Illa, sobre el avance de la pandemia: “La situación es preocupante, inestable y frágil”
El PP y Vox piden al Gobierno que levante el estado de alarma y la dimisión inmediata del ministro de Sanidad
La salud pública es lo único que anima al Gobierno y por eso hay que tomar medidas para evitar contagios y doblegar la curva. Esa es la razón que ha llevado al Ejecutivo a proclamar el estado de alarma en Madrid y otras ocho poblaciones de la comunidad. Es la justificación que ha formulado el ministro de Sanidad para comunicar al Congreso esta medida excepcional, que no requiere votación. Salvador Illa ha huido del enfrentamiento con el PP, pero sí ha resaltado la colaboración de la mayoría de la...
La salud pública es lo único que anima al Gobierno y por eso hay que tomar medidas para evitar contagios y doblegar la curva. Esa es la razón que ha llevado al Ejecutivo a proclamar el estado de alarma en Madrid y otras ocho poblaciones de la comunidad. Es la justificación que ha formulado el ministro de Sanidad para comunicar al Congreso esta medida excepcional, que no requiere votación. Salvador Illa ha huido del enfrentamiento con el PP, pero sí ha resaltado la colaboración de la mayoría de las comunidades autónomas, en contraste con la que preside Isabel Díaz Ayuso, a la que no ha citado. “La situación es frágil, preocupante y cambiante”, ha avisado el titular de Sanidad. Su petición de “unidad” ha sido inútil. La portavoz de los populares, Cuca Gamarra, no la ha aceptado y ha culpado al Gobierno de “estar rabioso” y actuar bajo “el yugo del despotismo”.
La petición de dimisión ha sido la respuesta de Gamarra a esa mano tendida del ministro. El tono de la primera intervención de Illa, moderado y evitando críticas directas, no ha persuadido a la portavoz popular, que le ha contestado con una dura réplica. El PP nacional ha utilizado todos los argumentos posibles para apoyar la labor del Gobierno madrileño y para exigir el fin del confinamiento de nueve municipios, incluida la capital. “Después, váyase”.
Vox ha puesto el acento en el carácter ideológico de las medidas del Ejecutivo. El Gobierno no sabe qué hacer salvo atacar las libertades. “Típico de los comunistas, faltan los perros, faltan los muros. Ustedes durante el franquismo se tomaron las vacaciones”. Juan Luis Steegmann, representante del partido ultraderechista, ha hecho su interpretación de la gestión del Gobierno a la luz de las prácticas “socialistas y comunistas”, que solo saben hacer una cosa: “Encerrarnos por soberbia”. Si el ministro se va “a la bella Barcelona”, con dimisión incluida, ganarán todos los españoles, ha apuntado el portavoz de Vox, aunque después ha extendido la petición de dimisión a todo el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Las críticas han sido de todo orden y sin atender a ninguna de las razones o exposiciones del ministro. PP y Vox no admiten que el Gobierno haya implantado el estado de alarma por razones sanitarias, sino “por rabia”, por imponer “el yugo del despotismo” y por “soberbia”. Y en ese punto el partido de Santiago Abascal ha vuelto a recurrir a las manifestaciones del pasado 8 de marzo, Día de la Mujer, cuya autorización llegó incluso hasta los tribunales, donde finalmente el caso fue archivado. Vox las ha calificado de “infectódromo feminista”. Juan Luis Steegmann ha pedido al ministro que se pasee por los barrios obreros para comprobar lo desgastadas que sus moradores tienen las mascarillas. "No como ustedes, tan nuevas”, ha atacado.
Los populares han comenzado criticando la ausencia en el hemiciclo del presidente del Gobierno, que se encuentra en Bruselas, donde se celebra el Consejo Europeo. La portavoz del PP no ha dejado dudas de que su partido “va a hacer todo lo posible para que los fondos europeos de reconstrucción [por la crisis sanitaria del coronavirus] no lleguen si no se respeta el Estado de derecho”. Un aviso que lejos de tener relación con la covid-19 o con la crisis económica derivada de la pandemia se refiere a la intención del Gobierno de cambiar el modelo de renovación del Consejo General del Poder Judicial, que el PP bloquea desde hace casi dos años.
El ministro de Sanidad ha mantenido que las decisiones que está tomando el Ejecutivo para frenar la expansión del coronavirus, y concretamente el estado de alarma en Madrid, tienen como único objetivo “la protección de la salud en el inicio del puente del 12 de octubre y limitar la difusión del virus”. Por los datos de descenso de movimientos sí es posible que algo se haya conseguido. Así debe continuar hasta el 23 de octubre, cuando concluye este primer período de la medida excepcional. No lo ha dado por seguro, pero el ministro confía en que para esa fecha se pueda dejar de aplicar.
El confinamiento perimetral de los nueve municipios madrileños —decretado el pasado viernes durante un Consejo de Ministros extraordinario— se ha aplicado acorde a tres parámetros adoptados por el Ministerio de Sanidad: una incidencia acumulada de más de 500 contagios por 100.000 habitantes, más del 10% de positividad y la ocupación de las UCI por encima del 35%.
Con el fin del estado de alarma, debería haber el acuerdo suficiente como para que entraran en vigor medidas que están en marcha en otras comunidades autónomas, aplicadas a diferentes localidades, sin que haya habido recursos a los tribunales o adaptándolas a la legislación coordinada con el Estado para que no haya problemas. Con la existencia de tres paquetes coordinados debería ser suficiente para que las comunidades autónomas afrontaran los problemas. Así lo están haciendo en Galicia, Cataluña, Murcia, las dos Castillas, la Comunidad Valenciana, La Rioja y localidades de Jaén, como Linares. “Todas las comunidades están tomando medidas, anticipándose a que la situación pueda agravarse”, subrayó Illa. Sobre Madrid, dio datos, para justificar lo imprescindible del estado de alarma.
La comparecencia de Illa se ha desarrollado en víspera de la entrada en vigor de las restricciones impuestas por el Gobierno catalán frente al aumento de contagios. Bares y restaurantes cerrarán sus puertas durante 15 días, y se limitará el aforo en centros comerciales, comercios, gimnasios, teatros y cines. La Generalitat, a diferencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid, ha actuado con antelación para atajar la curva epidémica: las medidas se han tomado con una incidencia acumulada de las transmisiones del virus de 263 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, según el Ministerio de Sanidad. Las disposiciones de la Generalitat deben ser avaladas por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña".
El bálsamo para Illa vino con la intervención de Rafael Mayoral, de Unidas Podemos, en la que hizo una fuerte crítica a la situación de Madrid por la gestión del Gobierno regional y del portavoz de Más País, Íñigo Errejón. Mayoral no absolvió al Gobierno pero se centró en la gestión del Ejecutivo madrileño con ausencia de medidas, y, sobre todo, de personal, con una actitud “fanática” aunque, a su juicio, las del Gobierno central llegan tarde, son laxas y ha habido un exceso de marketing. El portavoz de Más País, Íñigo Errejón mostró gran pesar por el pleno bronco del día anterior y de cómo ha empezado este. “La política ha fracasado por la lucha partidista y esto no impide que se diga que se llegó tarde a la primera ola y a la segunda”, ha enjuiciado Edmundo Bal de Ciudadanos, pero sin estridencias.
No estaba por ninguna gresca tampoco el portavoz del PNV, Aitor Esteban, que no se salió de “los datos” para concluir que sí hay instrumentos para confinamientos territoriales con la ley de medidas especiales de 1986 que han utilizado otras comunidades. El diputado de UPN Sergio Sallas le ha pedido al Gobierno central que no intervenga en Navarra aunque los datos no sean buenos. El Ejecutivo no lo va a hacer. La labor de alcaldes, concejales, consejeros y presidentes autonómicos ha sido muy destacada por la portavoz socialista, Adriana Lastra, que ha señalado a Pablo Casado como el dirigente más extremista que ha tenido el PP.
“¿Dónde están los rastreadores, por qué no hay médicos, por qué mantiene cerrados los centros de salud, qué ha pasado con los 1.500 millones de euros que el Gobierno ha dado a Madrid”. Lastra ha hecho las preguntas que había evitado Illa. La incertidumbre sobre la pandemia ha quedado patente en la intervención del ministro: “No sabemos qué va a pasar en 3, 4 o 5 semanas”. El portavoz de Unidas Podemos Rafael Mayoral predicó: “Fratelli tutti”. Hermanos Todos, título de la tercera encíclica del Papa.