Desfalco o extorsión: el misterio del asesor financiero desaparecido en Murcia
José Luis Galiana huyó en febrero tras despeñar su vehículo en una cala de Alicante y dejar un agujero contable en varias empresas de más de un millón de euros
El rastro de José Luis Galiana se esfumó en el fondo de un acantilado. Fue el pasado 18 de febrero, cuando su Audi-1 rojo apareció en una de las calas más conocidas de la pedanía de Orihuela Costa (Alicante), Punta Prima. Despeñado, totalmente volcado y apoyado sobre su propio techo en la orilla del Mediterráneo. Pero vacío. Así empezó el misterioso caso de la desaparición de Galiana, asesor financiero de Murcia, de 49 años, 1,85 metros de altura, complexión corpulenta, pelo negro y ojos verdes, que aquel día vestía chaquetón azul oscuro, según la descripción que su familia facilitó ...
El rastro de José Luis Galiana se esfumó en el fondo de un acantilado. Fue el pasado 18 de febrero, cuando su Audi-1 rojo apareció en una de las calas más conocidas de la pedanía de Orihuela Costa (Alicante), Punta Prima. Despeñado, totalmente volcado y apoyado sobre su propio techo en la orilla del Mediterráneo. Pero vacío. Así empezó el misterioso caso de la desaparición de Galiana, asesor financiero de Murcia, de 49 años, 1,85 metros de altura, complexión corpulenta, pelo negro y ojos verdes, que aquel día vestía chaquetón azul oscuro, según la descripción que su familia facilitó al Centro Nacional de Desaparecidos, que emitió una alerta con su foto. Tras pasar seis meses en paradero desconocido, regresó a su domicilio a final de julio, donde fue detenido por la Policía Nacional. Se le imputan varios delitos de índole económico, administración desleal o fraudulenta, apropiación indebida y falsedad documental.
Una firma extranjera le amenazaba constantemente desde 2019, revela a EL PAÍS su abogado, Pablo Ruiz Palacios. El punto de partida fue una oferta de negocio publicada en un diario económico. “Leyó en el anuncio que una empresa extranjera solicitaba un agente delegado para una operación financiera internacional. Contacta con ellos, envía toda la documentación que le solicitan y se convierte en el delegado en España”. La empresa era una multinacional con base en Singapur. Poco después, “montó una operación para financiar un proyecto de desarrollo inmobiliario en Murcia” y sus jefes le exigieron “un pago importante” en concepto de “gastos de la operación”. Convencido de que todo saldría adelante, el asesor sacó “unos 230.000 euros” de la cuenta de HUMA Mediterráneo, la firma en la que ejerce de administrador concursal. Y con esa operación fraudulenta se destapó la caja de los truenos.
Cuando los responsables de la firma asiática detectaron que Galiana tenía acceso fácil a grandes cantidades de dinero, comenzaron a “exigirle más ingresos sin que la operación proyectada salga adelante”, según su representante legal. Todos los pagos que hizo, salvo el inicial, fueron “intimidatorios”. “Le extorsionan y amenazan con datos de su familia, con el nombre del colegio de sus hijos, llegan a visitarlo personalmente”, añade Ruiz Palacios. Cuando vació las arcas de todo su entorno, “le piden más”. “Se vio atrapado”, prosigue el defensor, “no denunció por miedo ni se lo contó a la familia”. Y, mucho menos, al propietario de la firma en situación concursal. Así desembocó en el episodio del presunto accidente de Punta Prima, en febrero. Apenas dos meses más tarde, la investigación de la Guardia Civil de Pilar de la Horadada (Alicante) evidenció que la caída del Audi era un montaje y se eliminó la alerta como desaparecido.
Entre su asesoría, la promotora de su familia y una firma de la que era administrador concursal, Galiana había generado supuestamente un agujero contable de cerca de un millón de euros. El detenido vivía una “situación límite” el día de su desaparición, cuando conducía hacia el litoral alicantino, a unos 60 kilómetros de Murcia, fruto de la presunta extorsión por parte de la multinacional asiática. “Según cuenta”, prosigue el letrado, “en ese momento quería quitarse la vida, pero pensó en su mujer y sus hijos y decidió desaparecer”. Para no dejar rastro, empujó su vehículo hacia el mar y protagonizó una fuga “improvisada”. Esos seis meses en los que estuvo aparentemente desaparecido, “los pasó en España y en un país cercano”. Es todo lo que según su versión ha contado a los agentes del Grupo de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional que investigan su caso. “Se vio en la necesidad de desaparecer, era presa de un miedo insuperable”, señala Ruiz Palacios.
Tras su regreso, a finales de julio, Galiana contacó con el abogado para “afrontar la situación y defenderse”. Ambos acudieron a la Policía Nacional el pasado 9 de agosto. El asesor confesó que había respondido a la extorsión con dinero procedente de su asesoría particular, de la firma urbanística familiar Morgil II SL y de HUMA Mediterráneo. El total de fondos apropiados ascendía “a cerca de un millón de euros”, explica el letrado.
El descuadre en HUMA, empresa que lo había denunciado inicialmente por estafa, “es superior a los 600.000 euros”, calculan los investigadores a partir de “numerosa documentación e información relevante sobre cuentas bancarias ubicadas en Singapur y Estados Unidos, disposiciones realizadas, transferencias, así como por las declaraciones aportadas por las diferentes partes en el proceso”. Galiana “colabora activamente” en las pesquisas, subraya su abogado. El asesor acabó detenido y, tras su declaración, quedó en libertad. El próximo 29 de septiembre está citado como investigado por el juzgado de Instrucción 7 de Murcia. Mientras tanto, continúan “las gestiones tendentes al total esclarecimiento de los hechos y a la localización del dinero”, añaden las fuentes policiales.