El denunciante del ‘caso Astapa’ niega que Villarejo interviniera en la investigación
David Valadez asegura que conoció al comisario jubilado años después de los hechos, mientras que el exalcalde de Estepona y principal acusado en la trama de presuntas irregularidades urbanísticas, Antonio Barrientos, defiende su inocencia
Uno de los denunciantes de las supuestas irregularidades políticas y urbanísticas en Estepona (Málaga, 71.925 habitantes) entre 2003 y 2007, David Valadez, ha asegurado este miércoles que el comisario jubilado José Manuel Villarejo no tiene nada que ver con la investigación. Su participación “es absolutamente inexistente”, según ha dicho esta mañana durante el juicio sobre el denominado caso Astapa...
Uno de los denunciantes de las supuestas irregularidades políticas y urbanísticas en Estepona (Málaga, 71.925 habitantes) entre 2003 y 2007, David Valadez, ha asegurado este miércoles que el comisario jubilado José Manuel Villarejo no tiene nada que ver con la investigación. Su participación “es absolutamente inexistente”, según ha dicho esta mañana durante el juicio sobre el denominado caso Astapa. La sombra de Villarejo ronda un juicio cuyo principal acusado es el entonces alcalde de la localidad malagueña, Antonio Barrientos, que este martes compareció ante el tribunal para asegurar que durante su etapa “no hubo irregularidad alguna”. También subrayó que donde sí hubo “anomalías” es en la investigación policial; el exedil pone el foco en el comisario jubilado como supuesto organizador de toda la trama, que acabó con él en la cárcel y con Valadez, más tarde, en la alcaldía.
La declaración de Barrientos sirvió para inaugurar este martes la fase de prueba y declaraciones del juicio del caso Astapa, la última gran causa contra la corrupción urbanística en la Costa del Sol. En ella se investiga una supuesta trama que se dedicaba a infravalorar los muchos convenios urbanísticos que se impulsaron entre 2003 y 2007 en Estepona para financiar tanto a partidos políticos como al propio ayuntamiento, además del enriquecimiento de varios miembros de la organización. Se cuentan medio centenar de acusados, a quienes se juzga por los delitos de falsedad, fraude, malversación, cohecho, prevaricación y tráfico de influencias. Entre ellos, el exalcalde Barrientos es uno de los más destacados; la Fiscalía pide para él una pena de diez años y nueve meses de prisión. Su defensa, como las del resto de investigados, han puesto el foco en el papel de Villarejo como supuesto urdidor de la trama.
La investigación es de tal calibre —hay 128 tomos principales con 351.114 folios y 646 piezas documentales— que el juicio se ha dividido en diez bloques temáticos y el propio fiscal, Valentín Bueno, abrió al principio la posibilidad de desarrollar uno más centrado en el origen de la investigación para aclarar si Villarejo tenía algo que ver. La Audiencia Provincial de Málaga se negó a ello en auto dictado el pasado 23 de febrero, aunque también anuló las escuchas que dieron origen al caso porque la orden no estaba suficientemente justificada y tampoco era “necesaria” ni “idónea”.
Esa decisión desinfla un caso que se juzga 15 años después de su inicio y que fuentes judiciales subrayan que acabará diluyéndose debido a su complejidad y su retraso. “Tengo la convicción de que acabará bien”, decía Barrientos este martes antes de entrar en la sala 4 de la Ciudad de la Justicia malagueña donde se empezaba el primero de los bloques centrado las actuaciones en materia de disciplina urbanística. En la puerta de los juzgados aseguró que tenía muchas ganas de hablar, aunque en su declaración no respondió a ninguna de las partes y solo se manifestó a través de una comparecencia en la que defendió su inocencia.
“No hubo irregularidad alguna, y menos desde el punto de vista penal, en temas de disciplina urbanística”, aseguró el exregidor, que en su discurso aseguró que el área de urbanismo, dirigida entonces por la edil María del Carmen Miralles, estaba entonces “desbordado”. Sin embargo, afirmó, “ningún técnico ha recibido jamás por parte de la concejala ni por nadie sugerencias, proposición y menos aún presión”. A cambio, puso el foco en la investigación policial “donde sí que no hubo disciplina debido a su actuación con múltiples irregularidades y anomalías impropias de un Estado de derecho” refiriéndose al supuesto papel de Villarejo.
Ese rol ha sido negado por uno de los principales testigos, David Valadez, que además de suceder a Barrientos en la alcaldía fue quien puso la denuncia que originó la investigación. Él si respondió a todas las preguntas que se le han formulado en la sesión de este miércoles. “La participación del hoy famoso y archiconocido comisario José Manuel Villarejo en la génesis u origen del caso es absolutamente inexistente”, ha dicho Valadez —como recoge Europa Press— quien ha reconocido que solo lo conoció “mucho después” a través de su hermano, párroco en Estepona, y que solo tomó un café con él. “Difícilmente se puede sostener” que él y Villarejo maniobrasen “para orquestar una trama en 2006″ para que él fuese elegido alcalde “porque se les estaría suponiendo dotes adivinatorias”.
“Estábamos hartos de denunciar lo que estaba ocurriendo en todos los niveles de nuestro partido sin que se nos hiciese el más mínimo caso”, ha afirmado Valadez, que puso la denuncia en Madrid, ante la UDEF, en compañía de la entonces también concejala socialista Cristina Rodríguez. Lo hizo así, ha contado, para evitar posibles filtraciones si lo hacía en Málaga. Para la defensa de Barrientos, sin embargo, esa es una de las claves que, cree, involucran supuestamente a Villarejo en la trama. “Consiguió aquello que pretendía: tener una clara influencia sobre el urbanismo de Estepona y llevar a cabo una manipulación de la instrucción a través de la influencia de los funcionarios de la UDEF”, subrayó María Gutiérrez, abogada de Barrientos, en enero. Aún no hay fecha para el final del proceso, aunque su magnitud y complejidad hacen prever que se extenderá incluso hasta verano.