El delincuente más buscado de Países Bajos, detenido en Marbella como jefe de la ‘Mocro Maffia’
La Policía Nacional llevaba diez años tras la pista de Karim Bouyakhrichan y ha desmontado la gran estructura empresarial bajo la que se ocultaba su organización
La Policía Nacional ha desarticulado uno de los clanes del crimen organizado más profesionalizados y violentos de la Costa del Sol. Su líder, Karim Bouyakhrichan, detenido en Marbella hace una semana, es uno de los fugitivos más buscados de Países Bajos, donde había amenazado a varios miembros de la casa Real y del Gobierno holandés, y los investigadores españoles le pisaban los talones desde hacía cinco años en España, uno de sus países de residencia. Su detención supone el desmantelamiento de la llamada Mocro Maffía, redes delincuenciales formadas por ciudadanos holandeses de origen m...
La Policía Nacional ha desarticulado uno de los clanes del crimen organizado más profesionalizados y violentos de la Costa del Sol. Su líder, Karim Bouyakhrichan, detenido en Marbella hace una semana, es uno de los fugitivos más buscados de Países Bajos, donde había amenazado a varios miembros de la casa Real y del Gobierno holandés, y los investigadores españoles le pisaban los talones desde hacía cinco años en España, uno de sus países de residencia. Su detención supone el desmantelamiento de la llamada Mocro Maffía, redes delincuenciales formadas por ciudadanos holandeses de origen magrebí aunque procedan o estén asentados en países europeos. Junto a él, han sido detenidos otras seis personas, entre las que se encuentran varios testaferros españoles, con los que habrían blanqueado “al menos seis millones de euros”, según las pesquisas.
El golpe policial contra esta multinacional del crimen, con ramificaciones en Dubai, República Dominicana y Marruecos, ha sido certero y ha ido dirigido directamente contra el potente entramado empresarial y financiero que sostenía a la organización. Los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) han bloqueado 172 propiedades, principalmente grandes mansiones de Marbella valoradas en más de 50 millones de euros; y se han embargado 178 cuentas bancarias con tres millones de euros en saldo. La base económica del grupo procedía del tráfico de drogas, ya que mantenían relaciones con cárteles de Colombia, Ecuador y Perú, según han explicado este miércoles los investigadores en una rueda de prensa. Y la manera principal de blanquear el dinero era mediante inversiones inmobiliarias.
La presencia de este violento grupo fue constatada por la policía española tras el asesinato a tiros a la salida de un pub de Benahavís (Málaga), el 28 de agosto de 2014, de Samir Bouyakhrichan, alias Scarface, el hermano del ahora detenido Karim Bouyakhrichan. A esa ejecución a quemarropa le siguieron otras a modo de ajuste de cuentas con clanes rivales, como el de los Taghi, o el asesinato del del periodista de investigación holandés Peter R. de Vries.
La Policía considera a Bouyakhrichan portador de media docena de identidades y nacionalidades, “un histórico narcotraficante de la Costa del Sol”, implicado en numerosas investigaciones policiales, ya que durante años ejerció de punto de conexión en España con diversas organizaciones criminales internacionales involucradas en el tráfico internacional de cocaína.
Karim llegó a huir a República Dominicana tratando de evitar su arresto en una investigación y regresó a España en 2019. Los agentes han alertado de que se trata de una red de “dimensión internacional” y con una gran sofisticación empresarial y mercantil —con presencia principalmente en Málaga, Barcelona, Melilla o Marbella así como en el extranjero—, con sociedades y tapaderas en distintos países, y con capacidad para realizar operaciones de distracción para ocultar el dinero hasta con la embajada española en Tailandia. “Buscan lugares que no tengan vinculación alguna con ellos”, explican los investigadores, que han destacado su peligrosa capacidad de perforar instituciones y áreas portuarias de distintos países europeos para mover sus cargamentos de droga.
Karim Bouyakhrichan, que fue enviado por orden judicial a la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga) tras su detención, será juzgado en España antes de ser extraditado a Países Bajos.