Los alcaldes de Don Benito y Villanueva de la Serena presentan a Sánchez su proyecto de fusión

El Gobierno se compromete a agilizar el proceso e intentará tener aprobada la convocatoria para la consulta popular de los municipios extremeños a mediados de diciembre

Desde la izquierda, el alcalde de Don Benito, José Luis Quintana; la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; y el regidor de Villanueva de la Serena, Miguel Ángel Gallardo, este miércoles en La Moncloa.JUNTA DE EXTREMADURA (Europa Press)

El proyecto de fusión entre los municipios extremeños de Don Benito y Villanueva de la Serena sigue adelante sin ningún obstáculo que lo frene. Este miércoles, los regidores de ambas localidades, José Luis Quintana y Miguel Ángel Gallardo, respectivamente, junto con el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, se han reunido con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para presentarle la iniciativa, que cuenta con el apoyo de todos los grupos políticos de la región. El encuentro, que también ha contado con la presencia de la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha finalizado con el compromiso del Gobierno para agilizar los trámites de la consulta ciudadana, según indican las partes. “La reunión ha superado todas nuestras expectativas. [Pedro Sánchez] Nos ha mostrado su absoluto apoyo”, valora Gallardo. La reunión, que ha durado una hora aproximadamente, se ha producido a petición de los alcaldes, ambos del PSOE, que enviaron hace un mes una carta conjunta al presidente del Gobierno para solicitarle una entrevista. El Consejo de Ministros debe aprobar la convocatoria de consulta popular de ambos municipios, y la ministra ha manifestado su voluntad de hacerlo antes de que acabe el año, lo que permitiría que se celebre entre febrero y marzo de 2022, como pretenden los regidores.

Los plenos de ambos Ayuntamientos dieron el sí unánime a la celebración del referéndum en una sesión extraordinaria que se celebró el jueves de la semana pasada. Aunque el resultado no será vinculante, deberá contar con el 66% del apoyo popular para que el proyecto continúe porque así se lo han marcado los dos regidores. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, lo pone en valor: “En un mundo en el que las corrientes son centrífugas, que haya alguien que aspire a ser mejor uniéndose con el de al lado es muy importante, por eso tiene el respaldo que tiene”. Una encuesta provisional realizada por el diario extremeño HOY a finales de septiembre recoge que el 76% de los vecinos preguntados se muestra favorable a la unión, y el 72% afirma que votará a favor. Para Fernández Vara, es una de “las apuestas más valientes, desde el punto de vista territorial, que se han hecho en la reciente historia democrática”, pero descarta que desde la Junta se vayan a impulsar planes similares: “Debe nacer de los propios Ayuntamientos”. Una impresión que comparten en el Ministerio.

Las expectativas de los alcaldes dombenitense y villanovense son tales que han acortado el plazo que se habían fijado para la culminación del proyecto: de 2031 a 2027. “No se debe solo a las encuestas, también es la percepción que nos llega de la gente”, considera José Luis Quintana. Ya han acordado que el edificio del nuevo consistorio se ubicará a mitad de camino entre los dos núcleos urbanos, cerca del nuevo hospital que ya se está construyendo y del instituto Luis Chamizo, que recibe a alumnos de toda la comarca. No obstante, los antiguos ayuntamientos continuarán ofreciendo servicios periféricos, según señala el regidor de Villanueva, Miguel Ángel Gallardo, que considera que siguen siendo muy necesarios.

El municipio resultante de la unión, con 63.000 habitantes y 713 kilómetros de extensión, se convertirá en el tercero más grande de Extremadura, desbancando a Mérida y solo por detrás de Cáceres y Badajoz. Es el primer proyecto de fusión en España de estas dimensiones en lo que va de siglo, aunque existen dos precedentes menores en Galicia: el de Oza-Cesuras y el de Cerdedo-Cotobade, en 2013 y 2016 respectivamente. En ambos casos se trata de municipios de menos de 5.000 habitantes.

Los alcaldes y el presidente de la Junta consideran que el proyecto extremeño puede servir de ejemplo para que otros municipios se animen a impulsar sus propios proyectos de unión. Las previsiones sobre el impacto de esta fusión son muy halagüeñas. El estudio encargado por los Ayuntamientos y concluido este año por la Universidad de Extremadura estima que, de completarse, la nueva ciudad se convertirá en el primer núcleo municipal de la región en los sectores agrícola y ganadero y en el segundo polo económico de la provincia de Badajoz. En las próximas semanas, ambos alcaldes trabajarán para fijar las prioridades del proyecto en materia de infraestructuras y servicios, que comunicarán a las distintas instituciones, pero los siguientes pasos administrativos dependerán del sí de los vecinos en la consulta. La pelota está en su tejado.

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