Senegal se resiste a garantizar los vuelos de repatriación de migrantes desde España
El presidente senegalés y Pedro Sánchez pactan políticas de inmigración regular temporal
Uno de los objetivos de la primera gira africana de Pedro Sánchez ha quedado cumplido a medias. El presidente español negoció con el de Senegal, Macky Sall, la posibilidad de recuperar los vuelos de repatriación desde España de ciudadanos de este país que han entrado irregul...
Uno de los objetivos de la primera gira africana de Pedro Sánchez ha quedado cumplido a medias. El presidente español negoció con el de Senegal, Macky Sall, la posibilidad de recuperar los vuelos de repatriación desde España de ciudadanos de este país que han entrado irregularmente, sobre todo, a través de Canarias. La presión en las islas es muy fuerte y en los últimos meses los senegaleses han sido la segunda nacionalidad más importante en las llegadas con embarcaciones precarias tras los marroquíes.
España quiere algún vuelo de repatriación, aunque sea de forma simbólica, para lanzar un mensaje a los que están pensando ahora en emprender el peligroso viaje a través del océano con el buen tiempo. Pero Senegal se resiste a comprometerse. Sall admitió que habían hablado del asunto Sánchez y él, pero evitó poner fechas ni garantiza que se retomen unos vuelos interrumpidos desde 2018. La delegación española está convencida de que esos trayectos volverán, aunque de forma discreta y sin un compromiso por escrito. Sánchez sí habló expresamente de ellos, pero sin garantías.
“Hemos hablados de los vuelos de retorno, pero antes de ir más lejos es importante señalar la importancia de que la comunidad senegalesa en España viva en condiciones decentes. Queremos organizar las salidas con un convenio de migración circular. España necesita mano de obra, vamos a seleccionar los candidatos para ir a trabajar temporalmente allí después pueden volver con nuevas perspectivas”, señaló Sall.
“No queremos ver a nuestros niños morir en el mar, no podemos sostener esta política. Vamos a controlar la migración y vamos a lograr una migración circular para los empleos que necesita España y defender la dignidad de los emigrantes”, enfatizó el presidente senegalés. “Las políticas de retorno es una parte de la política migratoria. Hemos firmado un memorándum para impulsar la migración circular. Queremos ordenarlos a través de cauces regulares. Hemos hablado de repatriaciones porque es importante trasladar un mensaje contundente a las mafias, hay mucha gente que muere, que no logra llegar. Hay que dar la oportunidad de que haya rutas de migración regular”, remató Sánchez.
El asunto es muy sensible en España, sobre todo en Canarias, pero también en Senegal, desde una visión contrapuesta. Para Sall es muy impopular aceptar que senegaleses que han arriesgado su vida y mucho dinero de sus pueblos para llegar a Europa ahora regresen con las manos vacías con apoyo de su Gobierno. El diario Les Echos recibía la visita del primer ministro español con un titular a toda página: “Sánchez llega a Dakar para negociar el retorno de nuestros compatriotas”. Y eso fue lo que hizo, pero el resultado se verá con el tiempo. Sánchez aprovechó el viaje para visitar un destacamento de policías y guardias civiles españoles que precisamente están aquí para ayudar a los senegaleses a controlar sus costas frente a la inmigración ilegal y también un grupo de militares destacados para operaciones de seguridad antiterrorista en el Sahel. Y además inauguró, con Luis García Montero, el director del Instituto Cervantes, la sede de este organismo de promoción del castellano en Dakar, que será la primera en el África subsahariana. Después regresó a España, para volver a la cruda realidad de la campaña madrileña, que estos días se coló por completo en la primera gira africana del presidente español.