Intervenido el mayor alijo de alfa-PiHP, una droga “excepcionalmente peligrosa” usada en encuentros sexuales
La Guardia Civil halla en dos narcopisos de Valencia 200 gramos de este estupefaciente, incluido en la lista de sustancias prohibidas hace poco más de un año
No es la primera vez que las fuerzas de seguridad la localizan en una operación contra el narcotráfico, pero sí la ocasión en que se ha aprehendido en mayor cantidad hasta ahora en España, según apuntan desde el Ministerio del Interior. La reciente intervención por parte de la Guardia Civil de más de 200 gramos (equivalente a unas 70.000 dosis, según estimaciones policiales) en dos narcopisos de Valencia apunta a que en España hay mercado para alfa-PiHP, una droga de diseño que fue incluida en la lista del Convenio de Naciones Unidas sobre Sustancias Psicotrópicas hace poco más de un año, en m...
No es la primera vez que las fuerzas de seguridad la localizan en una operación contra el narcotráfico, pero sí la ocasión en que se ha aprehendido en mayor cantidad hasta ahora en España, según apuntan desde el Ministerio del Interior. La reciente intervención por parte de la Guardia Civil de más de 200 gramos (equivalente a unas 70.000 dosis, según estimaciones policiales) en dos narcopisos de Valencia apunta a que en España hay mercado para alfa-PiHP, una droga de diseño que fue incluida en la lista del Convenio de Naciones Unidas sobre Sustancias Psicotrópicas hace poco más de un año, en marzo de 2023. Utilizada principalmente durante la práctica del denominado chemsex (consumo de drogas para alargar la duración e intensidad de los encuentros sexuales), alfa-PiHP es un estimulante que se suele presentar en forma de polvo o de pequeña roca, similar al cuarzo, y que se suele inhalar mediante una pipa. La Guardia Civil la califica en la nota hecha pública este lunes para dar cuenta de esta última aprehensión como una sustancia “excepcionalmente peligrosa” ya que, al ser una droga de laboratorio, el consumidor no sabe exactamente qué está consumiendo. Y añade que produce “hipertensión, arritmia, nerviosismo, delirio y alucinaciones” y que “el riesgo de efectos secundarios severos es elevado”. Ya se ha documentado científicamente casos de muerte por sobredosis de esta droga en Europa, en algunos de cuyos países se la ha bautizado con el nombre de funky.
De la familia de las catinonas ―como por ejemplo la alfa-PVP, más conocida como flakka o droga zombi― las primeras noticias sobre la presencia de alfa-PiHP en España se remonta a 2022, antes incluso de que pasase a estar en la lista de productos prohibidos. Fue en septiembre de aquel año, en Mallorca, cuando fue detectada como adulterante en una pastilla de otro estupefaciente, según detalla en su web el programa Energy Control, un proyecto de la ONG Asociación Bienestar y Desarrollo centrado en analizar las drogas que circulan en el mercado negro e informar sobre su uso en el propio lugar de consumo para reducir los daños que provocan. El director de este programa, Claudio Vidal, señala que, desde entonces, el uso de esta sustancia de diseño se ha mantenido como “minoritario y con una extensión muy limitada”. No obstante, reconoce que el hecho de que para notar sus efectos sean necesarias dosis bajas hace que su consumo presenta “un riesgo más alto” que otras drogas. Cuando apareció en aquella pastilla en Baleares, la web lanzó un aviso: “No consumir debido a la escasa información sobre sus efectos y riesgos”. Una situación de poca información sobre las consecuencias de su consumo que se mantiene hoy, según admite Vidal.
En la operación que ha desembocado en la última aprehensión de alfa-PiHP, agentes del instituto armado ha detenido a cuatro personas como presuntos responsables de su importación a través de empresas de paquetería desde Países Bajos. Fueron los equipos de seguridad de una de estas compañías la que alertó a la Guardia Civil sobre una serie de bultos remitidos desde este país cuyo contenido real parecía ser muy distinto al que figuraba como declarado por sus emisores. Las pesquisas permitieron identificar a los cuatro receptores de estos paquetes, dos de las cuales habían recibido en los últimos meses un elevado número, lo que hizo sospechar que podrían tratarse de ”importadores de droga dedicados a la distribución” y no simples consumidores.
La sospecha se confirmó durante las vigilancias de los domicilios de ambos. Los agentes observaron que a estas viviendas acudían habitualmente drogodependientes que permanecían cierto tiempo en el interior, supuestamente para consumir el estupefaciente que adquirían. La entrada y registro de los dos supuestos narcopisos permitió la aprehensión de alfa-PiHP ya lista tanto para su venta como para su consumo. En uno de los domicilios se localizaron 28 pipetas con esta sustancia y en el otro, 35. Además, los agentes localizaron marihuana, pastillas de éxtasis y de cristal, 1.200 euros en efectivos y diversa documentación sobre los envíos de paquetería.
La operación de Valencia es la última del goteo de intervenciones policiales en las que se ha localizado esta droga. Esta droga se elabora habitualmente en formato polvo, principalmente en China, y, una vez en Europa, se le da los diferentes formatos en que puede ser consumida, como en cápsulas, para su posterior distribución por el resto del mundo, según explica el director del programa Energy Control. En octubre del año pasado, Policía Nacional y Agencia Tributaria detuvieron a tres miembros de una familia que habían montado, precisamente, un laboratorio en Barcelona para dar preparar diferentes drogas de diseño, entre ellos alfa-PiPH, que luego enviaban en paquetes postales a países de Asia, Europa y América. Entonces los agentes intervinieron cerca de 20 gramos de esta droga, cantidad con la que se podían haber elaborado 7.000 dosis de esta droga, según destacó entonces el Ministerio del Interior en una nota en la que destacaba que sus efectos eran “más potentes que los de la metanfetamina”.