Marta Serrano: “La gente quiere que el bus pase a menudo y vaya rápido y la solución no siempre es poner más flota”
La nueva directora gerente de EMT València asegura sobre el fraude de cuatro millones de euros que sufrió la compañía que los procedimientos existían pero se saltaron los protocolos
Marta Serrano, ingeniera de Caminos, especializada en transporte y diseño urbano, llegó a la gerencia de la EMT València en noviembre de 2020 tras el cese de Josep Enric Garcia Alemany. Antes de València, fue directora de Comunicación y Consultoría de EMT Madrid entre 2015 y 2019 y jefa de Operaciones de la EMT de Fuenlabrada. Entre los objetivos de la nueva gerente está recuperar el pasaje perdido durante la pandemia y continuar ...
Marta Serrano, ingeniera de Caminos, especializada en transporte y diseño urbano, llegó a la gerencia de la EMT València en noviembre de 2020 tras el cese de Josep Enric Garcia Alemany. Antes de València, fue directora de Comunicación y Consultoría de EMT Madrid entre 2015 y 2019 y jefa de Operaciones de la EMT de Fuenlabrada. Entre los objetivos de la nueva gerente está recuperar el pasaje perdido durante la pandemia y continuar con la renovación de la flota de autobuses.
Pregunta. La EMT València ha sufrido en el último año y medio una retahíla de reveses: el fraude millonario, la pérdida de pasaje por la pandemia, un incendio en las cocheras... ¿Alguna noticia positiva?
Respuesta. La resolución del Tribunal de Cuentas [que obliga a la exdirectora de Administración de la compañía Celia Zafra a depositar una fianza de algo más de cuatro millones de euros] es una buena noticia en tanto que refuerza la posición de la empresa sobre el fraude que la EMT sufrió en septiembre de 2019. El TC es muy claro cuando dice que los procedimientos existían y el problema fue que se saltaron los protocolos. Y como se saltaron, no se pudo evitar el fraude. Es bueno porque refuerza la gestión interna de la EMT, que creo que ha sido muy vapuleada en los últimos meses y tratada injustamente. Si alguien se salta los protocolos y hace cosas no ajustadas a la normativa interna es muy difícil controlarlas o pararlas. De hecho, en cuanto alguien con cabeza llamó al entonces gerente para preguntarle por unas transferencias que en teoría estaba autorizando, se descubrió y se paró.
P. Pero ¿no le parece que lo llamativo fue que se llegaran a hacer hasta ocho pagos en 20 días sin que saltara ninguna alarma?
R. Al principio se pensó que era un hackeo porque todavía se estaba a oscuras de lo sucedido. Luego se descubrió que no tuvo nada que ver con un ataque informático sino con una persona que presuntamente facilita el fraude porque se excede en sus funciones. Esa directiva [Celia Zafra, despedida por la compañía, de forma improcedente, según un tribunal] es además la que debía controlar las cuentas bancarias. Por eso el fraude se alarga en el tiempo. Fue una serie de casualidades que dieran con esta persona porque creo que en este tipo de fraudes los estafadores intentan contactar con quien pueden. Dieron con ella y se saltó el protocolo. Es la clave y en lo que se basa el TC para pedirle a la exdirectiva que una fianza de 4 millones de euros a expensas de que se lleve a cabo la fase de enjuiciamiento. Vamos a demandar y tendrá que haber un proceso en el TC que, pensamos, irá en paralelo al procedimiento penal [que instruye el Juzgado de Instrucción número 18 de València].
P. ¿Creen que recuperarán algo del dinero defraudado?
R. Confiamos en recuperar el dinero, no tanto de China [los cuatro millones se transfirieron a un banco de Hong Kong], como de los seguros. Tanto la EMT como la entidad bancaria tienen seguros para este tipo de problemas, lo que pasa es que se está dilucidando la responsabilidad y luego las compañías de seguros se tendrán que poner de acuerdo.
P. ¿Qué cambios se han hecho tras el fraude?
R. Se han redefinido mucho más las funciones, precisamente para dejarlo más claro de lo que ya estaba. Aunque el TC asegura que las funciones estaban claras y que esta persona [Zafra] no podía tramitar las transferencias, ni el banco [Caixabank] haberlas aceptado de la forma en que lo hizo. Todas las operaciones que hacíamos con la entidad eran por banca en línea y, de repente, te llega un pdf, que no tienes el original, que no se sabe muy bien de dónde sale y tramitas la operación.
P. 2020 ha sido un año excepcionalmente duro para todos, también para el transporte en general. ¿Cómo han cerrado el año?
R. Calculamos unas pérdidas de aproximadamente 20 millones de euros. Las restricciones a la movilidad por la pandemia nos han afectado muchísimo. Durante el confinamiento duro redujimos la oferta pero desde junio la recuperamos prácticamente al 100%. Ahora estamos al 92 o 93% de oferta cuando en esta última etapa de restricciones duras estamos al 45% de la demanda. La mitad de los usuarios han dejado de usar el bus durante la pandemia.
P. Este año los Presupuestos Generales del Estado (PGE) dedican por fin 38 millones de euros para el transporte de València y el área metropolitana. ¿Qué recibirá la EMT?
R. Los 38 millones irán a la Autoridad de Transporte Metropolitano de Valencia (ATMV) y ella repartirá los fondos entre todos los operadores. Calculamos que a la EMT de Valencia llegarán unos 15 millones de euros [antes llegaban siete u ocho]. Además hay una partida extraordinaria en los PGE de 275 millones de euros para intentar paliar las pérdidas económicas del sector del transporte urbano español por la covid-19. Hay un mínimo de 275 millones de euros, ampliables a 1.000. Estamos pendientes de ver cómo se va a activar esa partida extraordinaria: cómo se va a repartir y cómo se solicitará. A priori, se dijo que se tendría en cuenta la pérdida de viajeros respecto a 2019.
P. Se habla desde hace años de la integración tarifaria pero todavía sigue sin completarse en el área metropolitana. ¿Cuál es el problema?
R. Soy partidaria de esa integración tarifaria; de hecho, tenemos un acuerdo de tarifas de compensación con la ATMV, que espero que vaya adelante, pues la integración tecnológica ya no es un problema. En Madrid, de donde venía, está hace tiempo pero es que la comunidad autónoma aporta presupuesto. Aquí la Generalitat no pone dinero en la EMT de València, así que es difícil que nosotros aceptemos perder las competencias de planificación y tarifas si no hay una contrapartida económica de la comunidad autónoma.
P. ¿Qué le pide la EMT a la Autoridad del Transporte Metropolitano de Valencia?
R. Sentarnos y ver cómo financiamos el transporte urbano. Igual que la Generalitat lo está haciendo en otras áreas, que también se incluya València. Los ciudadanos de la capital son tan habitantes de esta comunidad como cualquier otro. El transporte y la movilidad hace tiempo que dejaron de ser exclusivamente municipales. Tenemos que tener una visión más amplia y ágil de esa movilidad.
P. ¿Qué resultado está dando la reordenación de líneas de EMT València?
R. El modelo sigue siendo radial pero mucho menos que antes, sobre todo, entran menos buses al centro de la ciudad para hacerlo más caminable. Evaluar en estos momentos el funcionamiento de la reordenación es complicado por la pandemia. Tenemos que dejar madurar los cambios.
P. Y sus objetivos más inmediatos, ¿son?
R. La renovación de toda la flota. Estaba muy envejecida y entre 2010 y 2015 se compraron muy pocos autobuses y tenemos que recuperar el tiempo. Además hay que estudiar por qué flota apostar ya que tenemos dos opciones de autobuses eléctricos: los de baterías o los de pila de hidrógeno pero son tecnologías caras. [la EMT está renovando su flota con híbridos eléctricos y diésel. La opinión pública pide autobuses eléctricos pero la realidad es que el vehículo pesado eléctrico todavía tiene muchas restricciones. Probablemente seguiremos comprando híbridos porque la renovación de la flota tiene que seguir pero tendremos que ir aumentando los buses eléctricos, ya sea de baterías o de hidrógeno.
P. Supongo que para recuperar viajeros ayuda ser más eficientes. ¿Qué están probando?
R. Queremos hacer una experiencia piloto de priorización semafórica para que los autobuses no tengan que parar constantemente. Queremos ver la configuración de una onda verde. La gente quiere que el bus pase más a menudo y vaya más rápido y la solución no siempre es poner más flota. No se consigue nada poniendo más autobuses en unas calles atascadas o con semáforos adaptados al vehículo privado. Podemos hacer carriles segregados para que el bus circule sin sufrir atascos.
Quejas por el ruido
P. Los residentes que viven junto a los nuevos intercambiadores de líneas de la EMT se han quejado por el ruido y la contaminación.
R. La flota que llega al centro de València está toda renovada pero tenemos muchas quejas de la calle Sant Pau y ya tenemos un plan sobre la mesa, que tenemos que coordinar con movilidad, para quitar alguna línea de ahí. Todo el mundo quiere tener cerca el autobús pero no tanto que moleste.
P. Hubo polémica cuando se supo que la EMT explotaría el aparcamiento de la plaza de Brujas. En su primer año ha dado una recaudación de 400.000 euros. ¿Están satisfechos?
R. Creo que la polémica es política y no técnica porque en Madrid y en Barcelona eso ya sucede. Las empresas de transporte tenemos la obligación de tener una visión más amplia de lo que es el transporte en la ciudad y la gestión de los aparcamientos es una pata fundamental para regular el tráfico. Que EMT València gestione un aparcamiento público es razonable y si da beneficios y eso ayuda a compensar el déficit del transporte público, pues bienvenido sea. En Madrid se está haciendo desde el año 2013 y además se gestiona el servicio público de bicis.
P. El PP denuncia que han aumentado desde 2015 en 50 el número de directivos de la EMT.
R. Lo veo un tema semántico. Los cargos directivos no han aumentado, salvo una dirección que se ha desdoblado en dos [tras el fraude]. Ese aumento responde a que en 2015, con el convenio que había, el personal de inspección tenía la misma categoría que el personal de conducción, lo cual es extraño. Se reformó el convenio para que esos inspectores fueran mandos porque tienen capacidad de control. No son directivos pero sí mandos y se les subió de grupo profesional. Esto es lo normal en cualquier empresa de transportes. Se hace una polémica de cualquier cosa.