Ángel Gabilondo luce su perfil institucional y subraya que no será “partidista ni sectario” como Defensor del Pueblo

Vox y Cs votan en contra de la candidatura, que ha iniciado su tramitación en el Congreso, del exministro de Educación y excandidato del PSOE a la presidencia de Madrid

El candidato a defensor del pueblo, Ángel Gabilondo, en la comisión mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo del Congreso.Foto: MARISCAL | Vídeo: Europa Press
Madrid -

Ángel Gabilondo ha hecho gala este miércoles de un perfil institucional en el inicio de la tramitación de su nombramiento como Defensor del Pueblo. “No debo, ni quiero, ni puedo excluir a nadie, ahora no debo ser partidista ni sectario”, ha señalado en la comisión mixta Congreso-Senado en la que ha resumido una forma de entender la política que ha sido su principal fortaleza a lo largo de su trayectoria como servidor público. Un rasgo que, pa...

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Ángel Gabilondo ha hecho gala este miércoles de un perfil institucional en el inicio de la tramitación de su nombramiento como Defensor del Pueblo. “No debo, ni quiero, ni puedo excluir a nadie, ahora no debo ser partidista ni sectario”, ha señalado en la comisión mixta Congreso-Senado en la que ha resumido una forma de entender la política que ha sido su principal fortaleza a lo largo de su trayectoria como servidor público. Un rasgo que, paradójicamente, se convirtió en su talón de Aquiles por la oposición sin colmillo que le presentó en su anterior etapa como portavoz socialista en la Asamblea de Madrid a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, durante su gestión de la pandemia.

Vox y Ciudadanos han votado en contra de la candidatura de Gabilondo que, respaldada por PSOE y PP, ahora será enviada para su votación en el Pleno del Parlamento. La aprobación de Gabilondo requiere una mayoría de tres quintos en la Cámara Baja y en el Senado. El exministro de Educación en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero sustituirá a Francisco Fernández Marugán al frente de la institución: su predecesor lleva en funciones desde julio de 2017. La diputada del PP Teresa Jiménez Becerril será la nueva adjunta al Defensor.

El candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid los últimos seis años se quedó a un escaño de gobernar en 2015 y se impuso en las de 2019, pero la falta de contundencia que presentó durante la crisis del coronavirus le penalizó en el adelanto electoral del 4-M. Gabilondo renunció después de que los socialistas firmasen su peor resultado en las urnas, en las que se vieron superados por Más Madrid como nuevo referente de la izquierda en la región. Uno de los factores que provocaron el desplome del PSOE fue la impresión de que Gabilondo estaba de salida; su designación como Defensor del Pueblo se daba por seguro en los mentideros de Madrid desde el verano de 2020. Si había un nombre seguro entre los 20 que acordaron PSOE y PP la semana pasada para renovar instituciones bloqueadas desde hacía años, como el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, la Agencia Española de Protección de Datos y el mismo Defensor, ese era el de Gabilondo. El resto eran quinielas.

Gabilondo se ha comprometido a continuar la labor de su antecesor, que pese a su militancia en el PSOE —fue diputado nacional dos décadas— ha sido muy crítico con el Gobierno de Pedro Sánchez en cuestiones como la política migratoria. “No solo es necesario que el Defensor sea independiente”, ha asegurado el aspirante, que ha subrayado que el responsable de la institución debe tener actuaciones “rigurosas”, “fundamentadas”, “novedosas” y “avanzadas” para conseguir el “respeto” social y político. Tras resaltar que nunca ha estado afiliado a ningún partido y que lo que le ha llevado a “estar en un lugar u otro” son sus convicciones, principios y valores, el candidato ha hecho hincapié en la importancia de su futuro cargo para “la defensa de los derechos y libertades” de los ciudadanos. “Entiendo su buen funcionamiento en la medida en la que contribuye al orden político y a la paz social, así como al funcionamiento de los poderes del Estado a través de las quejas de los ciudadanos ”, ha manifestado.

El PP ha agradecido la intervención mesurada de Gabilondo y su compromiso para combatir sectarismos y la búsqueda de acuerdos. José Ignacio Landaluce ha resaltado que los “grandes acuerdos” refuerzan las instituciones frente a las críticas de Vox y Ciudadanos. Aun así, el portavoz popular ha señalado que su partido estará “vigilante”.

El portavoz de Vox, Julio Trilla, ha acusado a Gabilondo de “sectario” y “antidemocrático”, un extremo que el candidato ha negado. El representante de la ultraderecha le ha echado en cara que en las elecciones madrileñas del pasado mayo hizo un llamamiento para aislar a la formación de extrema derecha como ya sucede en países como Alemania y Francia. “Usted pide excluir a la tercera fuerza política de España y eso le invalida como demócrata”, le ha espetado Trilla.

Por parte de Ciudadanos, el senador José Luis Muñoz ha reconocido la valía de Gabilondo y su perfil dialogante, pero su formación ha votado en contra para no participar en el “juego de repartos de cromos sin pudor y sin miramientos” entre el PSOE y el PP.

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