Montero se enroca y amenaza a Sumar con vetar su iniciativa para que el SMI no pague IRPF

“Hay gobierno de coalición para rato”, sostiene la vicepresidenta a pesar de la tensión interna

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, este viernes en una comparecencia en Sevilla.Foto: Julio Munoz (EFE) | Vídeo: EPV

Tardó cuatro días, estuvo desaparecida en el momento de mayor tensión, pero finalmente María Jesús Montero decidió comparecer para fijar su posición después de que el PSOE se quedara muy solo en el Congreso defendiendo que quienes cobran el salario mínim...

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Tardó cuatro días, estuvo desaparecida en el momento de mayor tensión, pero finalmente María Jesús Montero decidió comparecer para fijar su posición después de que el PSOE se quedara muy solo en el Congreso defendiendo que quienes cobran el salario mínimo paguen por primera vez IRPF. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, desde Sevilla, en la sede del PSOE andaluz que ahora lidera, hizo un esfuerzo pedagógico para defender la decisión pero sobre todo mostró, para sorpresa de Sumar, que aún confía en una rectificación, que está dispuesta a enrocarse a pesar de tener a casi todos los grupos de la mayoría en contra, que unidos al PP —que también rechaza la decisión— pueden darle la vuelta en el Congreso.

La vicepresidenta primera no ofreció una salida y, aunque se mostró dispuesta a dialogar y negociar con Sumar y con otros grupos, insistió en que ella considera que ha llegado el momento de que el SMI esté sujeto a tributar por IRPF porque ya no es un “salario de subsistencia”, como según ella era con Mariano Rajoy, y ahora es un “salario digno” y, por tanto, tiene que contribuir aunque sea de forma muy suave ―menos de un 2% de tipo efectivo― a sostener los servicios públicos de los que disfrutan todos los ciudadanos.

El principal problema que tiene el sector socialista del Gobierno, y el motivo por el que incluso algunos ministros consultados creen que se acabará buscando una solución intermedia y será imposible mantener la posición de Montero, es que Sumar tiene votos en el Congreso para aprobar la proposición de ley que ha presentado para revertir la decisión de Hacienda. Preguntada por esta cuestión varias veces, Montero primero la esquivó y finalmente señaló que ella está dispuesta a utilizar la prerrogativa que le da la Constitución al Gobierno, esto es: la posibilidad de vetar cualquier medida que suponga una disminución de ingresos para el Estado. Montero amenazó con claridad con ese veto.

Sin embargo, lo que no dijo es que la última palabra no la tiene el Gobierno, sino la Mesa del Congreso, que puede levantar ese veto porque es soberana. Y ahí, llegados al extremo, la suma de los votos de Sumar y PP son suficientes para ganar la votación. Pero distintas fuentes consultadas tanto del sector socialista como el de Sumar del Gobierno insisten en que ese escenario es imposible. “No se llegará hasta ahí, sería la ruptura del Gobierno. Antes se encontrará un acuerdo”, aseguran varios de los consultados al máximo nivel.

Monterodejó muy claro que no tiene ninguna intención de rectificar y lo suyo no es una improvisación, sino una decisión meditada, que tiene que ver también con que un movimiento en el mínimo exento podría suponer hasta 2.000 millones de euros de recaudación menos, en un momento en el que se han perdido varios ingresos por impuestos que han caído por votaciones parlamentarias como el de las grandes energéticas o el del diésel. A pesar de ello, ha habido ya alguna conversación discreta dentro de la coalición y la intención muy clara es que la cosa no vaya a más. De hecho, Sumar decidió este viernes no hurgar más en la herida y la propia Montero insistió en que no quería “hacer polémica” con Yolanda Díaz, a pesar de que muchos en el Gobierno, incluso en La Moncloa, responsabilizan a Hacienda de las dimensiones de la crisis por haber anunciado la decisión poco antes de la rueda de prensa del martes tras el Consejo de Ministros, lo que elevó mucho la tensión en la coalición.

Frente a quienes creen que esto puede acabar con la relativa calma interna que había dentro de la coalición desde la salida de Podemos del Ejecutivo y puede llegar a una ruptura, Montero insistió en despejar cualquier escenario dramático. “Hay Gobierno de coalición para rato”, subrayó en varios momentos. De hecho la vicepresidenta insiste en que el PP se ha apuntado a esta batalla no porque le interese el salario mínimo, que se congeló cuando ellos gobernaban y se quedó en 735 euros en el último gobierno de Rajoy frente a los 1.184 de ahora, sino porque quieren tumbar al Gobierno y que haya elecciones. “Vamos a agotar la legislatura”, insistió Montero. Algunas fuentes señalan que esta decisión, que Montero quiso tomar el año pasado, se hace ahora, en 2025, porque en 2026, año electoral en Andalucía, ya sería inviable.

Montero hizo un gran esfuerzo pedagógico y de nuevo, sin citarla, apuntó a Díaz al señalar que la izquierda no puede sumarse al “discurso demagógico de la derecha” contra los impuestos. La vicepresidenta primera insiste en que en la mayoría de los países de nuestro entorno, como Alemania o Francia, el SMI está sujeto a tributar por IRPF, aunque también es cierto que allí son bastante más altos. Y sobre todo argumenta que el Gobierno ya hizo el año pasado una gran rebaja de impuestos a las rentas más bajas, y, por tanto, no es tan grave que un SMI ya casi en 1.200 euros pague un poco de IRPF, algo menos de 25 euros al mes. “El SMI ahora es un sueldo digno y no de subsistencia. Y eso significa tener derechos, pero también deberes. No podemos dar la idea de que pagar impuestos es malo. Eso no es de izquierdas”, afirmó.

La ministra intentó explicar, aun admitiendo que es un debate muy difícil porque todos lo son con los impuestos, que una renta de que cobraba 1.184 euros en la época del PP pagaba muchos más impuestos de los que va a pagar ahora el SMI, porque el Gobierno de coalición ha bajado los impuestos a las rentas bajas. Con Rajoy, explicó, alguien que ganaba 1.184 euros de entonces, pagaba 700 euros en impuestos al año, y ahora aproximadamente solo el 20% de los que cobrarán el SMI ―los solteros sin hijos, en la práctica― pagarán unos 300. En cualquier caso, Montero admitió que el debate es muy difícil. En varios sectores del Gobierno y del PSOE insisten en que lo tienen perdido y en algún momento, con alguna negociación parlamentaria para otra cuestión o cuando llegue a la votación la iniciativa de Sumar, tendrán que ceder. Pero la vicepresidenta insistió en que ella está dispuesta a dar esa batalla y a defender su posición.

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