El juez envía a prisión provisional a un líder budista acusado de suministrar mercurio a sus seguidores
El arrestado está investigado por seis delitos, entre ellos, tráfico de drogas y asociación ilícita
El líder de una comunidad de espiritualidad budista e hinduista de Abanilla (Murcia, 6.000 habitantes) ha ingresado en prisión investigado por media docena de delitos. Entre los asuntos sobre los que indaga la policía destaca el posible uso de mercurio, un metal altamente tóxico, que el detenido podría haber suministrado a sus seguidores como un supuesto producto beneficioso para su equilibrio espiritual.
El gurú, que celebraba ritos desde 2009 en un complejo de unas 10 hectáreas, está siendo investigado por delitos de tráfico de drogas; contra la salud pública, concretamente por fabric...
El líder de una comunidad de espiritualidad budista e hinduista de Abanilla (Murcia, 6.000 habitantes) ha ingresado en prisión investigado por media docena de delitos. Entre los asuntos sobre los que indaga la policía destaca el posible uso de mercurio, un metal altamente tóxico, que el detenido podría haber suministrado a sus seguidores como un supuesto producto beneficioso para su equilibrio espiritual.
El gurú, que celebraba ritos desde 2009 en un complejo de unas 10 hectáreas, está siendo investigado por delitos de tráfico de drogas; contra la salud pública, concretamente por fabricar, suministrar y comercializar productos y medicamentos; por intrusismo profesional; por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente; y de asociación ilícita, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Murcia.
El arrestado, de iniciales J. M. C., fue detenido el pasado viernes 17 por especialistas de la Comisaría General de Información de Madrid, en la que se integra el grupo de investigación sobre sectas. Los agentes irrumpieron en las instalaciones de la fundación Mahasandhi, donde el detenido ejercía como líder espiritual después de haber pasado 12 años en la India, donde conoció a varios lamas y adquirió el nombre espiritual de “Transcendencia Total”, según la propia página web del proyecto.
La fundación se publicita en internet como una entidad “sin ánimo de lucro” que “reúne las tradiciones budistas e hinduistas, entre otras, en un espacio único abierto a todos”. “En el entorno donde está ubicada se realizan diversas actividades y tienen proyectado el Buda más grande de Europa”, recoge también su página web, que detalla que la fundación “crea un puente entre culturas de oriente y occidente” y ofrece “ayuda económica a los grupos más desfavorecidos” a través de un proyecto humanitario de apoyo al pueblo tibetano en el exilio.
Para la Policía Nacional, sin embargo, la fundación funcionaba como una secta en la que sospechan que el detenido podría haber suministrado sustancias tóxicas, como el mercurio, a sus seguidores.
Además de la sede de esta fundación budista, la policía registró también el viernes una nave del polígono industrial de Lorquí (unos 7.000 habitantes), a unos 30 kilómetros de Abanilla. Investigan si en esa nave el detenido tenía la sede de una empresa de productos de alimentación que utilizaba como tapadera para obtener las sustancias tóxicas.
La policía investiga asimismo cómo se financiaba esta fundación, cuyo primer mandamiento del decálogo recogido en su web reza: “Si quieres que no te falte de nada, sé generoso”.
En la web de la organización están reflejadas diferentes opciones para ejercer esa generosidad en función de las categorías de los seguidores: los “patrones del Dharma” debían “contribuir con una cantidad anual de 2.000 euros o 175 euros mensuales para respaldar los fines de Mahasandhi y sus actividades”, además de “colaborar en la búsqueda de mecenazgo para proyectos específicos”. Por su parte, los “miembros” rasos de la fundación tienen, según la web, una cuota mensual de 30 euros (360 euros anuales) y el portal especifica a los posibles interesados que podrán desgravarse hasta 193 euros de esa cantidad. También ofrecen la posibilidad de hacer trabajos voluntarios para la organización y, de hecho, entre las normas de la comunidad, está el compromiso de los miembros a “realizar las labores de servicio voluntario (karma yoga) que sean necesarias para el buen fin y funcionamiento de la fundación”.
La entidad organiza también numerosos eventos como cursos y retiros de meditación y de yoga, y cuenta en la web con varios enlaces para hacer donaciones.