El PSOE se reconcilia con los cazadores a costa de un nuevo frente con Unidas Podemos
Los barones socialistas celebran la decisión del Gobierno de desarrollar una legislación específica para la actividad cinegética
El malestar del sector de la caza con el Gobierno por sus discrepancias con la Ley de Bienestar Animal fue una de las claves de que el PSOE firmase su peor resultado en las elecciones andaluzas. El PP venció por mayoría absoluta, lo nunca visto, mientras los socialistas firmaban su peor resultado en el otrora gran feudo de la izquierda. La lección quedó grabada a sangre y fuego en La Moncloa y en la sede s...
El malestar del sector de la caza con el Gobierno por sus discrepancias con la Ley de Bienestar Animal fue una de las claves de que el PSOE firmase su peor resultado en las elecciones andaluzas. El PP venció por mayoría absoluta, lo nunca visto, mientras los socialistas firmaban su peor resultado en el otrora gran feudo de la izquierda. La lección quedó grabada a sangre y fuego en La Moncloa y en la sede socialista de Ferraz, donde no están dispuestos a repetirla en un curso electoral en el que los nueve presidentes autonómicos y 2.700 alcaldes del PSOE se juegan la reelección. Eso será en mayo, y el resultado se interpretará como un ensayo de las generales de finales de 2023, en las que Pedro Sánchez podría jugarse la reelección en una docena de provincias de la España interior.
Con el fin de evitar “interpretaciones malintencionadas” y de que el PP y Vox le sigan comiendo terreno en el mundo rural, el PSOE ha decidido excluir de la futura ley de bienestar animal los perros de caza y a otros animales que desempeñan labores específicas (deportivas, pastoreo, tareas de rescate o de seguridad con las Fuerzas Armadas), atendiendo siempre a sus obligaciones y cuidados. A cambio, el principal partido del Gobierno elaborará una legislación específica para los canes de caza, las rehalas, aves de cetrería y los animales auxiliares de caza cumpliendo la estrategia nacional de gestión cinegética, en línea de las demandas del sector. “La Ley de Bienestar Animal sería en todo caso para los animales domésticos que viven en el domicilio familiar. El resto tendrían una normativa en la línea de lo que es la regularización europea”, diferencia Patxi López, portavoz socialista en el Congreso.
La reconciliación con los cazadores no le saldrá gratis al PSOE. La Federación Española de Caza (RFEC), la tercera con más licencias en España —334.635 en 2020, según el Consejo Superior de Deportes (CSD), solo por detrás del fútbol (1.074.567) y del baloncesto (376.352)— “celebra que el PSOE rectifique su postura” aunque seguirá atentamente el trámite del proyecto legal. Pero la paz con el sector, que amenazaba con nuevas movilizaciones como la del pasado marzo, cuando congregó en Madrid a decenas de miles de agricultores, ganaderos y cazadores de todo el país (150.000 según la Delegación del Gobierno y más de 400.000 según la organización), muchos de ellos militantes socialistas, ha sido posible a costa de un nuevo frente con Unidas Podemos: la Dirección General de Derechos de los Animales, responsable de la elaboración de la ley, depende del Ministerio de Derechos Sociales que dirige Ione Belarra, secretaria general de Podemos. La reacción del socio minoritario del Ejecutivo ha sido furibunda. “El maltrato es maltrato independientemente de a qué se dedique el animal. ¿O es que el PSOE está a favor de colgar a un perro de un árbol, descerrajarle un escopetazo y arrastrarlo por el suelo desangrándose o enterrar cachorros en cal viva porque sean perros de caza?”, afirmó en redes sociales Pablo Echenique, portavoz parlamentario de Unidas Podemos. Las fuentes socialistas consultadas remarcan que están “en contra del maltrato animal y evidentemente no se va a legislar en el sentido contrario”.
Unidas Podemos se queja de que el PSOE no le había avisado de la enmienda —un extremo que niegan en la bancada socialista— y sostienen que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha retenido la ley “en un cajón porque al PSOE le daba miedo aprobarla antes de las elecciones en Castilla y León y Andalucia”. En el PSOE sostienen que la normativa se ha ido puliendo y atiende a las peticiones del mundo rural que habían trasladado sus alcaldes y líderes territoriales, entre quienes estaba extendida la idea de que la ley estaba hecha “con muchos prejuicios” y era “muy urbanita”. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, advirtió el miércoles que estaba dispuesto a recurrir “para que se separase la caza” de la Ley de Bienestar Animal “por sentido común”. “Debe de haber alguien que le tiene manía a la caza y la ha colado en una ley de bienestar animal. Todos compartimos que se cuide bien a los perros, a los gatos, nadie está en contra de la salud animal. Pero una cosa son los animales domésticos y otra cosa muy diferente colar otro tipo de realidades”, sostuvo. El presidente de Aragón, Javier Lambán, también se ha mostrado muy satisfecho con la enmienda del PSOE: “Los perros pastores y de caza quedarán excluidos de la ley, lo que es una excelente noticia que denota sensibilidad por el medio rural y sus actividades”.
La trascendencia del movimiento del PSOE la demuestra la reunión que un grupo de diputados del PP liderados por la secretaria general, Cuca Gamarra, mantuvo este viernes en el Congreso con representantes de la RFEC. Los socialistas lograron en las últimas generales 42 de los 103 escaños en juego en las provincias que reparten hasta cinco diputados, por delante del PP (33) y Vox (15). Unidas Podemos solo tres. En la dirección del PSOE son pragmáticos y, frente a las críticas de su socio, hasta confían en que Unidas Podemos pueda sacar provecho de su perfil animalista y recabe votos del PACMA, que en las últimas generales obtuvo más de 220.000 votos pero ningún escaño.