El PSOE recobra la confianza a tiempo de dar la batalla para mantener su poder territorial

Los socialistas organizarán 500 actos en el apogeo de la campaña

La candidata del PSPV al Ayuntamiento de Valencia y actual vicealcaldesa, Sandra Gómez; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; este sábado, en Valencia.Foto: Jorge Gil/EP
Valencia -

La política es un estado de ánimo y el ambiente en el PSOE dista mucho del abatimiento con que cerró 2022 y empezó 2023. La resistencia de la economía y la rebaja que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha aplicado a sus propias expectivas para el 28-M espolean la moral de los socialistas. Las elecciones autonómicas y municipales ya no serán un plebiscito a Pedro Sánchez, según ha reconocido la derecha en un ...

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La política es un estado de ánimo y el ambiente en el PSOE dista mucho del abatimiento con que cerró 2022 y empezó 2023. La resistencia de la economía y la rebaja que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha aplicado a sus propias expectivas para el 28-M espolean la moral de los socialistas. Las elecciones autonómicas y municipales ya no serán un plebiscito a Pedro Sánchez, según ha reconocido la derecha en un notable viraje argumental a mes y medio de unos comicios en los que el PSOE se juega su poder territorial. “Las cosas van a quedar más o menos como están. La conclusión el 29 de mayo será que el PSOE habrá resistido”, anticipa un peso pesado del Gobierno y la dirección federal socialista. Estas serán algunas de las claves, a falta de imprevistos en una legislatura que ha visto una pandemia y vive el peor conflicto en Europa desde la II Guerra Mundial:

La batalla de la Comunidad Valenciana. La elección de Valencia para celebrar la Convención Municipal del PSOE no tiene nada de casual. Es más, el PP ya la escogió en marzo para su cónclave local. La cuarta comunidad autónoma por PIB y población, que Ximo Puig preside desde 2015, será el escenario del pulso encarnizado que los dos grandes partidos librarán con la retina puesta en las elecciones generales de finales de año. El entorno del presidente valenciano no percibe una “pulsión de cambio”, pero se muestra muy prudente debido al estrecho margen —40.000 votos— en que se decidieron las elecciones autonómicas de 2019 (en el caso de la ciudad de Valencia el bloque de izquierdas se impuso por apenas 5.000 papeletas).

El PP echará el resto en la región con el afán de vender un cambio en la Generalitat como la etapa prólogo de la llegada de Feijóo a La Moncloa. Pero no lo tendrán sencillo: el acuerdo de Podemos y Esquerra Unida (la variante autonómica de IU) para concurrir juntos a las elecciones ha supuesto un alivio para los socialistas. Fuentes de la Generalitat destacan que Esquerra tiene un suelo electoral superior al 4%, lo que debería bastar para que Unidas Podemos logre el 5% exigido para entrar en las Cortes Valencianas.

El PSOE también cuenta con aumentar la movilización de su electorado, que se encuentra en un margen de algo más del 70% frente al 80% de un PP hipermovilizado. El tirón de Joan Baldoví con Compromís, que ganaría el duelo con Vox por el tercer puesto, es otro factor que puede determinar las elecciones. La dirección del PSOE valenciano reconoce que Alicante es la provincia donde se encuentran peor, “más por el agua —en referencia al malestar de los regantes por el recorte del trasvase Tajo-Segura— que por [Carlos] Mazón”, el candidato autonómico del PP, que es de allí.

Sánchez se multiplicará. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE cierra este domingo la Convención Municipal. Será su 19º mitin desde enero y el quinto de la semana tras los de Segovia, Burgos, Cáceres y Bilbao. Un ritmo que irá a más en las próximas semanas, con actos concentrados entre el viernes y el domingo y dobletes como el del 29 de abril en Navarra y La Rioja con sus presidentas, María Chivite y Concha Andreu. Los mítines de Sánchez serán diarios en las tres últimas semanas antes del 28-M. La caravana no evitará ningún territorio, zanjan en Ferraz sobre las fricciones con algunos barones: “El presidente irá a todas las comunidades autónomas; tiene una demanda tremenda y se va a volcar”.

El PSOE pasará de un promedio de 200 actos semanales desde febrero a rondar los 500 en el punto álgido de la campaña. En Ferraz inciden en que el partido se comenzó a activar en septiembre, en una estrategia a largo plazo tras el varapalo de las elecciones andaluzas que les ha terminado otorgando una “ventaja táctica” a seis semanas del 28-M: mítines llenos sin forzar la maquinaria y con 2.000 asistentes, como el de hoy en Valencia. “Nuestra imagen de movilización ahora mismo no la dan el PP ni Vox”, esgrimen en el comité electoral socialista.

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Objetivo: ser primera fuerza municipal. El PSOE es el partido con más poder local en España, y gobierna en 2.800 de los 8.131 ayuntamientos. Los comicios locales, que a diferencia de las autonómicas sí se celebran en todo el país, darán una radiografía de la fortaleza de los grandes partidos —a falta de los pactos postelectorales— a seis meses vista de las generales. Los socialistas aventajaron al PP en las municipales de 2019 en más de un millón y medio de votos y 2.000 concejales. En Ferraz reconocen que esa distancia no se repetirá, pero sí se ven en condiciones de volver a ser primera fuerza. Los socialistas parten con una ligera ventaja: presentarán más candidaturas locales que el PP. “El mensaje central de los alcaldes, aparte de su respuesta a la covid, es la acción del Gobierno: salario mínimo, pensiones...”, sintetiza una ministra socialista.

Con 2.500 alcaldes y cerca de 22.500 concejales, el PSOE defiende 22 capitales de provincia y 23 de las 41 diputaciones provinciales, además de tres cabildos y dos consejos insulares. El 57% de los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes (414) tienen un alcalde socialista, lo que incluye a 85 ciudades que superan los 50.000 habitantes (53% del total). Revalidar Sevilla y volver a contar con un alcalde socialista en Barcelona, como sucedió entre 1979 y 2011, son dos de los grandes retos.

A expensas de la izquierda. La relación de Podemos con sus aliados del grupo confederal no puede ser más tensa, pero el cómputo global de pactos con IU es mejor que en 2019. Las coaliciones autonómicas de ambas fuerzas se revalidarán en Baleares, Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura, Castilla-La Mancha y La Rioja y se estrenarán en Canarias, Cantabria, Navarra y Murcia. El acuerdo también ha sido posible en 39 capitales de provincia, necesario para que el PSOE no diese ya por imposible cumplir parte de sus aspiraciones.

El principal partido del Gobierno preside diez de las doce comunidades que irán a las urnas, pero Ferraz y La Moncloa han querido dedicar este fin de semana en exclusiva a su poder municipal. Salvo Ximo Puig, el resto de presidentes se ha quedado en sus territorios volcados en sus campañas.


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