El juez Hurtado desprecia de nuevo el testimonio de periodistas en su causa contra el fiscal general

El instructor rechaza el recurso de la Abogacía usando argumentos del abogado del novio de Ayuso y relatando unos hechos que no encajan con lo ocurrido

El magistrado del Tribunal Supremo Ángel Hurtado, en enero pasado, durante el juicio al senador del PP José Manuel Baltar Blanco en el Tribunal Supremo.Javier Lizon (EFE)

El magistrado del Tribunal Supremo Ángel Hurtado ha vuelto a despreciar los testimonios de al menos tres periodistas para argumentar su rechazo a los recursos de reforma presentados por la Abogacía del Estado, defensora en esta causa del fiscal general del Estado, ...

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El magistrado del Tribunal Supremo Ángel Hurtado ha vuelto a despreciar los testimonios de al menos tres periodistas para argumentar su rechazo a los recursos de reforma presentados por la Abogacía del Estado, defensora en esta causa del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y de la fiscal provincial, Pilar Rodríguez. Ambos están investigados por un delito de revelación de secretos al facilitar información supuestamente confidencial para desmentir un bulo del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en defensa de la pareja de esta, Alberto González Amador, imputado por dos delitos fiscales y otro de falsedad documental.

La Abogacía del Estado critica en su recurso que el juez no tenga en cuenta las pruebas de descargo existentes en la causa. El juez argumenta que los testimonios prestados por Miguel Ángel Campos, periodista de la Cadena SER, y José Precedo, de elDiario.es, no son creíbles porque aunque declararon que tuvieron el correo del 2 de febrero —donde el novio de Ayuso admitía dos delitos— antes de que lo reclamara el fiscal general, lo publicaron después pese a la relevancia de esa información.

Un círculo que se cierra 5 minutos antes o 26 minutos después de que lo cuenta la Cadena SER. El juez Hurtado obvia la declaración de Campos, quien aseguró en el Supremo que leyó y tomó nota del correo del 2 de febrero a las 16.00 del 13 de marzo de 2024, seis horas antes de que el fiscal general tuviera en su poder esa documentación. Señala Hurtado que no cree al periodista Campos porque junto a la información donde adelantó el correo del 2 de febrero también contó que la Fiscalía preparaba un comunicado para aclarar los hechos. Concluye el juez que ambas informaciones debían proceder del mismo lugar: el fiscal general del Estado y que, además, Campos difundió esas noticias cinco minutos después de que García Ortiz recibiera la documentación completa.

Para argumentar por qué cree que hay indicios que apuntan al fiscal general como filtrador del correo electrónico, el juez utiliza horas y hechos para cuadrar una teoría que no encaja con lo ocurrido realmente. Explica Hurtado que García Ortiz “mostró interés por hacerse con el correo del 2 de febrero de 2024 y que, cinco minutos después de “cerrar el círculo” [expresión con la que el fiscal general pidió a la fiscal provincial por WhatsApp un correo que faltaba para recopilar toda la documentación sobre el asunto] apareció filtrado su contenido en un medio de comunicación [la Cadena SER]”. Se refiere Hurtado a que García Ortiz recibió a las 23.46 del 13 de marzo un último correo electrónico (fechado el 12 de marzo y filtrado horas antes por Miguel Ángel Rodríguez) de la fiscalía al abogado de González Amador. Y que a las 23.51, sólo cinco minutos después, en la página web de la SER apareció la noticia sobre el contenido del correo electrónico del 2 de febrero y el anuncio de una nota que la Fiscalía distribuiría al día siguiente explicando los hechos. Pero la realidad es que la emisora informó sobre el contenido del correo electrónico del 2 de febrero a las 23.20 en su programa Hora 25. Eso significa que lo hizo 26 minutos antes de que García Ortiz “cerrara el círculo” y que, según las inferencias del propio juez, lo filtrara a la Cadena SER. En su argumentación, el juez Hurtado “hace propia una idea de la acusación particular [el abogado de González Amador] en su oposición al recurso de la Abogacía del Estado: “No es asumible la hipótesis de acudir a la mera posibilidad abstracta de que un indeterminado número de personas, que ninguna relación guardan con los hechos, pudieran ser autores de la ilícita filtración que se investiga, cuando lo actuado permite concretar la implicación en ella de los investigados, de manera que, desde el momento que así cabe presumirlo, por incompatibilidad y exclusión, queda descarta esa indefinida hipótesis planteada por la defensa”. El juez viene a decir, asumiendo las tesis del novio de Ayuso, que ningún fiscal que tuvo acceso al correo pudo filtrar a Miguel Ángel Campos su contenido porque no guardaban esas personas relación con los hechos.

El juez pasa de largo por las revelaciones de ‘El Mundo’. La Abogacía del Estado planteó en su recurso que otro periodista, en este caso del diario El Mundo, declaró ante el Supremo que parte de la información que adelantó sobre el caso —”La fiscalía ofrece a la pareja de Ayuso un pacto para que admita dos delitos fiscales”— se correspondía no solo con el correo del 12 de marzo, donde nada se decía de admitir delitos, sino también con el correo del 2 de febrero por el que está imputado el fiscal general. El periodista de El Mundo lo contó así durante el interrogatorio en el Supremo:

—Abogado del Estado (Defensor del Fiscal General): “Usted pone en su artículo “pena, sin entrada en prisión, la propuesta del acusador público consiste en la admisión por parte de González Amador de la comisión de 2 delitos contra la Hacienda Pública. ¿Dónde en el correo de 12 de marzo se indica que la propuesta del señor fiscal Julián Salto consiste en la admisión de 2 delitos concretos, delitos contra la Hacienda pública y otro de falsedad documental a cambio de una multa y una pena de prisión que no implique su cumplimiento efectivo?”.

—Esteban Urreiztieta: “Eso es, sí, eso es un dato que no figura en el correo electrónico, pero es un dato que fuentes directas intervinientes en las negociaciones nos contaron que se había producido, es decir, que las conversaciones iban en esos términos”.

La única fuente directa interviniente en la negociación que pudo informar a El Mundo pertenece al entorno de González Amador, porque el fiscal encargado del caso, Julián Salto, ha negado que informara a nadie sobre sus conversaciones con el abogado de la pareja de Ayuso. Y esa fuente estaría informando acerca de que González Amador admitiría dos delitos, algo que según el juez es especialmente grave porque atenta contra los derechos del imputado.

El juez ni siquiera responde a lo planteado en el recurso de la Abogacía del Estado sobre las revelaciones de El Mundo.



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