El Gobierno espera claridad del Rey en su mensaje de Nochebuena
La Moncloa trabaja con La Zarzuela en un discurso nítido sobre el emérito. Sánchez lleva la negociación con discreción y no informa de nada a Unidas Podemos
Con una enorme discreción, y sin informar al resto del Gobierno, en La Moncloa se vive en estos días una negociación muy intensa con La Zarzuela para afinar el discurso del rey Felipe VI en Nochebuena. El Gobierno trabaja en la sombra para lograr que ese texto contenga un mensaje clarísimo sobre el escándalo del rey emérito que pueda tranquilizar a los ciudadanos. La Zarzuela siempre es partidaria de un lenguaje menos directo, de alusiones que se entiendan pero no menciones directas, y en el Gobierno creen que en esta ocasión, dada la gravedad de la crisis, es imprescindible un ...
Con una enorme discreción, y sin informar al resto del Gobierno, en La Moncloa se vive en estos días una negociación muy intensa con La Zarzuela para afinar el discurso del rey Felipe VI en Nochebuena. El Gobierno trabaja en la sombra para lograr que ese texto contenga un mensaje clarísimo sobre el escándalo del rey emérito que pueda tranquilizar a los ciudadanos. La Zarzuela siempre es partidaria de un lenguaje menos directo, de alusiones que se entiendan pero no menciones directas, y en el Gobierno creen que en esta ocasión, dada la gravedad de la crisis, es imprescindible un mensaje muy claro para separar nítidamente a Felipe VI de su padre y proteger así a la Monarquía, que es la principal intención de La Moncloa.
El asunto lo lleva directamente Carmen Calvo, la vicepresidenta primera, con su interlocutor natural, Jaime Alfonsín, jefe de la Casa Real desde que Felipe VI se convirtió en el jefe del Estado, en 2014, tras la abdicación de Juan Carlos I. Calvo despacha todos los detalles directamente con Pedro Sánchez y Alfonsín con el Rey. Además, el presidente y el jefe del Estado tienen audiencias semanales. Nadie confirma ni en el Gobierno ni en la Casa Real que el contenido del discurso esté encima de la mesa en esas citas, pero es difícil pensar que no sea así.
El texto se elabora en La Zarzuela y se pasa al Gobierno cuando está listo por si tiene que hacer observaciones, algo bastante frecuente. Pero esa es la parte oficial. Oficiosamente hay múltiples conversaciones y mensajes informales en los que el Gobierno ha dejado muy claro a La Zarzuela que le gustaría un mensaje diáfano que puedan entender todos los españoles que estén viendo desde sus casas este trascendental discurso sin necesidad de buscar después una exégesis, según fuentes del Ejecutivo.
Calvo no informa al resto de ministros de estas negociaciones, y este asunto no se ha tratado en ningún momento en el Consejo de Ministros, pero en especial se ha dejado fuera de cualquier comunicación sobre esta delicada cuestión a Pablo Iglesias y los ministros de Unidas Podemos. En agosto, Iglesias se quejó ante el presidente de que se había enterado por la prensa de que el rey emérito había decidido salir de España en pleno escándalo. Lo hizo en el Consejo de Ministros más tenso que ha vivido la coalición en este año. En ese momento se encauzaron las cosas y hubo una especie de pacto tácito por el que Unidas Podemos tendría información del desarrollo de esta crisis, pero poco a poco La Moncloa se ha ido cerrando mientras Iglesias arreciaba con su estrategia de aumentar la presión sobre la Monarquía con una serie de iniciativas parlamentarias y un discurso cada vez más claro que reivindica la posibilidad real de vivir una república en algún momento. Iglesias cree, y así lo dejó claro esta semana, que el debate entre monarquía y república se impondrá poco a poco sobre todo en las generaciones más jóvenes y se convertirá en una cuestión importante en la política española, algo que no ha sucedido en los últimos 42 años.
Calvo, la principal responsable de esta delicada gestión, ha mantenido una gran discreción en estas semanas de contactos con La Zarzuela pero el viernes pasado ya apuntó con claridad lo que espera el Gobierno de este discurso en una entrevista en La Sexta. El Ejecutivo extrema en todo momento la cautela y sobre todo insiste en que su máximo objetivo es proteger al jefe del Estado y a la Monarquía, ya que el PSOE garantiza su lealtad al pacto constitucional, pero deja caer mensajes que van dirigidos a La Zarzuela para buscar esa máxima claridad en el discurso.
“El rey Felipe es un jefe del Estado absolutamente realista, sabe lo que piensa la opinión publica en relación al avance democrático, y estoy convencida de que [en el discurso de Navidad] va a lanzar el mensaje que corresponde ahora, de rigor y tranquilidad. Estamos seguros de que será el mensaje adecuado”, aseguró Calvo. “El Rey está muy en la sintonía del momento que le ha tocado vivir. Tomó decisiones muy importantes de renovación. Él sabe lo que demandan los ciudadanos. Es consciente de que todos estamos obligados ahora a trasladar de manera sincera tranquilidad sobre nuestro momento, y también seguridad sobre cómo nuestro sistema político funciona, incluso atravesando una situación tan complicada como esta”, sentenció.