Ir al contenido

Madrid después de la muerte de Franco: entre el duelo y la esperanza

Colita fotografió tres momentos clave tras la muerte de Franco: las colas para visitar la capilla ardiente, la expectativa cívica ante la proclamación de Juan Carlos como rey y el funeral de Estado celebrado a las puertas del Palacio de Oriente.

Cuando la tarde del 19 de noviembre de 1975 Colita (Barcelona, 1940-2023) recibió una llamada anunciándole que Franco se estaba muriendo, ya era una de las fotógrafas más brillantes de su generación. La siguiente llamada fue suya. Marcó el número de Carmen Rico-Godoy del semanario Cambio 16, la gran revista política de la Transición. “Yo quiero ir a Madrid para hacer la calle”, le dijo la fotoperiodista. Rico-Godoy le dijo que sí de inmediato porque Colita no era conocida en Madrid y así podría trabajar con plena libertad. Antes de ir al aeropuerto, tuvo la astucia de coserse un trozo de cinta con la bandera española en su gabardina “igualita que la de Ingrid Bergman en Casablanca”.

Lo que vio en Madrid es lo que muestra esta fotogalería, selección de las imágenes de su libro Franco ha muerto (Ojos de Buey, 2023). “Me encontré con el pulso de la calle y el sentir de la gente. Era una mezcla entre fiesta y funeral: gente llorando y gente entusiasmada que gritaba “Franco, Franco”, mucha policía, soldados, monjas, curas, obispos, políticos…”. Tres fueron los momentos históricos que retrató: las colas para visitar la capilla ardiente de Franco en el Palacio de Oriente, la expectación del 22 de noviembre cuando Juan Carlos fue proclamado rey y el funeral del dictador el día 23 en la Plaza de Oriente.

Archivado En