El presidente del Senado elude informar a Exteriores de su visita a Argentina como dicta una ley del PP

Rollán alega que ha sido invitado “a título personal” a un foro en Buenos Aires en plena crisis diplomática entre los dos países

El presidente del Senado, Pedro Rollán, durante una sesión plenaria, en el Senado, el pasado 31 de julio.Fernando Sánchez (Europa Press)

El Ministerio de Asuntos Exteriores no ha sido informado, según fuentes diplomáticas, del viaje que el presidente del Senado, Pedro Rollán, cuarta autoridad del Estado y destacado dirigente del PP, tiene previsto realizar a Argentina los próximos días 24 y 25 de este mes, en plena crisis diplomática entre los dos países. La Ley de la Acción y del Servicio Exterior, de 2014, aprobada bajo mandato del PP, obliga a “los órganos constitucionales” del Estado a informar, con carácter previo, a dich...

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El Ministerio de Asuntos Exteriores no ha sido informado, según fuentes diplomáticas, del viaje que el presidente del Senado, Pedro Rollán, cuarta autoridad del Estado y destacado dirigente del PP, tiene previsto realizar a Argentina los próximos días 24 y 25 de este mes, en plena crisis diplomática entre los dos países. La Ley de la Acción y del Servicio Exterior, de 2014, aprobada bajo mandato del PP, obliga a “los órganos constitucionales” del Estado a informar, con carácter previo, a dicho departamento sobre sus viajes internacionales para que este pueda oponerse a los mismos si considera que no son acordes con la política exterior fijada por el Gobierno. Fuentes próximas a Rollán aseguran que el viaje a Argentina responde a una invitación “a título personal”, a pesar de que se anunció en un comunicado de la Presidencia del Senado después de que su titular recibiera en su despacho oficial al embajador de Argentina en España, Roberto Sebastián Bosch.

El artículo 5.2 de la mencionada ley establece que “los órganos constitucionales, las comunidades autónomas, las ciudades autónomas, las entidades que integran la Administración Local y los organismos, entidades e instituciones de ellas dependientes mantendrán informado al Ministerio de Asuntos Exteriores de las propuestas sobre viajes, visitas, intercambios y actuaciones con proyección exterior, para que este departamento pueda informar y, en su caso, emitir recomendaciones motivadas sobre la adecuación de la propuesta de actuación a las directrices, fines y objetivos de la política exterior fijados por el Gobierno”.

Se da la circunstancia de que esta obligación legal la impuso el Ejecutivo de Mariano Rajoy con el objetivo de atar corto al entonces presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, que en esa época desarrollaba una intensa campaña de diplomacia exterior para recabar apoyos internacionales al proyecto independentista. El texto elaborado por el entonces ministro de Exteriores, el popular José Manuel García-Margallo, se basaba en los principios de “unidad de acción en el exterior” y “lealtad institucional”; es decir, toda acción exterior desarrollada por las distintas instituciones debe ser coherente con la política exterior española, cuyas directrices corresponde fijar en exclusiva al Gobierno.

En la nota oficial difundida por la Cámara alta tras la reunión con el embajador argentino, el pasado lunes, se anunciaba que “el presidente del Senado viajará a Argentina los próximos días 24 y 25 de octubre, donde mantendrá distintos encuentros” que no precisaba. Y añadía: “El embajador [argentino Roberto Sebastián] Bosch ha anunciado la próxima visita a España de la vicepresidenta del Gobierno y [presidenta] del Senado argentino, Victoria Villarruel, que incluirá una reunión con su homólogo español, Pedro Rollán”.

A preguntas de EL PAÍS, una portavoz de la Presidencia del Senado ha asegurado que Rollán viajará a Argentina invitado para participar “a título particular” en un foro parlamentario sobre inteligencia y seguridad que se celebra en Buenos Aires y que, al tratarse de una visita de carácter privado, no tiene por qué informar al Ministerio de Asuntos Exteriores. Preguntada por qué se anunció una visita privada en una nota oficial de la Presidencia de la Cámara alta, alegó que se trata en todo caso de una actividad “del presidente del Senado”. Respecto a la próxima visita de la vicepresidenta argentina, una negacionista de los crímenes de la dictadura militar que formó ticket electoral con Javier Milei aunque en los últimos tiempos ha mostrado cada vez más diferencias con él, aseguró que no es el presidente del Senado quien ha invitado a Villarroel a España, aunque sí ha aceptado reunirse con ella cuando venga, ya que es su homóloga al presidir el Senado de su país.

El foro al que asistirá el presidente del Senado tiene como objeto el combate contra el crimen organizado y está organizado por la Presidencia de Argentina, el Congreso nacional, el congresista republicano estadounidense Robert Pittenger, y la oficina regional de la organización Crime Stoppers. En anteriores ediciones se ha celebrado en Estados Unidos, Reino Unido, Guatemala, Rumania o Panamá.

Rollán no es el único dirigente del PP que ha recibido al embajador argentino en España, Roberto Sebastián Bosch. El diplomático se reunió este martes en Vigo con el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, en un encuentro al que también acudió el consejero gallego de Presidencia, Diego Calvo, y donde se abordó, entre otros temas, la situación de la flota gallega que faena en aguas argentinas.

El propio presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha desmarcado del Gobierno en la crisis diplomática con Argentina. La semana pasada el líder de la oposición reprochó al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que retirase al embajador en Buenos Aires “por un comentario [de Milei] sobre la mujer del presidente” del Gobierno, Pedro Sánchez, y no lo hiciera, en cambio, “por la falta de respeto al jefe del Estado”; en alusión al veto de las autoridades mexicanas a Felipe VI en la toma de posesión de la nueva presidenta del país, Claudia Sheinbaum. Fuentes del PP matizaron luego que Feijóo no estaba proponiendo que España retire a su embajador en México, sino que nombre a uno en Buenos Aires.

La crisis diplomática con Argentina estalló en mayo pasado, a raíz de que Milei llamase “corrupta” a Begoña Gómez en un mitin preelectoral al Parlamento Europeo celebrado por Vox en el Palacio de Vistalegre de Madrid, después de que el ministro de Transportes, Óscar Puente, hubiera insinuado en un encuentro con jóvenes una “ingesta de sustancias” del político argentino en su campaña electoral. Exteriores consideró inaceptable que un mandatario extranjero viniese a España a insultar “a una institución del Estado”, en alusión a la Presidencia del Gobierno, y llamó a consultas a la embajadora española en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez, para expresar su malestar.

De vuelta en su país, Milei dedicó una nueva andanada de insultos contra Pedro Sánchez, a quien calificó en una entrevista de “cobarde”, “totalitario” y “arrogante” por haber mandado a sus ministras a que le criticasen, según aseguró. El Gobierno decidió entonces retirar definitivamente a la embajadora española en Buenos Aires y dejar vacante la jefatura de la misión diplomática en la capital argentina hasta que se pida el plácet para un nuevo embajador. El Gobierno aún no ha anunciado cuando lo hará.

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