Los hospitales se blindan para evitar el colapso

Los grandes centros sanitarios anulan actividad no urgente y reestructuran sus servicios para sortear el impacto del coronavirus

Barcelona -
Una mujer protegida con una máscara sale del hospital Clínic de BarcelonaNACHO DOCE (Reuters)

La pandemia de coronavirus ha puesto en jaque al sistema sanitario. Para sortear un eventual colapso, los hospitales catalanes han comenzado a desplegar sus planes de contingencia. Reducir al mínimo intervenciones y consultas no urgentes para liberar camas, establecer circuitos diferenciados en urgencias para evitar contagios y limitar las visitas a pacientes son las medidas más urgentes. El Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) no desca...

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La pandemia de coronavirus ha puesto en jaque al sistema sanitario. Para sortear un eventual colapso, los hospitales catalanes han comenzado a desplegar sus planes de contingencia. Reducir al mínimo intervenciones y consultas no urgentes para liberar camas, establecer circuitos diferenciados en urgencias para evitar contagios y limitar las visitas a pacientes son las medidas más urgentes. El Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) no descarta reconvertir quirófanos en unidades de cuidados intensivos para atender los casos más graves.

Cataluña ya supera los 700 afectados por coronavirus, ocho de ellos fallecidos y 41 en estado grave. Es la segunda comunidad autónoma, solo por detrás de Madrid, con más casos. Con la curva epidémica al alza, el Departamento de Salud ya estima que los hospitales catalanes pueden llegar a doblar la actividad sanitaria a la que tienen que hacer frente. A esta presión asistencial añadida se suman las bajas de sanitarios que han sucumbido al virus -65 en Cataluña- o se mantienen en cuarentena tras haber estado en contacto con algún caso positivo. Ejemplo paradigmático de esta situación es el hospital de Igualada, la zona cero de un brote de coronavirus que ha obligado a confinar a unas 70.000 personas de cuatro municipios. El episodio infeccioso ha afectado a 67 personas, 36 de ellas sanitarios, y hay otras 250 vecinos aislados, la mayoría profesionales del hospital.

Con este escenario sobre la mesa, los grandes hospitales catalanes han empezado a desplegar los planes de contingencia que llevan semanas preparando. Por lo pronto, se ha generalizado, por orden del CatSalut, la suspensión de las intervenciones y consultas no urgentes. Según cómo avance la pandemia, los centros sanitarios guardan en la recámara medidas más drásticas. “El sistema sanitario no está al límite. Los hospitales tienen alguna complicación, pero lo que están haciendo es preparasey reorganizarse para atender bien lo importante”, valoró ayer la consejera de Salud, Alba Vergès, en declaraciones a Rac1.

En el hospital Clínic de Barcelona, centro de referencia para atender los casos de coronavirus más graves desde el inicio de la epidemia, los planes de contingencia ya se han comenzado a desplegar. Se ha desprogramado el 50% de la cirugía no urgente y se ha potenciado la hospitalización a domicilio para liberar camas y evitar eventuales exposiciones al virus. El hospital, ubicado en el centro de la capital catalana, también se ha sectorializado: hay dos circuitos paralelos en las áreas de urgencias, cuidados intensivos y hospitalización convencional para separar a las personas con y sin coronavirus.

El Vall d’Hebron, el hospital más grande de Cataluña, tendrá capacidad para unas 100 camas de pacientes críticos. La suficiencia de plazas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) es, precisamente, uno de los elementos que más preocupa a los expertos: si la curva epidémica sigue en ascenso, no habrá recursos suficientes para atender a los casos más graves que requieren, por ejemplo, ventilación mecánica. Para sortear esta situación y reducir el riesgo de transmisión, Vall d’Hebron ya ha habilitado camas de hospitalización dedicadas solo a personas con el virus. El centro también ha dividido los equipos sanitarios de varios servicios en dos grupos para evitar contagios generalizados entre los profesionales.

Donde también se han reducido consultas y cirugías es el hospital del Mar para reducir la demanda de camas. El centro ha habilitado plazas en el hospital de la Esperanza (de su propiedad) para esponjar su área de hospitalización y la planta del servicio de Infecciosos se está dedicando progresivamente a pacientes con la Covid-19. La sala de espera de familiares en urgencias se ha reconvertido en un espacio de triaje y derivación de pacientes con problemas respiratorios y se han reforzado facultativos de medicina interna, urgencias e infecciosos. Si fuese necesario para atender los casos graves, el centro reconvertirá salas de reanimación postquirúrgica en áreas de pacientes críticos.

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En el hospital de Sant Pau de Barcelona se han habilitado áreas complementarias de urgencias y de hospitalización. En el complejo hospitalario de Mataró se ha desprogramado toda la actividad no urgente y solo se mantendrán operativos cuatro de los 11 quirófanos del centro. “Así se podrán reubicar los equipos profesionales en otras áreas para dar respuesta a las necesidades de atención al paciente hospitalizado y a la actividad de urgencias”, explican desde el hospital.

“Se ha dejado llegar al límite y tener los profesionales ya exhaustos. Ahora hay que esperar que el tsunami sea lo más suave posible. Es difícil saber si con los planes de contingencia llegaremos a dar la respuesta adecuada o nos quedaremos cortos. Este sistema ya está sumamente tensionado”, valora Josep Maria Puig, secretario general del sindicato Metges de Catalunya. El director del CatSalut, Adrià Comella, aseguró el viernes que, si fuese preciso, los quirófanos podrían transformarse en UCI. “Las camas las adaptamos según la demanda. La capacidad instalada es alta. Pero es muy probable que algunos quirófanos se instalen como UCI”, indicó. Salud también mantiene contactos y “buena sintonía”, dijo Comella, con los hospitales privados, que ya se han ofrecido a reforzar el sistema con sus recursos si fuese necesario.

Emergencias, al 112

Salud ha pedido hacer un uso racional de los servicios sanitarios para evitar que colapse un sistema ya tensionado. Así, para emergencias o problemas de riesgo vital, las autoridades recomiendan llamar al 112. El 061 Salut Respon, que ha llegado a quintuplicar las llamadas estos días (de 5.000 a 25.000 diarias) se reserva para consultas sanitarias relevantes. Todos los cuadros clínicos leves o consultas informativas se derivan a la web de Salud y a los teléfonos de centros de atención primaria de referencia.

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