El PP obtendría una holgada mayoría absoluta en Galicia y el PSOE seguiría como tercera fuerza, por detrás del BNG

No habrá sorpresas o grandes cambios en Galicia, según el último barómetro del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER. A 42 días de las elecciones autonómicas del 18 de febrero, el PP obtendría su quinta mayoría absoluta consecutiva, superando en cuatro escaños los necesarios para gobernar la Xunta en solitario y con una estimación de voto del 47,5%, medio punto porcentual menos que en los comicios de 2020. Los populares estrenan candidato en las urnas, ya que Alfonso Rueda asumió la presidencia de los gallegos ...

No habrá sorpresas o grandes cambios en Galicia, según el último barómetro del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER. A 42 días de las elecciones autonómicas del 18 de febrero, el PP obtendría su quinta mayoría absoluta consecutiva, superando en cuatro escaños los necesarios para gobernar la Xunta en solitario y con una estimación de voto del 47,5%, medio punto porcentual menos que en los comicios de 2020. Los populares estrenan candidato en las urnas, ya que Alfonso Rueda asumió la presidencia de los gallegos tras la marcha a Madrid en 2022 de Alberto Núñez Feijóo para liderar el PP y la candidatura del partido a La Moncloa. La encuesta, con una muestra de 1.200 entrevistas, se realizó entre el 2 y el 4 de enero. Puede consultar todos los datos en las páginas web de EL PAÍS y la Cadena SER en este enlace.

El PSOE, que perdió la Xunta en 2009 tras cuatro años de gobierno de Emilio Pérez Touriño, parece seguir sin dar con la tecla en Galicia. Como ya ocurrió en los comicios de 2020, se quedaría en la tercera posición, ya que en la segunda repetiría el Bloque Nacionalista Galego (BNG) con una ventaja de casi siete puntos porcentuales en estimación de voto (24,8%). De hecho, el barómetro de 40dB. apunta unos resultados para ambas formaciones idénticos a los de las últimas elecciones: 19 escaños para los nacionalistas gallegos y 14 para los socialistas.

PP, PSOE y BNG son los tres únicos partidos que entrarían en el Parlamento gallego, según la encuesta, como ya ocurrió en 2020. La cuarta posición en estimación de voto es para Sumar, con apenas un 3,4%; la quinta, para Vox (2,7%) y la sexta, para Podemos Galicia (1,1%).

Tras el adelanto electoral al 18 de febrero, que Rueda anunció el 21 de diciembre, Sumar y Podemos, que se ha desgajado del grupo parlamentario de la coalición que lidera Yolanda Díaz en el Congreso, iban a acudir juntos a la convocatoria gallega, pero el partido liderado por Ione Belarra decidió finalmente concurrir en solitario. La unidad duró apenas 72 horas. Sumar y Podemos alcanzaron un preacuerdo el 27 de diciembre para presentarse con una misma candidatura, incluyendo a Izquierda Unida, cuando pocos contaban con ello, ya que la decisión de Podemos de irse al grupo mixto en la Cámara baja era muy reciente, de principios de ese mes. La candidata a la Xunta sería Marta Lois, la portavoz parlamentaria de Sumar, y el preacuerdo incluía que miembros de Podemos encabezasen la lista de Lugo y que tuvieran el número 2 por A Coruña, el 3 en Ourense y el 4 en Pontevedra. Apenas tres días después, el 30 de diciembre, Podemos anunció que concurriría en solitario. Las bases del partido (62,36%) rechazaron el preacuerdo en una votación interna después de que el exvicepresidente Pablo Iglesias publicase en el medio digital que dirige, Diario Red, un editorial crítico contra esa candidatura de unidad.

Si el espacio a la izquierda del PSOE ya lo tenía complicado para entrar en el Parlamento gallego, la fragmentación de candidaturas en ese terreno electoral no parece que vaya a ayudarlos. Solo un 40,8% entre la población general conoce a la candidata de Sumar, Marta Lois, y apenas un 13,3% sabe quién es la aspirante de Podemos, Isabel Faraldo, según el barómetro de 40dB.

Los datos del socialista José Ramón Gómez Besteiro, que se presentó en las pasadas elecciones generales por Lugo, cuya diputación presidió entre 2007 y 2015, son algo mejores (65%), pero están muy lejos de los porcentajes de conocimiento que obtienen tanto el actual presidente, Alfonso Rueda (90%), como Ana Pontón, la candidata del BNG (80,5%). Vox aún no ha nombrado oficialmente a su aspirante.

Los porcentajes de fidelidad de voto tampoco parecen muy halagüeños para la izquierda, según el barómetro. El PP conservaría al 85,3% de sus votantes de 2020 y el PSOE apenas retendría al 61,5%. Mientras el grueso de las transferencias de voto de los populares son un 8% que ahora está “indeciso”, en el caso de los socialistas pierden en todas las direcciones: un 8,4% ahora se decantaría por el PP; un 7,8% por el BNG, que mantiene al 79% de sus apoyos de las últimas elecciones; y un 8,4% por Galicia en común, a los que habría que sumar otro 6% que duda.

En cuanto a los votantes de Galicia en común de 2020, el desconcierto es manifiesto, a la vista de los datos: el 24,6% parece dispuesto a apoyar a Sumar; el 20% ahora se decantaría por el BNG; el 17% por Podemos Galicia; el 10,4% por el PP; y el 4,5% por el PSOE, si bien hay un 22,4% de indecisos. Vox, que también está fuera del Parlamento gallego, cedería el 25,3% de sus votantes de las pasadas elecciones autonómicas a los populares.

Valoración de líderes y de la situación

La candidata del BNG, Ana Pontón, es la mejor valorada, con una diferencia entre quienes tienen una opinión “muy mala” y “muy buena” de ella de 22,35 puntos porcentuales a favor. En segundo lugar (15,2 puntos) figura el presidente Rueda; en tercero, la aspirante de Podemos, y a mucha distancia (2,5) el socialista Gómez Besteiro. La puntuación final de Lois es negativa (-0,8). La modalidad de Gobierno preferida entre la población general, según el barómetro, es una coalición entre el BNG, el PSdG y otras fuerzas de izquierdas (41,6%), seguida de un Ejecutivo del PP en solitario (30,7%). Solo un 9,2% señala un bipartito entre los populares y Vox, fórmula presente en cinco gobiernos autonómicos: Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón y Murcia.

Los gallegos no parecen, en todo caso, muy satisfechos con la situación actual en la comunidad autónoma: el porcentaje mayoritario (45,1%) la define como “regular”; un 36,6% como “buena o muy buena” y un 16,9% como “mala o muy mala”. Para el 36,2%, Galicia está “igual” que el resto de España; el 34% considera que “mejor o mucho mejor” y el 27,8% que “peor o mucho peor”. Ante la pregunta de cómo está gestionando Rueda en comparación con su predecesor, Feijóo, el grupo mayoritario (66,3%) cree que lo está haciendo “igual”; un 13,5%, “mejor” o “mucho mejor” y un 13,7%, “peor” o “mucho peor”.

Las gallegas son el pistoletazo de salida de un año de alto voltaje político, cargado de citas en las urnas (vascas, europeas...). La creciente crispación ha provocado que las últimas convocatorias electorales, como las autonómicas y municipales de mayo, se interpreten, en buena medida, en clave nacional, de rechazo o visto bueno al Gobierno central, pero Galicia es uno de los ejemplos más consolidados del llamado voto dual, por el que los votantes eligen diferentes papeletas según el tipo de elección. Así, el socialista Abel Caballero, por ejemplo, acumula en el Ayuntamiento de Vigo tres mayorías absolutas consecutivas con porcentajes de voto que superan el 60%, mientras que en la Xunta, el PP gobierna en solitario ininterrumpidamente desde 2009.