Exministros y exdiputados del PSOE piden a Armengol que frene el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso
Los firmantes del texto, dirigido a la presidenta de la Cámara baja, aseguran que la iniciativa para permitir intervenir en catalán, euskera o gallego en el hemiciclo es un “trágala inaceptable” que contradice la Constitución
Una veintena de exparlamentarios del PSOE, entre los que se encuentran tres exministros y dos expresidentes del Senado —Juan José Laborda y Javier Rojo— han pedido a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que frene la iniciativa de hablar las lenguas cooficiales en el Congreso, que la Mesa de la Cámara aprobó en su reunión de este miércoles. A ellos se han sumado 37 exdirigentes del PP, los extintos partidos Unión de Cen...
Una veintena de exparlamentarios del PSOE, entre los que se encuentran tres exministros y dos expresidentes del Senado —Juan José Laborda y Javier Rojo— han pedido a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que frene la iniciativa de hablar las lenguas cooficiales en el Congreso, que la Mesa de la Cámara aprobó en su reunión de este miércoles. A ellos se han sumado 37 exdirigentes del PP, los extintos partidos Unión de Centro Democrático (UCD) y Unión Progreso y Democracia (UPyD). Todos ellos consideran que la medida “contradice la Constitución, no se adecua a a nuestra realidad lingüística” y es un “trágala inaceptable”, según señalan en un texto dirigido a Armengol.
Entre los firmantes socialistas del texto están tres exministros en los gobiernos de Felipe González —José Luis Corcuera, Virgilio Zapatero y Javier Sáez de Cosculluela—, a los que se suman dos expresidentes del Senado —Javier Rojo y Juan José Laborda— el expresidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, y el exalcalde de A Coruña, Francisco Vázquez.
A ellos se añade Nicolás Redondo, que fue expulsado este jueves del PSOE por las críticas realizadas contra su partido por la posible amnistía de los implicados en el procés; Joaquín Leguina, expresidente de la Comunidad de Madrid y también expulsado del partido; los exeurodiputados Alejandro Cercas y Pedro Bofill; los exdiputados José María Mohedano, Ciriaco de Vicente y Jesús Cuadrado; el exsecretario general de Madrid Tomás Gómez; el exdiputado en el Parlamento vasco José Antonio Maturana o la exresponsable de Internacional del PSOE Elena Flores. También han firmado el escrito 37 exdirigentes del PP, UCD y UPyD, entre ellos los exministros Juan Carlos Aparicio, María Dolores de Cospedal, Rafael Catalá, Miguel Arias Cañete, Federico Trillo e Isabel Tocino; los exsecretarios de Estado Gabriel Elorriaga o Miguel Angel Cortés; el exabogado general del Estado, Arturo García Tizón; la expresidenta de UPyD Rosa Díez o el exministro de UCD Jaime Lamo de Espinosa, entre otros.
La medida de hablar catalán, euskera y gallego en la Cámara fue una exigencia de los independentistas catalanes para apoyar que el PSOE tuviera la mayoría de la Mesa del Congreso y que la presidenta de la Cámara fuera la socialista Francina Armengol. En la sesión de constitución de las Cortes, esta anunció que desde ese momento se hablarían las lenguas cooficiales en el Parlamento. Sin embargo, no es una medida que cuente con el consenso de la derecha, no se ha llevado a cabo aún la reforma del Reglamento del Congreso y los letrados de las Cortes han advertido de la dificultad de llevar a cabo el uso generalizado de las lenguas cooficiales en los debates e iniciativas parlamentarias. Este martes los letrados advertían de que era “muy difícil, si no imposible”, aplicar “de forma inmediata o a corto plazo” la reforma del Reglamento de la Cámara registrada por el PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG, y señalaron que su puesta en práctica obligaría a “replantear todos los procedimientos parlamentarios” tal y como están concebidos en la actualidad. Sin embargo, al día siguiente de esta advertencia del servicio jurídico de las Cortes, la Mesa del Congreso adoptó un acuerdo, con los votos del PSOE y Sumar y la oposición del PP, para que las lenguas cooficiales puedan utilizarse en el hemiciclo ya desde el próximo martes, antes de que se apruebe la reforma del Reglamento del Congreso que se registró con este objetivo la semana pasada.
En el texto dejan claro que el castellano es la “lengua oficial del Estado” con la que se ha debatido, dialogado y cumplido la misión de los parlamentarios “a lo largo de estos 46 años de democracia” y señalan que hasta la fecha esto se ha hecho con total normalidad porque el castellano es la lengua “común” de todos los españoles sean “vascos, andaluces, castellanos, catalanes, extremeños” y con la que se entienden en la vida cotidiana en todos los lugares de España. “Ningún español necesita de intérprete cuando habla con otro español”, exclama la carta. En ella, advierten además que el cambio quiere llevarse a cabo “de manera escandalosamente precipitada y con el quebranto de una regla de oro del parlamentarismo demoliberal: que las modificaciones del Reglamento, al ser las normas que establecen las reglas de juego de la institución, han de contar con un amplio acuerdo de los grupos parlamentarios, como siempre ha sucedido”.
“La pretensión de que la mitad de la Cámara imponga una reforma de tal calado es un trágala inaceptable, una verdadera ruptura de las reglas propias de cualquier sistema democrático”, advierten a Armengol y al resto de diputados de esta Legislatura.