España, dispuesta a entregar a Ucrania misiles antiaéreos y carros de combate Leopard
El Ejército español instruirá en Letonia y en territorio nacional a los militares ucranios en el manejo de los tanques en su lucha contra la invasión rusa
España está dispuesta a dar un salto cualitativo en su apoyo militar a Ucrania frente a la invasión rusa, según fuentes gubernamentales. Si hasta ahora había entregado munición, equipos de protección individual y armas ligeras (lanzagranadas C-90 o ametralladoras), ahora prepara el suministro de armamento pesado, con misiles antiaéreos y carros de combate Leopard, y la imprescindible instrucción de los militares ucranios para que puedan hacerse car...
España está dispuesta a dar un salto cualitativo en su apoyo militar a Ucrania frente a la invasión rusa, según fuentes gubernamentales. Si hasta ahora había entregado munición, equipos de protección individual y armas ligeras (lanzagranadas C-90 o ametralladoras), ahora prepara el suministro de armamento pesado, con misiles antiaéreos y carros de combate Leopard, y la imprescindible instrucción de los militares ucranios para que puedan hacerse cargo de su manejo.
El Ministerio de Defensa está ultimando ya la entrega a Kiev de una batería de misiles antiaéreos de baja cota Shorad Aspide, que el Ejército español ha sustituido por otro sistema más avanzado. El envío de este material, producido por la compañía europea de misiles MBDA, está pendiente de que concluyan las gestiones a través de una célula en Stuttgart (Alemania) que se encarga de coordinar las ayudas militares a Ucrania para evitar carencias de unos equipos y duplicidades de otros.
El Gobierno español también está dispuesto a entregar a Ucrania los carros de combate Leopard A4 que se encuentran hibernados desde hace una década en la base logística del Ejército de Tierra en Zaragoza. Estos tanques forman parte del lote de 108 unidades de segunda mano que Alemania vendió a España en 1995, como preámbulo del contrato de fabricación de los Leopard en España. La intención de Defensa era reconvertirlos en carros de recuperación para ingenieros pero, ante la falta de presupuesto, optó por someterlos a un proceso de deshumectación (quitarles baterías, aceites y cualquier otro elemento que pudiera deteriorarlos) y dejarlos almacenados a la espera de disponer en el futuro de fondos. Fuentes de Defensa estiman que unos 40 carros podrían ser rehabilitados y entregados al Ejército ucranio, pero advierten de que ello requeriría someterlos a una puesta a punto por parte de una industria que se muestra poco proclive a acometer estos trabajos en un momento en que le llueven los pedidos por el aumento generalizado del gasto militar en Europa.
Instrucción en Letonia
Además, España ha ofrecido a Ucrania instruir a sus militares en el manejo de esos carros de combate. La instrucción, según las fuentes consultadas, se realizaría inicialmente en Letonia, donde el Ejército español tiene desplegado un contingente de 500 militares con seis tanques Leopardo 2E, en el marco de la operación Presencia Avanzada Reforzada (EFP) de la OTAN. En una segunda fase, el adiestramiento de los carristas ucranios se haría ya en territorio español, agregan las mismas fuentes. Este programa permitiría acelerar los planes de preparación del Ejército de Kiev para dotarse de unos potentes carros de combate con los que hacer frente a los modernos T-90 rusos, ya que ahora solo disponen de un centro en Alemania para instruirse en su manejo.
El ofrecimiento de los misiles y la instrucción de los carristas se planteó cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajó a Kiev el pasado 21 de abril y se entrevistó con el presidente Volodímir Zelenski, pero se ha ido demorando por la complejidad de la operación, según las fuentes consultadas. Ese mismo día zarpó de El Ferrol el buque Ysabel del Ejército de Tierra cargado con 200 toneladas de munición y soportes para misiles. También llevaba 30 camiones y diez vehículos ligeros que recorrieron 800 kilómetros por carreteras polacas para llevar el material hasta la base de recepción del Ministerio de Defensa ucranio. Ese cargamento suponía, en palabras de Sánchez, “más del doble” del material enviado hasta entonces en 11 vuelos militares de transporte. Con motivo de la visita esta semana a Madrid de Igor Zovkva, asesor de Zelenski, se han relanzado las conversaciones para agilizar la entrega y ampliar la lista de posibles suministros.
En una conferencia de prensa el pasado viernes, con motivo de los 100 días del inicio de la invasión, el embajador de Ucrania en Madrid, Serhii Pohoreltsev, agradeció la ayuda militar prestada hasta ahora por España, pero la consideró insuficiente, advirtiendo de que la munición solo alcanza “para dos horas de combate”. “Estamos agradecidos, pero no podemos decir que estemos satisfechos”, subrayó.
El representante diplomático de Kiev pidió armas pesadas (misiles antibuque y antiaéreos, obuses de 155 milímetros o morteros de 120), pero sobre todo reclamó la entrega de tanques Leopard, incluso antes de instruir a los militares ucranios que deben emplearlos. “Hay buena voluntad del Gobierno español y del Ministerio de Defensa sobre el envío de instructores para enseñar el funcionamiento de esos carros de combate, pero lo importante son los tanques”, subrayó. El embajador insistió en que su país no pide “nada que España no pueda aportar” y se quejó de que, según sus informes, España presenta “uno de los menores índices de ayuda militar [a Ucrania] en relación con su presupuesto de Defensa”.
El diplomático encuadró su petición en la nueva fase de guerra prolongada y de desgaste en que ha entrado el conflicto, con la ocupación del 20% de su territorio por las tropas rusas y la destrucción del 30% de su infraestructura. Y aseguró que el Gobierno español ha mostrado un “apoyo indiscutible” a la causa de Kiev y no ha percibido en su seno “simpatías prorrusas”, pese a las críticas de los ministros de Unidas Podemos a la entrega de material militar a Ucrania.
A lo que no puso ningún reparo el diplomático es a la acogida en España de los 140.000 ucranios (mujeres, niños y ancianos) que han llegado huyendo de la guerra, de los que 116.000 ya han obtenido el estatuto de protección internacional. “El proceso ha estado bien organizado”, reconoció.