Lo que el PP prometía a ETA desde el poder y lo que afirma ahora de Bildu en la oposición

Sánchez aseguró que no pactaría con la izquierda ‘abertzale’. Los populares explotan su cambio de postura y desmienten los argumentos del Tribunal Constitucional para legalizar al partido en 2011

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, reunido este viernes con los portavoces de EH Bildu en el Congreso y el Senado.J.P.GANDUL (EFE)

El PP lanzó este viernes una campaña coordinada contra la reunión de Pedro Sánchez con los portavoces de EH Bildu. En la red social X (antes Twitter), tanto la dirección nacional como las territoriales utilizaron el hashtag #vergüenza junto a la foto del encuentro. El líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, tuiteó: “El pacto de Pedro Sánchez con Bildu es el pacto de la vergüenza”. La secretaria general, ...

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El PP lanzó este viernes una campaña coordinada contra la reunión de Pedro Sánchez con los portavoces de EH Bildu. En la red social X (antes Twitter), tanto la dirección nacional como las territoriales utilizaron el hashtag #vergüenza junto a la foto del encuentro. El líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, tuiteó: “El pacto de Pedro Sánchez con Bildu es el pacto de la vergüenza”. La secretaria general, Cuca Gamarra, convocó una rueda de prensa en la que aseguró: “Hoy es un día negro para la historia de la democracia. Uno de esos días que los demócratas nunca pensamos que podríamos llegar a vivir. Hace no mucho tiempo, la madre de una víctima del terrorismo le dijo al PSOE que veríamos cosas que nos helarían la sangre. Sin duda alguna, hoy es el día”.

La postura del PP se fundamenta en la premisa de que EH Bildu es ETA: denuncian que se trata de “un partido que se niega a colaborar en el esclarecimiento de 365 asesinatos”, a “condenar el terrorismo” y a que se prohíban los ongi etorri, homenajes a etarras al salir de prisión.

¿Es EH Bildu equiparable a ETA?

El Tribunal Constitucional autorizó, en mayo de 2011, la concurrencia de Bildu-Eusko Alkartasuna /Alternatiba a las elecciones, a diferencia de lo que había ocurrido en años anteriores con otras marcas como Batasuna o Euskal Herritarrok. Se lee en la sentencia: “En este caso no existen elementos que acrediten la existencia de vínculos personales, de orden financiero o de apoyo material entre ETA y el partido ilegalizado Batasuna y la coalición” (...) “La izquierda abertzale como expresión ideológica no ha sido proscrita de nuestro ordenamiento ni podría llegar a serlo sin quiebra del principio pluralista y de los derechos fundamentales”; “Las ideologías son, en el ordenamiento constitucional español, absolutamente libres y deben encontrar en el poder público la primera garantía de su indemnidad, a la que no pueden aspirar, sin embargo, quienes se sirven para su promoción y defensa de medios ilícitos o violentos y se sirven de la intimidación terrorista para la consecución de sus fines”. “En este sentido, no puede obviarse que todos los candidatos de la coalición, como exigencia ineludible para detentar tal condición, han firmado un documento cuyo punto 9 es del siguiente tenor: ‘Es firme el compromiso de actuar utilizando única y exclusivamente vías y métodos políticos, pacíficos y democráticos, lo que lleva aparejado la oposición por todos los medios que legítimamente tenga a su alcance a cualquier acto o actividad que suponga agresión o violación a cualquier derecho humano y al uso de la violencia para lograr objetivos políticos’. Una declaración de tenor similar la ha considerado este Tribunal como suficientemente acreditativa de la condena del terrorismo”.

En cuanto a los ongi etorri, el líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, se opuso públicamente en 2021 a este tipo de homenajes. En noviembre de ese año, el colectivo de presos de ETA reclamó su cese por el “dolor” que causaban a las víctimas. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), una de las asociaciones que más han batallado en su erradicación, cuenta con un Observatorio de la Radicalización desde el que cada año elabora un informe de episodios de apoyo a la banda. En el de 2023 no consta ningún ongi etorri.

Las contradicciones de Pedro Sánchez

Como ha recordado el PP este viernes en un vídeo difundido en redes, el líder del PSOE había asegurado que nunca pactaría con EH Bildu. Lo dijo en 2015, en una entrevista en Navarra Televisión. En 2016, cuando afirmó que ni siquiera se reuniría con ellos, y en 2019, ya desde La Moncloa —”con Bildu no se acuerda nada”—. En la campaña electoral previa a las generales del pasado julio, en diversas entrevistas, Pedro Sánchez fue interrogado por ese cambio de postura en su relación con el partido de la izquierda abertzale. En EL PAÍS, respondió: “La distancia que el PSOE tiene con Bildu es abismal. Nosotros no tenemos un acuerdo de gobierno con Bildu. Hemos aprobado una reforma de las pensiones con muchos partidos políticos, entre ellos Bildu, pero también el PNV, ERC, Podemos. Y no ha salido, por ejemplo, uno de los principales compromisos del Gobierno, como fue la derogación de la llamada ley mordaza, porque no transigimos con algunas exigencias de Bildu y ERC. Aprobamos la reforma laboral con ERC y Bildu en contra y el voto a favor de Ciudadanos”.

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), ha expresado este viernes su malestar con la reunión: “Mertxe Aizpurua [portavoz de EH Bildu] podrá ser dirigente de un partido político legal (ya sabemos que su legalización era una de las condiciones para que dejaran de matar), pero lo que ha marcado y marcará su biografía es que dirigió un periódico en el que #ETA publicaba sus siniestras amenazas”. Mertxe Aizpurua fue condenada a un año de prisión por apología del terrorismo en 1984 —cuando tenía 24 años— como directora técnica de la revista Punto y Hora de Euskal Herria. La sentencia consideró que el encabezamiento de una entrevista, “con sus expresiones y contexto, constituye, a la par que una justificación de la dedicación del número de la revista a diversos militantes de ETA, anteriormente fallecidos, una proclama revolucionaria en defensa de la lucha de tal organización armada, y un homenaje a sus militantes desaparecidos”.

Las contradicciones del PP

ETA anunció, en octubre de 2011, el “cese definitivo de la actividad armada” y se disolvió definitivamente en 2018. En octubre de 2021, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, declaró: “ETA está más viva que nunca porque se sienta en las instituciones”. El pasado mayo, insistió: “ETA está viva y en el poder”. Víctimas del terrorismo mostraron su repulsa por esas palabras. Pablo Romero, hijo de un asesinado por la banda, le rogó: “Ahórreme el dolor de ver que ETA sigue viva en su boca. Se lo pido por favor, casi por caridad, si de verdad quiere respetar a los afectados por el terrorismo que luchamos por la memoria y la justicia”.

El PP acusa constantemente al Gobierno de “humillar” a las víctimas de ETA, pero los populares han ignorado en multitud de ocasiones peticiones del colectivo, por ejemplo, censurar públicamente y pedir que no se utilice el lema “Que te vote Txapote” que volvió a escucharse este jueves en el desfile militar durante la fiesta nacional del 12 de octubre. Ayuso desdeñó las críticas de Consuelo Ordóñez, hermana del concejal del PP asesinado por ETA Gregorio Ordóñez y presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), que fue el que alertó el pasado mayo de la presencia de condenados por delitos de sangre en las listas de EH Bildu —y logró que renunciaran—. El motivo del desprecio de dirigentes populares a la hermana de un político de sus filas asesinado por ETA es que Ordóñez ha acusado en varias ocasiones al PP de “usar a las víctimas”: “El partido de mi hermano nos engañó y nos utiliza. Nosotros no hacemos cálculos electorales. Fundamos Covite en 1998, el año en que Aznar autoriza contactos con el “Movimiento Vasco de Liberación”, declaró en una entrevista a EL PAÍS el pasado mayo.

Ordóñez también ha señalado la hipocresía del PP al denunciar los acercamientos de presos etarras a cárceles del País Vasco durante el mandato socialista. Bajo los gobiernos de José María Aznar, cuando, a diferencia de ahora, la banda seguía activa y matando, se acercó a 426. En 1998, un año después del brutal asesinato de Miguel Ángel Blanco, el entonces presidente anunció que había autorizado contactos con lo que llamó “el Movimiento Vasco de Liberación” y afirmó estar dispuesto al “perdón y la generosidad” si la banda dejaba definitivamente las armas.

El pasado mayo, el senador del PP Pedro Rollán —actual presidente de la Cámara alta— llegó a asegurar, a propósito de la ley de vivienda: “Es un pacto a prueba de bombas. Los cimientos de esta ley se levantan sobre las cenizas del centro comercial Hipercor, con 21 muertos, cuatro de ellos niños; sobre los escombros de la plaza de la República Dominicana, en la que fueron asesinados 12 guardias civiles; sobre los hierros retorcidos de la casa cuartel de Zaragoza donde les fue arrebatada la vida a 11 personas”. ¿Por qué? Porque EH-Bildu votó a favor de la norma. Siguiendo esa línea argumental por la cual cualquier ley apoyada por la izquierda abertzale se “cimenta” sobre el terrorismo, el PP ha sido cómplice, cooperador necesario, al votar en el mismo sentido que Bildu, por ejemplo, para aprobar el ingreso mínimo vital.




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