Albares insta a la ONU a disponer todos los mecanismos para exigir el cumplimiento de los derechos de las mujeres y las niñas en Afganistán
El ministro de Asuntos Exteriores apoya el manifiesto sobre la situación de las mujeres afganas promovido por las periodistas Soledad Gallego-Díaz, Gabriela Cañas y Rosa Montero
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha instado a la ONU a que disponga todos los mecanismos para vigilar y exigir el cumplimiento de los derechos humanos en Afganistán. El ministro intervino este martes en la sesión especial sobre Afganistán celebrada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en la que recalcó que España continúa comprometida con el pueblo afgano y muy especialmente con las mujeres. “Los derechos de las mujeres y las niñas son, sin duda, una de nuestras prin...
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha instado a la ONU a que disponga todos los mecanismos para vigilar y exigir el cumplimiento de los derechos humanos en Afganistán. El ministro intervino este martes en la sesión especial sobre Afganistán celebrada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en la que recalcó que España continúa comprometida con el pueblo afgano y muy especialmente con las mujeres. “Los derechos de las mujeres y las niñas son, sin duda, una de nuestras principales preocupaciones dentro de la grave situación humanitaria actual”, mantuvo Albares en una intervención que difundió a través de las redes sociales. El titular de Asuntos Exteriores también recibió el manifiesto de apoyo a mujeres y niñas afganas firmado por más de 120.000 personas y se reunió con sus promotoras, las periodistas Soledad Gallego-Díaz, Gabriela Cañas y Rosa Montero.
Durante su intervención en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Albares subrayó el respeto de los derechos humanos como “un elemento indispensable para una solución política, inclusiva y duradera en el país” y aseguró que el Ejecutivo está volcado en defender los derechos de mujeres y niñas. Por ello, llamó al cese de todas las violaciones y a la protección de los derechos de toda la población en Afganistán e instó a la ONU a que ponga en marcha “todos los mecanismos disponibles para vigilar y exigir el cumplimiento de los derechos humanos en Afganistán”. “Las mujeres y niñas afganas, como todo el pueblo afgano, merecen vivir en condiciones de seguridad y dignidad”, incidió. “Deben sentir y saber que no están solos”.
Albares también recibió el manifiesto promovido por las periodistas Soledad Gallego-Díaz, exdirectora de EL PAÍS; Gabriela Cañas, actual presidenta de la agencia Efe; y Rosa Montero, escritora y colaboradora de este diario. El documento, titulado Abrid las puertas a Afganistán y a las afganas, pide a la comunidad internacional que mantenga la presión realizada estas últimas semanas para que no se olvide la situación que sufre la ciudadanía en Afganistán. En la reunión mantenida en Madrid con las periodistas en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, el ministro destacó el papel de España en la promoción de los derechos de las mujeres y niñas afganas, tanto para aquellas que han salido del país en el operativo de evacuación como para aquellas otras que permanecerán en él.
El ministro agradeció la iniciativa a las tres promotoras: “Vosotras habéis vuelvo a actuar, en esta ocasión, para amplificar las voces de las mujeres en Afganistán”. También insistió en que las mujeres afganas tienen su propia voz y aseguró que no podemos asistir a un “grave retroceso” de los derechos civiles y políticos, económicos o de la participación de las mujeres en la vida pública porque lastraría irrevocablemente el desarrollo de Afganistán.
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España convocó una conferencia de prensa en el Ateneo de Madrid en la que Montero, Cañas y Gallego-Díaz agradecieron el apoyo recibido y defendieron su iniciativa junto a Fátima Anllo, presidenta de Clásicas y Modernas. En el documento presentado, las tres periodistas exigen al poder talibán la apertura de fronteras para que todo aquel que quiera pueda abandonar el país. También reclaman a la comunidad internacional que realice un esfuerzo para aceptar los vuelos de repatriación y acoja a los refugiados que transportan, y que se preste una atención preferente a las mujeres, especialmente a aquellas en situación de riesgo. Sin el cumplimiento de estos tres puntos y sin que se garantice a las mujeres el derecho a la educación, al trabajo y a la sanidad normalizada no se puede reconocer al poder talibán en el país asiático. Así lo defendió Cañas, que además celebró las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cuando abogó por una “Europa solidaria” el 21 de agosto, al visitar la base aérea en Torrejón de Ardoz que planea alojar temporalmente a afganos en busca de asilo.
Las firmas conseguidas en esta iniciativa se han registrado a través del boca a boca y no solo han participado periodistas, sino también personas de muchos otros gremios. Gallego-Díaz, por su parte, confió en el continuo apoyo de la sociedad en esta materia. Además, destacó la alta presencia de mujeres latinoamericanas entre las firmantes. Todo este apoyo, declaró, no puede terminar en unas semanas: “Hacen falta meses para buscar corredores que puedan sacar a las mujeres que se han quedado atrapadas” y para que “la comunidad internacional no se olvide de lo que está pasando”.
La escritora Rosa Montero apuntó que la comunidad internacional ha ejercido presiones diplomáticas y económicas, pero que nunca se ha hecho lo mismo para defender a las mujeres. “Tenemos que estar dispuestas a mantener esto durante meses, años; a presionar a los gobiernos. Esto debe ser una prioridad en la agenda internacional”. Montero cree que, aunque no se trata de un drama humano “solo de mujeres”, sí que va “sobre las mujeres” que sufren situaciones que “no se pueden admitir”, como la medida de los talibanes de obligar a las afganas a casarse con ellos. La escritora lamentó que las mujeres nunca estén en las mesas de negociación cuando se tratan los temas diplomáticos, económicos o políticos. “Urge mantener estas reclamaciones y presiones ante las autoridades y hacer que la situación de la mujer sea una prioridad en la agenda internacional”, sentenció Montero, pidiendo evitar que el poder de los talibanes en Afganistán sea admitido con naturalidad en el mundo.