El Gobierno rechaza volver al confinamiento y pide esperar al efecto de las medidas actuales
Sánchez viajará a todas las autonomías para reforzar el mensaje de la cogobernanza
El Gobierno rechaza de momento la posibilidad, planteada por Asturias y que genera muchas especulaciones en todos los ámbitos políticos, de reformar el decreto del estado de alarma para permitir que las comunidades puedan aprobar confinamientos domiciliarios diurnos. El Ejecutivo insiste en que antes de llegar a ese extremo hay que esperar a que el actual estado de alarma, que lleva en vigor una semana, dé sus frutos y...
El Gobierno rechaza de momento la posibilidad, planteada por Asturias y que genera muchas especulaciones en todos los ámbitos políticos, de reformar el decreto del estado de alarma para permitir que las comunidades puedan aprobar confinamientos domiciliarios diurnos. El Ejecutivo insiste en que antes de llegar a ese extremo hay que esperar a que el actual estado de alarma, que lleva en vigor una semana, dé sus frutos y se pueda evaluar si ha sido suficiente o hay que agravar las medidas.
El Consejo de Ministros ha aprobado sin retoques la prórroga del estado de alarma aprobada por el Congreso, que no permite estos confinamientos diurnos ―solo los nocturnos o toques de queda― y según varios miembros del Ejecutivo en el debate interno no se ha discutido ninguna medida más dura, ni siquiera el cierre general de espectáculos o bares que están llevando adelante países como Francia, Alemania o el Reino Unido. Esto último sí podrían hacerlo las autonomías ―de hecho Cataluña ha cerrado toda la restauración― pero la mayoría no están llegando tan lejos.
Lo que no pueden hacer, y de momento seguirán sin poder, es el confinamiento diurno. El estado de alarma no se lo permite. Y obviamente no es un descuido ni una casualidad. El Gobierno se reservó esa medida extrema y no quiso dejar esa limitación máxima de derechos en manos de las autonomías. Si eso sucede en España será, como en marzo, por una decisión del presidente, Pedro Sánchez. El Ejecutivo tendría que aprobar un nuevo decreto de alarma que lo permita y llevar al Congreso una nueva prórroga si es necesaria. Pero de momento ese escenario no está encima de la mesa.
Los ministros consultados se han llevado la impresión de que La Moncloa y Sanidad tienen la decisión firme de evitar el confinamiento domiciliario mientras sea posible por sus dramáticas consecuencias económicas ―el cierre de nuevo de toda la restauración y buena parte del pequeño comercio llevaría una nueva oleada de ERTE y probable destrucción de empleo―.
Al final del consejo, la ministra portavoz, María Jesús Montero, ha dejado claro que el Gobierno se mantiene firme en la decisión de rechazar ese confinamiento domiciliario que pedía abiertamente Asturias y otras comunidades apuntaban de forma más discreta. “En la primera oleada ya aprendimos que las medidas que se aplican tardan varios días en dar resultados. Es pronto para valorar el impacto de este nuevo estado de alarma, que limitó la movilidad en horario nocturno”, ha señalado Montero.
La ministra, eso sí, ha abierto la puerta a tomar medidas nuevas en la reunión del miércoles del consejo interterritorial de salud, pero de forma consensuada. “Mañana hay prevista una nueva reunión del consejo interterritorial donde vamos a adoptar decisiones compartidas que sean recomendaciones que según este estado de alarma tienen que dictar los presidentes autonómicos”, ha señalado Montero. El confinamiento no está ahora mismo encima de la mesa del Ejecutivo, pero nadie se atreve a descartarlo si llegado el final de este estado de alarma, el 9 de noviembre, se comprueba que las medidas actuales no son suficientes y la curva sigue subiendo. El Ejecutivo se quedó sorprendido por la petición de Asturias, una comunidad socialista, pero cree haber reconducido la situación y confía en que el presidente de esta comunidad, Adrián Barbón, esperará unos días más hasta ver la evolución de la curva tal y como le ha solicitado en privado el Ejecutivo.
No todos los ministros tienen la misma opinión sobre la dureza de las medidas a tomar, pero en el Consejo de Ministros apenas hubo debate sobre este asunto y el núcleo duro del Ejecutivo dejó muy claro que cree que las medidas actuales son las correctas y quiere esperar un poco antes de tomar nuevas decisiones. En el Ejecutivo se intenta con llamadas y trabajo político discreto evitar una carrera entre los presidentes autonómicos para ver quién toma las medidas más duras, sobre todo por sus consecuencias económicas.
El Gobierno mantiene la decisión política de fondo que tomó en junio; esto es, que las principales decisiones de gestión de la crisis en esta fase las tienen que tomar los presidentes autonómicos, que son los que tienen las competencias de salud y educación. Pese a las presiones para que retome el mando único, el Gobierno insiste en mantener esa idea aunque se reserva algunas limitaciones, por ejemplo la del confinamiento domiciliario, que no se puede hacer si autorización del Ejecutivo.
Después de asumir casi en solitario toda la gestión de la crisis en marzo, abril y mayo, con duras críticas de la oposición y de algunas autonomías como Madrid, el Gobierno insiste ahora en la idea de defender la cogobernanza. Para reforzar esa idea, según ha anunciado Montero, el presidente viajará por todas las comunidades para reunirse con sus presidentes, en el marco también de la negociación para ejecutar el gran fondo de recuperación europeo, que en un 50% gestionarán las autonomías. Este recorrido empezará en la Comunidad Valenciana, en manos de los socialistas.
El Consejo de Ministros de este martes ha aprobado la nueva regulación sobre la publicidad del juego y las apuestas, que prohíbe hasta el 90% de los anuncios, los restringe al horario de madrugada y no permite que se publiciten en ropa deportiva. “Hasta ahora vivíamos en la ley de la selva, ahora nos ponemos en la vanguardia”, ha explicado el ministro de Consumo, Alberto Garzón.