Muere Jordi Marsal, político de Estado, pensador de la seguridad y la defensa
Fue diputado durante 26 años e impulsó las leyes que desarrollaron la arquitectura democrática en el terreno militar y de inteligencia
Jordi Marsal i Muntal (Manresa, 70 años), fallecido en su ciudad natal el pasado lunes, fue un político de Estado y un profundo pensador de la Seguridad y Defensa en España que siempre se sintió ligado al deber y la coherencia: hacer prevalecer el sentido de Estado en todo momento. En los años de la Transición este era un territorio minado para muchos políticos. Jordi Marsal, profesor de Filosofía en la Universidad de Barcelon...
Jordi Marsal i Muntal (Manresa, 70 años), fallecido en su ciudad natal el pasado lunes, fue un político de Estado y un profundo pensador de la Seguridad y Defensa en España que siempre se sintió ligado al deber y la coherencia: hacer prevalecer el sentido de Estado en todo momento. En los años de la Transición este era un territorio minado para muchos políticos. Jordi Marsal, profesor de Filosofía en la Universidad de Barcelona, no tenía un vínculo de origen con el mundo militar, pero aprendió y se implicó tan a fondo y con tanta pasión que muchos asumían que había sido militar antes de implicarse en los asuntos de Defensa.
Tras un breve paso por la política municipal en Manresa, su ciudad natal, Jordi Marsal llegó al Congreso en 1982. Allí estuvo como diputado 26 años, la mayoría de ellos al servicio de la Seguridad y Defensa de España y de Europa, en cuya autonomía estratégica creía firmemente. Fue portavoz socialista en la Comisión de Defensa de la Cámara baja, vocal en la Comisión de Asuntos Exteriores, vicepresidente de la delegación española de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN y presidente de la Comisión de Peticiones del Congreso en su última legislatura como diputado. Pero, sobre todo, Jordi Marsal fue el impulsor y el artífice de las principales leyes que han permitido el desarrollo de la arquitectura democrática de seguridad con la que contamos hoy en día: la ley orgánica de la Defensa Nacional, la de la Carrera Militar y las que regulan el funcionamiento del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y su control judicial previo, normas estas últimas que pronto cumplirán veinte años y que tuvo que negociar desde los bancos de la oposición.
Después de su larga trayectoria como diputado, Jordi Marsal se incorporó en 2008 al Gabinete de la ministra Carme Chacón como asesor parlamentario. Posteriormente, fue nombrado adjunto civil al director del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden), donde se mantuvo hasta su jubilación con Gobiernos tanto del PSOE como del PP. En el Ceseden Jordi Marsal hizo una defensa de los principios fundacionales de la Carta de Esles, ayudando a derribar muros y a tender puentes entre militares y civiles, siempre con la voluntad de trascender intereses cortoplacistas. Su voluntad de servicio, el rigor de su pensamiento y su talente conciliador le hicieron acreedor de la Gran Cruz del Mérito Naval y del premio a la Trayectoria de la Asociación de Periodistas de Defensa (APDEF).
El fallecimiento de Jordi Marsal, en estos momentos en los que las tensiones bélicas vuelven a la frontera oriental de la UE, nos hace recordar la existencia de riesgos y amenazas a nuestra seguridad y a nuestras libertades. Jordi Marsal nos deja, al igual que hicieron otras figuras históricas, un legado fortalecido por la coherencia y el sentido del deber. Eso debe de animarnos al resto a continuar con la labor de consecución de consensos y políticas de Estado en sectores estratégicos.
Marc Murtra es presidente de Indra.