El PSOE defenderá en su convención política que la amnistía es “plenamente constitucional” y contribuirá al “reencuentro total”
Los socialistas se comprometen en el documento estratégico a aprobar una ley de racismo en la legislatura y se ponen como objetivo ser “el referente de la convivencia” en las elecciones gallegas, vascas y europeas
El PSOE no se arredra frente al martilleo de las críticas de la derecha o que referentes del socialismo como el expresidente Felipe González profieren contra la ley de amnistía. El documento estratégico que el principal partido del Gobierno debatirá este fin de semana en su convención política en A Coruña, la primera que celebrará en una década, defiende la medida de gracia como una norma “plenamente constituciona...
El PSOE no se arredra frente al martilleo de las críticas de la derecha o que referentes del socialismo como el expresidente Felipe González profieren contra la ley de amnistía. El documento estratégico que el principal partido del Gobierno debatirá este fin de semana en su convención política en A Coruña, la primera que celebrará en una década, defiende la medida de gracia como una norma “plenamente constitucional”, en contra de lo que denuncia el PP y de las dudas de los letrados adscritos a la Comisión de Justicia del Congreso. “La experiencia de los indultos y sus efectos positivos, que hoy son reconocidos dentro y fuera de nuestras fronteras, constituyen una evidencia empírica y el mejor aval para una nueva etapa de reencuentro total, que cuenta con una herramienta fundamental como es una ley de amnistía que suscita el apoyo de la mayoría absoluta de los diputados del Congreso y el respaldo de seis grupos parlamentarios”, recoge el PSOE en su escrito, que llevará por título Impulso de país.
La amnistía, inciden los socialistas, “servirá para devolver a la política la solución de un problema que nunca debió de salir de ella” y contribuirá a “cerrar las heridas aún abiertas” por la crisis territorial en Cataluña que causó el procés y su gestión. La alternativa, incide el PSOE, es un PP “colonizado” por Vox “cuya única propuesta es derogar todos los avances sociales logrados en los últimos cinco años y la ilegalización de partidos políticos. En resumen, un Estado de excepción permanente, que nos conduciría a una situación aún más explosiva que la que sufrimos en 2017”. El PP, al que el PSOE acusa de “demonizar e instrumentalizar” la amnistía, ha decidido congelar su propuesta de disolución de los partidos independentistas que promovieran un referéndum ilegal o una declaración unilateral de independencia, algo que no contaba con el respaldo de todo el partido y generaba dudas jurídicas.
El resultado electoral de las generales del 23 de julio convirtió, según el documento elaborado por Ferraz, al socialismo en el “dique de contención frente a la ola reaccionaria” que recorre el mundo con populistas ultras como el estadounidense Donald Trump, el húngaro Viktor Orbán, la francesa Marine Le Pen y, más recientemente, el argentino Javier Milei. “Estos líderes son muy eficaces cuando se trata de explotar los miedos e inseguridades que la pandemia y la concatenación de diversas crisis han provocado en una parte significativa de la población, así como a la hora de alimentar la polarización política en sus países. Los hechos demuestran también que son muy ineficaces a la hora de gobernar para mejorar la vida de la ciudadanía”, observa el PSOE, que concluye que por esta razón los españoles “decidieron no dar esa oportunidad al PP”. “Tras haber conseguido recomponer un liderazgo de país sobre la base del acuerdo de sensibilidades muy diferentes”, los socialistas se ponen como objetivo ser “el referente de la convivencia en Galicia —las elecciones son el 18 de febrero—, después en Euskadi -se prevén para el 21 de abril- y posteriormente en las europeas —del 9 de junio—, los tres retos electorales” que marcarán la política nacional en un arranque de legislatura vertiginoso. ”Somos imprescindibles para devolver la serenidad a una sociedad a la que las derechas pretenden cortar la senda de progreso y coexistencia pacífica que hemos conseguido conquistar”, remarcan.
Más allá de la batalla de las ideas, para la que Pedro Sánchez se reserva la clausura de la convención política, el PSOE asume una serie de compromisos que entroncan con su programa electoral y las resoluciones del último Congreso Federal de 2021 en Valencia. El Estado del Bienestar es el gran pilar del proyecto socialista. El PSOE aboga por reforzar los servicios públicos tras el impacto de la pandemia y la inflación ampliando la cartera de servicios públicos incluyendo tratamientos bucodentales y oftalmológicos para los jóvenes. Otras medidas serían la primera Estrategia contra la Soledad no deseada y un gran pacto de Estado por la salud mental, con el aumento del número de psicólogos y psiquiatras de los centros públicos, así como la aprobación de una Ley de Garantía de la Igualdad de Acceso a los Servicios Sociales, que declare estos servicios públicos como esenciales y promueva su universalización efectiva.
El partido aprobará en la legislatura una ley contra el Racismo, en sintonía con el Plan de Acción de la Unión Europea Antirracismo, e impulsará un pacto de Estado para la erradicación de los discursos y delitos de odio que también garantice los derechos de las personas LGTBI+.
La abolición de la prostitución será una de las promesas renovadas. El PSOE ya se comprometió la legislatura anterior a hacer el esfuerzo necesario para aprobar una ley integral abolicionista de la prostitución. “España no puede seguir liderando el consumo de prostitución. Somos un partido abolicionista, para el que no es admisible que la prostitución y la explotación sexual de las mujeres sigan existiendo en una democracia plena. Es necesario crear una conciencia colectiva a este respecto”, se subraya en el documento.
Los socialistas se reafirmarán no solamente en sus principios socialdemócratas, sino como feministas y ecologistas, dos señas de identidad que se incluyeron en el Congreso de Valencia. “No es casual que el primer proyecto de ley aprobado por el nuevo Gobierno de España haya sido el proyecto de Ley Orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres”, resalta el PSOE en el documento sobre el que reflexionarán 1.200 delegados del partido. “En ese sentido, rechazamos que los cuerpos de las mujeres sigan siendo objeto de mercantilización y explotación, ya sea en las formas de la trata y la prostitución, la pornografía, los vientres de alquiler o el uso de tecnologías que banalizan comportamientos violentos. La violencia que sufren las mujeres en múltiples y nuevas expresiones, protagonizadas además por agresores y víctimas cada vez más jóvenes, demanda una respuesta urgente, coherente y sistemática”, abunda.
El PSOE impulsará la Reforma de la Ley de Aguas, “no sólo para garantizar el derecho de todos al agua, sino también para consolidar la gestión de la demanda, extendiéndola a los actuales planes hidrológicos de cuenca”. La mejora de los sistemas de saneamiento, depuración y desalación para duplicar para 2027 el agua reutilizada y el agua desalada es otro compromiso. La transición ecológica también se venderá como una oportunidad: “Nos permitirá ahorrar más de 67.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles hasta 2030″, resalta el documento.
Reindustrialización de sectores sensibles
“El Estado ha de volver a hacer política industrial”, promulgará el PSOE. La autonomía estratégica de España, con la apuesta por la reindustrialización de sectores sensibles, es otro de los asuntos que más preocupan a la dirección del partido después de la experiencia de la pandemia, cuando el país no estaba preparado para la producción suficiente de mascarillas y demás material sanitario. “Los días de las deslocalizaciones masivas y la dependencia excesiva en importaciones han de acabar. Tenemos que reforzar nuestras capacidades de producción domésticas. Debemos garantizar la competitividad de aquellos sectores en los que ya somos punteros y, de forma paralela, impulsar nuevas industrias de futuro que generen empleos de calidad y riqueza para la ciudadanía”, concluyen. Pero con un apunte clave: “Esto no significa que debamos asumir las tesis antiglobalistas ni el proteccionismo trasnochado que predica la ultraderecha”.