Temporeros de Jaén duermen a la intemperie aunque los albergues están semivacíos

Migrantes que buscan trabajo en el olivar se ven forzados a pernoctar en la calle por el choque y descoordinación entre instituciones

Tres inmigrantes senegalenses, que duermen a la intemperie, en las escaleras del Centro de Día Santa Clara de Jaén.José Manuel pedrosa

Ibrahim, Thiam y Diegane son tres compatriotras senegaleses que han cruzado sus caminos en Jaén, a donde han llegado en busca de un trabajo en la campaña de recolección de la aceituna. La pasada noche se cobijaron conjuntamente en un parque de la capital, con temperaturas mínimas rozando los ceros grados, después de haber sido invitados a abandonar el albergue para temporeros. “¿Por qué tenemos que dormir en la calle, con una sola manta, si hay much...

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Ibrahim, Thiam y Diegane son tres compatriotras senegaleses que han cruzado sus caminos en Jaén, a donde han llegado en busca de un trabajo en la campaña de recolección de la aceituna. La pasada noche se cobijaron conjuntamente en un parque de la capital, con temperaturas mínimas rozando los ceros grados, después de haber sido invitados a abandonar el albergue para temporeros. “¿Por qué tenemos que dormir en la calle, con una sola manta, si hay muchas camas libres en el albergue”, se preguntaba un indignado Thiam tras entrar en calor gracias al potaje de verduras y bacalao suministrado en un comedor social, la única comida caliente a lo largo del día.

Los tres temporeros senegaleses, procedentes de otras campañas agrícolas en otras provincias españolas, no han sido los únicos que han dormido a la intemperie la última noche en Jaén. Cáritas estima que en torno a una treintena (y otros tantos en otros pueblos de la provincia) han corrido la misma suerte. Y todo por haber superado el máximo de cuatro noches en el albergue de la capital, donde aún había 91 camas libres. “Es algo lamentable y una situación desesperante para muchas personas, no se puede tolerar que haya personas durmiendo al raso y que al lado haya un centro con muchas camas vacías”, expone, perplejo y desconcertado, Pedro Pajares, responsable del centro de día Santa Clara de Cáritas Diocesana de Jaén.

La drástica caída de la cosecha de aceituna (en Jaén, principal provincia productora del mundo, la reducción supera el 60%) hacía pensar que este año no se produciría la habitual afluencia de temporeros y, por tanto, sería una campaña tranquila. “Los migrantes vienen aunque sea para echar cuatro o cinco jornales”, están desesperados”, dice Francisco Cruz, voluntario en un comedor social.

Centro de Día Santa Clara donde muchos temporeros de la aceituna van a por un plato de comida. josé manuel pedrosa

La Junta de Andalucía, que es quien coordina el foro provincial de la inmigración, recomendó a los ayuntamientos de la provincia que abrieran sus albergues entre los días 21 y 25 de noviembre. Pero la realidad es que, a día de hoy, solo ocho de los 17 centros (con una capacidad global de 700 plazas) han seguido sus consejos y han abierto sus puertas, y todos ellos, con la excepción del de Alcalá la Real, con una ocupación por debajo del 50%. “Debemos preparar diversas alternativas referidas al número de usuarios, de tal forma que preveamos un amplio abanico de posibilidades de forma previa, ya que es difícil anticiparse a lo que pueda ocurrir”, señaló el delegado del gobierno andaluz en Jaén, Jesús Estrella, en la reunión del foro de la inmigración.

Con todo, es cierto que no se están produciendo las tensiones de otras campañas en una red de albergues que, por otro lado, fue pionera en todo el país en la atención a temporeros del sector agrícola. El punto rojo, como aseguran las organizaciones sociales, es la capital jiennense. Fue la primera en abrir el albergue –el 17 de noviembre- pero desde entonces la concejala de Asuntos Sociales, Ángeles Díaz, ha venido clamando, sin éxito, al resto de municipios a una mayor “coordinación y diligencia” bajo el argumento de evitar el efecto llamada y paliar así la presión migratoria hacia la capital.

Desde el consistorio jiennense se ha informado de que todos los temporeros a los que se ha vetado la asistencia al albergue (una vez superadas las cuatro noches establecidas por la normativa) llevaban allí en torno a dos semanas, mostrando así la anunciada “flexibilidad” municipal en la atención a los temporeros. Además, añaden que la mayoría de ellos se han negado a desplazarse a otros municipios incluso pagándoles el billete de autobús. “No tiene sentido jugar con la vida de personas vulnerables para presionar al resto de albergues de la provincia para abrir sus puertas, y más tomar esta decisión en unos días con temperaturas casi bajo cero”, subraya Carlos Baeyens, coordinador del equipo de voluntarios que cada noche recorre las calles de Jaén atendiendo a los migrantes sin un techo.

Aunque la campaña de recolección de la aceituna ya se ha generalizado en toda la provincia, la mayor parte de los albergues han retrasado este año su apertura con respecto a otras campañas. Para este jueves anuncian su puesta en funcionamiento los de Úbeda y Martos, dos de los que más plazas oferta, y al día siguiente, el de Torredonjimeno. La razón esgrimida para justificar esta demora es la menor afluencia de migrantes, aunque desde algunas organizaciones sociales se alude a que en esos pueblos se les paga a los temporeros el billete de autobús hacia Jaén, lo que explicaría el tapón y el bloqueo existente en la capital.

Tampoco está teniendo éxito el sistema de alojamiento alternativo en régimen de alquiler ofertado este año en Jaén con una tasa pública de ocho euros al día, con 20 plazas para temporeros que acudan a la campaña de la aceituna y que pone a disposición de los empresarios del término municipal previa presentación de toda la documentación reglamentaria de sus respectivos contratos. El convenio del campo del sector oleícola no obliga a los empresarios a contratar en origen a su personal eventual, por lo que todavía son habituales las escenas de empresarios que acuden a las inmediaciones de los albergues en busca de la mano de obra necesaria.

Y en medio de esta convulsa situación migratoria, el pleno del ayuntamiento jiennense ha aprobado este martes el primer plan municipal de inmigración (2022-2026). “El documento recoge todos los hechos, objetivos y actuaciones de cara a los próximos cuatro años, entre ellas la creación de una oficina de atención a la persona inmigrante desde donde se coordine de forma específica, el abordaje de sus necesidades de forma integral y desde una perspectiva inclusiva, alejándonos de prejuicios y estereotipos”, ha explicado la edil Ángeles Díaz.

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