España defiende el envío de armas pero no directamente: “La UE es es el arma más poderosa frente a Putin”
El Ejecutivo confía en que el país sea de los menos afectados por las consecuencias económicas de la guerra
Pese a las críticas de la oposición, el Gobierno se mantiene de momento en su idea de no enviar armas directamente a Ucrania, como están haciendo la mayoría de los países de su entorno (entre ellos Alemania, Francia o Portugal), sino solo mediante el mecanismo de coordinación puesto en marcha por la Comisión Europea. En realidad, la diferencia de fondo es pequeña, porque la Comisión solo financia, a través de un fondo de 450 millones de euros, la compra que l...
Pese a las críticas de la oposición, el Gobierno se mantiene de momento en su idea de no enviar armas directamente a Ucrania, como están haciendo la mayoría de los países de su entorno (entre ellos Alemania, Francia o Portugal), sino solo mediante el mecanismo de coordinación puesto en marcha por la Comisión Europea. En realidad, la diferencia de fondo es pequeña, porque la Comisión solo financia, a través de un fondo de 450 millones de euros, la compra que los países hagan de estas armas para enviar a Ucrania. Pero no hay compra centralizada, al contrario de lo que pasó con las vacunas para el covid —un ejemplo que está usando el Ejecutivo— y por tanto España tendrá que comprar por su cuenta y enviar esas armas casi de la misma manera, pero con el paraguas europeo.
Fuentes del Gobierno insisten en desmentir que esta forma particular de resolver la situación tenga relación con una posible tensión interna entre el PSOE y Unidas Podemos. Señalan que esta vez no es es el problema, porque tampoco la ministra de Defensa, la socialista Margarita Robles, era partidaria esta vez de enviar las armas directamente y prefería el amparo de este mecanismo europeo. Sin embargo, las críticas de la oposición son fuertes y el presidente tiene este miércoles un debate en el Congreso de los Diputados donde fijará la posición definitiva. Sánchez dijo el lunes que España solo enviará armas a través del mecanismo europeo, no directamente, y La Moncloa se esforzó este martes por argumentar esta idea, pero el presidente suele reservarse algún anuncio para los debates importantes como el de este miércoles.
La rueda de prensa del Consejo de Ministros, monopolizada por la guerra en Ucrania, dejó muy claro este martes que el Ejecutivo no piensa moverse de esa idea aunque ya está recibiendo las primeras críticas del PP y de Ciudadanos, y es probable que sea uno de los asuntos del debate que protagonizará mañana Pedro Sánchez en el Congreso. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha insistido con vehemencia en que esta solución no implica un menor apoyo de España a Ucrania que el de otros países y se trata solo de buscar una salida coordinada dentro de la UE. “España va a enviar armas directamente a Ucrania. Somos el cuarto país que más aporta a ese fondo [del que saldrá la compra]. Para nosotros la fortaleza está en la unión. Creemos que la Unión Europea es el arma más poderosa frente a la guerra de Putin, claro que existe un compromiso de España con Ucrania”, señaló Rodríguez cuando le preguntaron por qué España ha elegido una vía diferente a de la enorme mayoría de los países europeos”. “También con las vacunas optamos por la compra centralizada”, insistió la portavoz, aunque en este caso el sistema será diferente.
El Gobierno reivindica que este mismo martes el máximo responsable en política exterior de la UE, el español Josep Borrell, haya aplaudido indirectamente la solución por la que ha apostado España. “Tenemos que enviar armas a Ucrania pero no cada país de forma individual de forma descoordinada. En pocas horas nos pusimos de acuerdo para coordinar a los estados miembros”, ha señalado Borrell, avalando así la idea de que una respuesta conjunta es más eficaz, como sostiene La Moncloa.
La guerra ocupa todo el espacio, y aunque el Ejecutivo tenía previsto este martes varios anuncios importantes con iniciativas como un PERTE para modernizar el mercado del aprendizaje del español con la creación de una “alianza por la nueva economía de la lengua”, las posibles consecuencias económicas de la crisis en Ucrania dominaron también la conferencia de prensa. Sánchez ya anunció el lunes que mañana en el Congreso anunciará medidas para paliar la crisis y pedirá apoyo a la oposición. Calviño no quiso dar más detalles, aunque fuentes del Gobierno apuntan que no está encima de la mesa una gran bajada de impuestos. Lo que sí dijo la vicepresidenta es que confía en que España sea uno de los países menos afectados por la nueva crisis. “Todos los análisis apuntan a que España es el país menos expuesto al impacto de esta crisis. El más directo será en los precios de la energía, pero ya están en marcha medidas para amortiguar el efecto. Estamos impulsando una respuesta europea”, señaló la vicepresidenta.
Críticas de la oposición
Algunos partidos de la oposición creen que Sánchez no envía las armas directamente a Ucrania por problemas internos en la coalición. El PP encabeza estas críticas, al tiempo que se ofrece como un aliado fiable en la crisis. Para la portavoz popular en el Congreso, Cuca Gamarra, España “tiene que estar a la altura de las circunstancias y no tiene que esconderse detrás de la UE porque tiene problemas dentro del Gobierno”. “Hoy Ucrania representa los valores de Europa y de la libertad, y para eso España, si tiene un Gobierno débil y un socio de gobierno que limita su capacidad de acción, tiene a otros partidos para que esté a la altura de lo que demanda Ucrania y no nos quedemos en el vagón de cola de Europa y de la OTAN”, aseguró tras mostrar la disposición del PP para que adopte un rol más activo.
Mientras, Unidas Podemos se ve obligado a hacer difíciles equilibrios en un asunto particularmente delicado debido a las distintas sensibilidades dentro del espacio. Si bien el lunes el coportavoz de Podemos Javier Sánchez Serna criticó la decisión de la UE sobre el envío de armas al Gobierno de Zelenski al afirmar que no iba “en la línea de la distensión” y que “no se puede hacer la guerra en nombre de la paz”, este martes, el presidente del grupo parlamentario de UP, Jaume Asens, ha matizado la postura del grupo al señalar que les parece “legítimo” que la comunidad internacional “preste ayuda” a Ucrania. El diputado de los comunes ha argumentado que si bien la Carta de Naciones Unidas prohíbe las guerras como mecanismo de resolución de los conflictos internacionales, cuando un país sufre una agresión por parte de otro, “el derecho internacional habla de legítima defensa, que pasa por poder defenderse militarmente”. “La resistencia del Ejército ucraniano a la invasión es legítimo”, ha reiterado desde la sala de prensa del Congreso de los Diputados.
Asens ha apostado también por las sanciones económicas para “intentar asfixiar a la cúpula que envuelve a Putin” y ha evitado polemizar sobre la Alianza Atlántica un día después de que Sánchez Serna se preguntase si la estructura militar había “entorpecido” las labores de paz en la crisis. “Hay muchos otros días para hablar sobre el papel que ha tenido la OTAN en este conflicto (…) Creo que es desenfocar la cuestión. Hoy queremos poner el foco en Putin, que es el principal responsable de lo que está sucediendo. Habrá tiempo para hacer ese debate. Todo el mundo sabe cuál es nuestra posición”, zanjó el presidente del grupo parlamentario, consciente de la postura históricamente beligerante de Izquierda Unida. La realidad es que el partido que coordina el ministro Alberto Garzón, a las pocas horas de que comenzase la ofensiva rusa, pidió en un comunicado la “disolución” del organismo y el pasado viernes apoyó una manifestación contra la guerra y la OTAN en el centro de Madrid, un gestó que este lunes afeó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. “¿En qué momento viven?”, expresó. El propio Asens ha querido quitar hierro a las discrepancias dentro de Unidas Podemos, que rebajó a la categoría de “diferentes sensibilidades”. “No son divergencias. Todos tenemos la misma posición respecto al papel de la OTAN en Europa y en el mundo. Otra cosa es en cada momento dónde poner más o menos el foco”, respondió.
Podemos, mientras, ha convocado el próximo 11 de marzo a su Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano del partido, para abordar las consecuencias del conflicto entre Rusia y Ucrania. La formación pospone por tanto diez días un debate especialmente complicado para los de Ione Belarra, cuyos ministros se han esforzado desde el comienzo de la ofensiva por mostrar su lealtad al PSOE, algo que no ocurrió con la escalada de la tensión en enero. Fuentes de la formación destacan, esta vez sí, la buena coordinación entre la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el presidente Sánchez.
Otros partidos
Ciudadanos también achaca la posición de España a que Sánchez es “preso” del Gobierno de coalición con Unidas Podemos. “Nos preocupa quién está en el Gobierno y que impide el envío de armas. Nos escandaliza que España no pueda ayudar directamente a Ucrania en una relación bilateral porque hay un partido en el Gobierno que está en contra”, afirma Guillermo Díaz. El diputado incide en la diferencia respecto a otros países con gobiernos socialdemócratas que, a diferencia de España, sí han aprobado el suministro directo a Ucrania. “Nos basamos en otros gobiernos socialistas que envían armas de manera directa. La evidencia que tenemos es que los Gobiernos en los que Sánchez se mira están enviando armas y España no. Y la diferencia es que uno tiene a Podemos dentro y el resto no. [Los ucranios] Están pidiendo armas a los Estados directamente y la grandísima mayoría de Estados europeos, como Alemania y Portugal, están enviando de forma bilateral y directa armamento a Ucrania. Unidas Podemos quiere sorber y soplar a la vez”.
ERC evita pronunciarse directamente sobre el abastecimiento militar a Ucrania. Los republicanos reclaman que se detengan “los ataques y la ofensiva bélica rusa” y sostienen que la solución al conflicto debe darse en el marco de la Carta de las Naciones Unidas, “por las vías pacíficas y diplomáticas”. “Ante esta crisis militar, política, pero sobre todo humanitaria, la acogida es un deber”, esgrimen desde el partido, cuya posición defenderá hoy Gabriel Rufián en el Congreso.
El PDeCAT censura la posición “descafeinada” del Gobierno y ha exigido que España haga “aportaciones propias” al Ejecutivo de Volodímir Zelenski. Su diputado Sergi Miquel ha instado a imitar a Alemania, Suecia, Holanda o Portugal y no optar por un papel discreto “detrás del fondo europeo”. “No se puede dormir tranquilo participando del fondo europeo y desconectando de la situación que viven los ucranianos; necesitan armas y no buenas intenciones”.
El PNV apoya las medidas que se tomen desde la unidad de la UE, incluido el Fondo de apoyo a la Paz aprobado este fin de semana y que financiará la entrega de armas a Ucrania. Es la posición que defenderá mañana también desde la tribuna.
EH Bildu es contrario al envío de armamento. “No compartimos la hipótesis de la ayuda militar a Ucrania por parte de la UE por medio del envío de armas. Si se confirman las declaraciones de Josep Borrell sobre el envío de aviones de combate a Ucrania, la Unión Europea estaría entrando de lleno en una guerra, algo que sería muy irresponsable porque sería una guerra que va en contra de los propios intereses de Europa y que la debilitan económicamente, además de las consecuencias en la población civil”, afirman fuentes de la izquierda abertzale.
Otros socios habituales del Ejecutivo respaldan la decisión del Gobierno. Íñigo Errejón (Más País) apela a la “prudencia” y secunda que se haya descartado de entrada el envío de armas a Ucrania. Joan Baldoví, de Compromís, se declara “pacifista” pero admite sus “dudas”. “Si fuera uno de ellos —en alusión a la población atacada— prefería un arma a una declaración”, reconoce.