelas infantiles privadas, a 3 millones, que suman un total de 28 millones. Todas las estimaciones se enviarán a Economía, que a su vez lo hará llegar al Gobierno central para poder acceder a fondos de ayuda. Educación asegura que está analizando “todas las ayudas que se tienen que establecer para la recuperación económica del sector y habrá que ver qué recursos llegan del Estado para dar respuesta a las necesidades planteadas”.
El sector de la privada concertada, que incluye a 700 centros, 365.000 alumnos y 19.000 profesores, eleva sus pérdidas a 16,8 millones al mes mientras dure el confinamiento. Las cinco patronales han elaborado conjuntamente un “plan de rescate”, en el que aseguran que el confinamiento los ha puesto “al límite de la quiebra”. El motivo: la caída en picado de los ingresos debido a varios factores. Por un lado, el aumento de los impagos. La fundación Escola Cristiana —la principal patronal, con 400 asociados— admite que los recibos retornados se han duplicado y rondan el 4%. “En algunos casos es menor, pero tenemos casos extremos de un 75% de impagos y eso es inaguantable”, apunta Miquel Mateo, secretario general adjunto de la entidad.
A ello se le añaden las bonificaciones generalizadas que las escuelas han aplicado en las cuotas y que pueden oscilar del 15% a más del 50%, en algunos casos. Pero Carles Camí, presidente de la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza, apunta que “el agujero más grande" en los balances viene provocado por dejar de cobrar servicios complementarios como el comedor, excursiones o extraescolares. “Estos importes, además de cubrir los costes de la actividad, tienen un margen que van al sustento de las escuelas”, añade.
La merma de ingresos se añade a la infrafinanciación histórica que denuncia sistemáticamente la concertada: perciben unos 2.000 euros anuales por alumno, mientras que la pública cuenta con 6.000, según sus cifras. “Si la Generalitat pagara lo que tiene que pagar la crisis actual no la notaríamos tanto”, asevera Mateo.
Las escuelas privadas, por su parte, aseguran que son “las más afectadas” porque no reciben ayudas de la Generalitat. Todavía están ultimando las cifras, pero calculan las pérdidas en ocho millones mensuales. “La situación económica es grave, estamos funcionando con una merma importante de ingresos y estamos tirando de reservas”, admite Àlex Cerdà, presidente de Epic, la patronal de la privada, un sector que cuenta con 60 centros, 45.000 alumnos y unos 5.000 trabajadores.
Este sector también ha sufrido una reducción de ingresos en las cuotas, que suponen la vía de financiación de estas escuelas. Y también se han visto obligadas a aplicar un ERTE que ha afectado a personal no docente, pero mantienen las nóminas del profesorado, cosa que los lleva a reprochar a la concertada sus lamentos. “Casi el 70% del presupuesto de una escuela son para las nóminas del personal y a la concertada se lo paga Educación”, espeta Cerdà. La privada también se queja de que Educación les obligue a cumplir normas como a la pública o la concertada, pero que después les dejen de lado, por ejemplo, en las protecciones sanitarias. “Educación no nos facilita EPI. No pueden tratar a nuestros alumnos de forma diferente, estamos hablando de una emergencia sanitaria”, remata Cerdà.
“Varias escuelas ya están haciendo números para cerrar”
El panorama en las escuelas infantiles privadas —700 centros, 30.000 alumnos y 5.000 trabajadores— también es sombrío. Los conciertos educativos no llegan a la etapa de cero a tres años, solo una pequeña ayuda de 300 euros anuales de la Generalitat a contadas entidades sin ánimo de lucro. Así, dependen básicamente de las cuotas de las familias, que muchas continúan pagando, con un importe reducido.
Las tres patronales del sector también han presentado su propio plan de rescate, que cifran en 3,3 millones al mes. Pero también les preocupa el plazo para cobrar. “No queremos el dinero del plan de rescate para empresas que se hayan hundido, sino que hay que hacer un acompañamiento durante todo el confinamiento. Las empresas están viviendo gracias a la colaboración de los padres”, explica Jordi Fibla, secretario de la asociación de escuelas infantiles de Cataluña, la principal del sector. Fibla considera “urgente” que los fondos lleguen en junio porque algunos centros no aguantan más. “Varias escuelas nos han dicho que están haciendo números para cerrar. Solo esta semana ya han sido tres o cuatro”, remata.