Los corruptos se rinden en Gürtel
Medio centenar de acusados ha alcanzado acuerdos con la Fiscalía en los distintos juicios celebrados por la trama. La Audiencia Nacional reanuda este martes la vista sobre el desembarco de la red en Arganda
Gürtel, la red de corrupción que explotó hace casi dos décadas tras anidar en el corazón del PP, ha empezado a dar sus últimos coletazos. La Audiencia Nacional acoge actualmente el penúltimo juicio previsto sobre la trama encabezada por Francisco Correa. Esta vista oral, centrada en el desembarco del grupo criminal en Arganda del Rey (Madrid), se reanuda este martes tras arrancar el pasado 3 de marzo con una situación in...
Gürtel, la red de corrupción que explotó hace casi dos décadas tras anidar en el corazón del PP, ha empezado a dar sus últimos coletazos. La Audiencia Nacional acoge actualmente el penúltimo juicio previsto sobre la trama encabezada por Francisco Correa. Esta vista oral, centrada en el desembarco del grupo criminal en Arganda del Rey (Madrid), se reanuda este martes tras arrancar el pasado 3 de marzo con una situación inaudita hasta ahora: todos los acusados, excepto uno, han aceptado los delitos que les atribuye la Fiscalía Anticorrupción. Es decir, 18 de los 19 procesados que se sientan en el banquillo. Aunque algunos imputados ya habían cerrado antes pactos con el ministerio público, nunca se había alcanzado un número de confesos tan alto en los 11 juicios celebrados desde el estallido del escándalo, según el recuento elaborado por EL PAÍS con los datos recabados durante esas vistas y plasmados en las diferentes sentencias.
Las confesiones en el caso Gürtel-Arganda evidencian la tendencia que ya se había comenzado a vislumbrar en otras vistas anteriores sobre la red de corrupción. En el juicio centrado en el desembarco de la trama en Boadilla del Monte (Madrid), celebrado en 2021, 17 acusados admitieron las irregularidades (de más de una veintena de personas que se sentaron en el banquillo). En 2020, en la vista sobre el amaño de la visita del Papa a Valencia en 2006, una docena hizo lo mismo. De esta forma, una buena parte de los corruptos se rinde ante los indicios acumulados en los sumarios y, ante la posibilidad de acabar sentenciados a mayores condenas de cárcel, alcanzan pactos con la Fiscalía en busca de rebajas de penas y beneficios penitenciarios (como los cabecillas de la red: el propio Francisco Correa y su antiguo número dos, Pablo Crespo). Según el recuento de EL PAÍS, medio centenar de acusados en alguno de los juicios de Gürtel ha cerrado acuerdos con el ministerio público.
Más allá de las condenas, todas estas confesiones han permitido recabar más detalles sobre el modus operandi de la trama de corrupción liderada por Francisco Correa y sobre cómo anidó en el PP. Sin embargo, las confesiones de los acusados —que implican en muchos casos a otros compañeros de banquillo— no suponen que automáticamente se vaya a condenar a aquellos procesados que no han pactado con la Fiscalía. De hecho, el expresidente valenciano Francisco Camps resultó absuelto en 2024 en el juicio por el desembarco de la trama Gürtel en la Comunidad Valenciana, pese a que los cabecillas de la red corrupta lo habían señalado como la vía de entrada en la Administración autonómica.
Los ‘arrepentidos’ del PP
Entre los confesos en los distintos juicios se encuentran numerosos ex altos cargos del PP. Como Luis Bárcenas, extesorero del partido conservador, que admitió la existencia de una contabilidad paralela dentro del partido: “He de decir, que desde el año 1982 existió institucionalizado un sistema de financiación del Partido Popular con percepciones en b que se realizaban a través de donativos”, apuntó en un escrito enviado en enero de 2020 a la Audiencia Nacional, con motivo del juicio celebrado por el pago con dinero negro de la reforma de la sede de la formación ubicada en la madrileña calle de Génova.
En estos últimos años, varios exdiputados y exalcaldes del PP también han admitido el cobro de mordidas a cambio del amaño de contratos públicos para favorecer a empresarios. Por ejemplo, Alfonso Bosch Tejedor, exparlamentario en la Asamblea de Madrid, reconoció su implicación en el juicio sobre Boadilla: “Correa, aprovechándose de la relación de amistad que mantenía con varios miembros del PP, se introdujo en Boadilla, donde mantenía ya una estrecha relación con importantes cargos de la localidad”. Lo mismo ha hecho Benjamín Martín Vasco, exdiputado regional del partido, hace solo unas semanas en la vista sobre Arganda para conseguir una rebaja de las penas reclamadas por la Fiscalía: “Yo mantenía una relación de amistad y confianza con Correa, quien presumía constantemente de su capacidad de influencia sobre algunos dirigentes del PP y de las actividades corruptas que llevaba a cabo en comunidades y municipios gobernados por el PP”, apuntó en un escrito de confesión a la Audiencia Nacional.
Una vez acabe la vista sobre Arganda, las miradas se centrarán en el último juicio previsto sobre la trama Gürtel. Esta vista oral versará sobre la estructura societaria urdida por la trama para blanquear dinero. Por estos hechos, la Audiencia Nacional abrió juicio oral contra 26 personas. Nueve de ellos ya han alcanzado pactos con el ministerio público en alguno de los 11 juicios celebrados hasta ahora sobre la red de corrupción.