Hacienda recuperará el año próximo más de 1.000 millones del presupuesto de Defensa
Las empresas deberán devolver los créditos que les concedió Industria para financiar proyectos militares
Hacienda recuperará el año que viene 1.014 millones de euros de los 12.825 incluidos en el presupuesto de Defensa para el próximo ejercicio, casi el 8% del total. Esta es la cantidad que, según fuentes del Ministerio de Industria, deberán devolver en 2023 las empresas que en los últimos años han recibido créditos para la construcción del caza Eurofighter, el vehículo de combate Dragón o la fragata F-110. El dinero seguirá un circuito ci...
Hacienda recuperará el año que viene 1.014 millones de euros de los 12.825 incluidos en el presupuesto de Defensa para el próximo ejercicio, casi el 8% del total. Esta es la cantidad que, según fuentes del Ministerio de Industria, deberán devolver en 2023 las empresas que en los últimos años han recibido créditos para la construcción del caza Eurofighter, el vehículo de combate Dragón o la fragata F-110. El dinero seguirá un circuito circular pues, cuando Defensa pague la factura de sus productos y servicios, las empresas deberán reintegrarlo al Tesoro para saldar su deuda. A su vez, Industria dispone de una partida de 1.601 millones para prefinanciar el año próximo a las empresas que desarrollan proyectos tecnológicos militares que, en los ejercicios siguientes, deberá pagar Defensa con cargo a su propio presupuesto.
Este mecanismo, que se viene utilizando desde hace una década y se ha ido prorrogando y ampliando sucesivamente, explica la dificultad de hacerse una radiografía completa del gasto en Defensa: ni ha sido tan escaso como parecía en los últimos años ni necesariamente aumentará tanto en 2023 como aparenta.
Sobre el papel, el presupuesto del departamento que dirige Margarita Robles crecerá el año próximo un 25,8%, hasta los 12.825 millones. El mayor incremento se da en los llamados Programas Especiales de Armamento, que pasan de 2.848 a 4.902 millones, un crecimiento de más del 72%. Si a los fondos del ministerio se les suman los 1.289,6 millones de los organismos autónomos de Defensa (como el Centro Nacional de Inteligencia, el INTA o el Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento), el presupuesto consolidado para 2023 supera los 14.453 millones de euros: una cantidad muy importante, pero solo un 11% superior a los 13.003 millones de los que Defensa ha dispuesto este año.
Aunque su presupuesto inicial era de 10.155 millones, este departamento ha recibido créditos extraordinarios, transferencias e ingresos suplementarios por valor de 2.847 millones a lo largo de los últimos meses, por lo que sus fondos han aumentado un 28% sobre lo aprobado por las Cortes. Una subida sin parangón en ningún otro ministerio. Habrá que esperar al final de 2023 para conocer el crecimiento real, pero en Defensa se da por hecho que el año próximo se alcanzará el 1,2% del PIB, en la senda de crecimiento del gasto militar para llegar al 2% comprometido por el presidente Pedro Sánchez en la última cumbre de la OTAN.
El fuerte aumento del capítulo de inversiones reales (un 58,4% más) permitirá pagar la factura anual de los programas iniciados en el pasado (unos 2.600 millones) y acometer otros nuevos, como la adquisición de cuatro aviones de patrulla marítima Airbus C295W, el Sistema Lanzacohetes de Alta Movilidad (SILAM), la construcción de dos nuevos buques hidrográficos, la compra de aviones de vigilancia marítima (VIGMA) o la modernización de la batería Patriot.
La asignatura pendiente sigue siendo la mejora del sueldo de los militares, que se ha quedado desfasado respecto a otros cuerpos uniformados del Estado. El gasto en personal crece un 6,2%, lo que incluye el incremento retributivo del 3,5% común a todos los funcionarios, pero deja margen para que Defensa acometa alguna de las recomendaciones de la Comisión Técnica sobre Retribuciones del Personal de las Fuerzas Armadas, formada por representantes del ministerio y las asociaciones profesionales, que propuso, entre otras medidas, compensar económicamente la permanente disponibilidad de los militares para el servicio.